Harry Mulisch, El juicio a Eichmann, Ariel, Barcelona, 2014
A través de los reportajes que escribió en 1961 durante le juicio a Adolf Eichmann, traducidos ahora por primera vez al castellano, el gran novelista holandés indaga en la personalidad de Eichmann, un hombre al que se castigó "por la muerte de todo un pueblo y por los crímenes de todo un país", y en las circunstancias que rodearon su juicio-venganza.
Un libro sincero y muy bien escrito en el que su autor reflexiona sobre la culpa, la responsabilidad, el bien y el mal; sobre los judíos, sobre Israel, sobre la naturaleza del fascismo, sobre los nazis, sobre la maldad, la crueldad, el arrepentimiento, el orgullo, la venganza, el paisaje, las gentes, las culturas, el amor, el odio, la memoria, los recuerdos, las ideas, las esperanzas...
Un libro que inexplicablemente no ha tenido el mismo eco que otros libros sobre el mismo asunto, como el de Hannah Arendt, por ejemplo.
Es el propio autior el que mejor puede hablarnos de su libro:
"... no soy ni jurista ni periodista, soy escritor, el único que se ha ocupado de Eichmann en esta medida. Nadie me pidió que escribiera este reportaje, me ofrecí yo, el caso Eichmann tiene que ver más conmigo de lo que sé; y esta relación va más allá de un vínculo temático con otras obras que he escrito o que escribiré: junto con el resto de mi obra, apunta a algo que busco... (...) ... Eichmann es una de las dos o tres personas que me han cambiado... me ha curado de muchas cosas: por ejemplo, de la indignación sin compromiso, aunque también de mucha despreocupación..." (p. 208)