"Caminaban por la calle Perú; apretándole un brazo, Bruno le señaló a un hombre que
caminaba delante de ellos, ayudado con un bastón.
—Borges.
Cuando estuvieron cerca, Bruno lo saludó. Martín se encontró con una mano pequeña,
casi sin huesos ni energía. Su cara parecía haber sido dibujada y luego borrada a medias
con una goma. Tartamudeaba.
—Es amigo de Alejandra Vidal Olmos.
—Caramba, caramba... Alejandra... pero muy bien.
Levantaba las cejas, lo observaba con unos ojos celestes y acuosos, con una.
cordialidad abstracta y sin destinatario preciso, ausente."
Ernesto Sábato, Sobre héroes y tumbas, II, XIII
Ernesto Sábato, Sobre héroes y tumbas, II, XIII