Jorge Luis Borges, El hacedor, Alianza, Madrid, 1979
Como declara Jorge Luis Borges en el epílogo, "De cuantos libros he entregado a la imprenta, ninguno, creo, es tan personal como esta colecticia y desordenada silva de varia lección, precisamente porque abunda en reflejos y en interpolaciones."
Pequeños fragmentos de exquisita escritura que se disfrutan más si son leidos en voz alta...
"Francamente no recuerdo si esa noche nos suicidamos..." (p.20)
El hacedor, por Julio César Londoño