La presencia del mal en el alma humana es abordada por Thomas Mann en un momento crítico de la historia de Europa en forma de una nueva versión del mito de Fausto. Thomas Mann escribe Doktor Faustus cuando Europa era una "fortaleza asediada, para llevar a los de afuera un soplo de los secretos de nuestra soledad..."
La música y el arte de Durero se funden en esta gran novela como una corriente que nos arrastra...
Jaume Cabré manifestó en una entrevista: "Me interesa mucho la literatura alemana, Thomas Mann… su Doctor Faustus es un libro para idolatrar".
"Preparo este manuscrito con vistas a una época en que las condiciones de la pública atención serán muy distintas y, sin duda alguna, mucho más favorables. El deseo de conocer los detalles de esta vida estremecedora, mejor o peor contados, será entonces vivo y general. Este momento habrá llegado cuando se abran las puertas de la extensa y estrecha cárcel en cuyo aire viciado nos ahogamos, es decir: cuando la furiosa guerra que ahora está en marcha haya terminado de un modo o de otro —y me horroriza decir de un modo o de otro. Me horrorizo de mí mismo y me horroriza la situación violenta en que, por la fuerza del destino, se encuentra el alma alemana. Porque claro está que sólo pienso en uno de los
dos «modos». Sólo con ese modo cuento y en él confío, a despecho de los dictados de mi conciencia ciudadana. Una propaganda que no se da punto de reposo ha conseguido evocar en todos nosotros las consecuencias ruinosas, terribles y definitivas de una derrota alemana, hasta el punto de hacernos temer esta derrota más que cualquier otra cosa en el mundo. Y no obstante, hay algo que algunos de nosotros, en ciertos momentos como avergonzándonos,
en otros con franca resolución, tememos más aun que la derrota alemana, y ello es la victoria alemana." (cap. V)
Albrecht Dürer, El caballero, la muerte y el diablo (1513)
Referencias: