Herta Müller, En tierras bajas, traducción de Juan José Solar, 2010
La vida desgranada a lo largo de breves relatos impresionistas en los que el sueño se confunde con la realidad y la realidad con el sueño, con los deseos, con las esperanzas, con las desesperanzas, con las pequeñas alegrías, con las tristezas, con la luz del verano, con la oscuridad de la noche, el canto de los pájaros, el grito de las lechuzas, el color de las paredes y el chirriar de las puertas... Son destellos de lo cotidiano, de lo corriente y de lo fantástico...
"Mi blusa es suave, sus botones son pequeños, sus ojales, grandes. Mi falda es matinal y se alza como la niebla. Las manos de Toni arden sobre mi vientre... Arriba, en la luna, detrás de mi pelo, los perros ladran olvidados, y el guardián nocturno se apoya en la larga pared con venas calizas del molino viejo y se duerme."