Kirmen Uribe, Lo que mueve el mundo, trad.: Gerardo Markuleta, Seix-Barral, Barcelona, 2013
"La voz cálida que da forma a Lo que mueve el mundo susurra lo esencial para recuperar lazos familiares perdidos, en un relato que hilvana con mimo las escenas, guarda los silencios del olvido y recrea el instante fugaz con la sensibilidad, la ternura y el talento narrativo de Kirmen Uribe"
(De la contraportada del libro)
Una historia nada sencilla, pero contada de forma sencilla, con palabras sencillas, frases sencillas... Es el resultado de un escritor que domina el arte de escribir. Leer a Kirmen Uribe es como contemplar un dibujo de Picasso en el que con sólo tres o cuatro trazos de lápiz sobre el papel no sólo se puede ver lo que él ha querido representar sino que se ve la belleza de algo bien hecho, de algo perfecto, de algo que sólo puede ser obra de un artista de verdad. Pero además, la escritura de Kirmen, en su sencillez, está llena de tantas cosas que nos llegan hasta lo más profundo de nuestros sentimientos... es todo lo "que está entre líneas"...
El mismo Kirmen Uribe, a través del protagonista de su novela, reflexiona sobre qué es lo que hace que una obra literaria sea buena: "... No tiene nada que ver con la belleza. Ni con que sea contemporáneo, ni con que incorpore innovaciones formales. Esas son cuestiones teóricas, pasto para la crítica. En mi opinión, lo que importa es algo que no aparece en el texto, que está entre líneas..." (p. 132)
Kirmen Uribe: la pureza me da un poco de miedo
Carmen Mussche con Kirmen Uribe
"Mi padre acogió a una niña vasca,
y ahora un escritor vasco
acoge a mi padre en un libro suyo.
El círculo se cierra”
(Carmen Mussche)
Robert Mussche, un héroe corriente
Estas son las palabras con las que termina esta historia:
"Nuestra hija Arane nació el 27 de noviembre de 2010. El 24 de abril de 2011 murió mi amigo Aitzol Aramaio. En una de las últimas ocasiones en que estuvimos juntos me dijo:
- Tienes que contar la historia de un héroe.
- Ya sabes que para mí no existen los héroes. A mí me gusta el lado frágil de las personas, no las hazañas. Los héroes me dan miedo.
- No te hablo de esos héroes. Te hablo de la gente corriente. Los héroes están ahí mismo, antes y ahora, aquí y en el ancho mundo; pequeños héroes que se dedican a ayudar a la gente.
Entonces me callé. Hoy le doy la razón. Los héroes están ahí, pequeños héroes que de vez en cuando se nos mueren.
Ea, aquí tienes la historia de un héroe, mi amigo del alma."