"Granollers, 31 de mayo de 1938. Tan solo hace dos días que Robert está allí. A las nueve en punto de la mañana se oye el rugido de los aviones. A las nueve y cinco el pueblo está destruido. De una sola pasada, los bombarderos italianos Savoia-Marchetti S.79 lo dejan todo en llamas. Ha sido cuestión de un momento, ha durado lo que un breve temblor, un instante homicida... Abajo el suelo y arriba el cielo. En la casa que tiene justo enfrente, entre los escombros, bajo los cascotes, tablas y hierros, alguien está gritando. Aparta un sombrero, unos platos rotos, un viejo reloj agrietado, intentando hallar algún rastro de la persona. Robert sigue oyendo los gritos, busca al hombre con la intención de salvarlo, pero no puede hacer nada... Ha muerto. Se ha muerto delante de mis narices y ni siquiera me he movido... ¿Por qué yo puedo mover libremente mis brazos y mis piernas, y ese que está bajo los escombros no puede?"
Kirmen Uribe,
Lo que mueve el mundo, p. 67-68
Mussolini tragándose a Franco, que apuñala Granollers
Caricatura publicada en el libro
‘Contro il fascismo. 50 anni di immagine
satirico-politica nell mundo’ Ed. Fratelli Fabbri. Torino 1976
Bombardeig de Granollers