"Las rupturas no llegan de repente, acostumbran a ser consecuencia de una herida que lleva tiempo abierta. Como en los terremotos, las capas interiores de la tierra presionan en silencio, una contra otra, hasta que, en un momento dado, desgarran la corteza terrestre. La razón de la ruptura, la causa más profunda, tampoco solemos verla con claridad hasta que ha pasado un tiempo. Y pocas veces suele ser única -un solo desencuentro, una sola riña- la razón que provoca todo ese terremoto."
Kirmen Uribe, Lo que mueve el mundo, p. 84