los pensamientos de un cabrero
pensamientos, reflexiones, ocurrencias, lecturas...
mientras pastoreo mis cabras
sábado, 28 de junio de 2014
jueves, 26 de junio de 2014
Allegro appassionato
L. van Beethoven, cuarteto de cuerda No 15, opus 132
Assai sostenuto
Allegro ma non tanto
Molto adagio
Alla marcia, assai vivace - Piu allegro - Presto
Allegro appassionato
Allegro ma non tanto
Molto adagio
Alla marcia, assai vivace - Piu allegro - Presto
Allegro appassionato
"¿Cómo calificarlo? ¿Trágico atrevido, obstinado, enfático, impulsivo hasta lo sublime? Todo esto no vale nada. Y «magnífico» no pasa de ser, naturalmente, una lamentable capitulación. En último término acaba uno por quedarse con la sobria indicación del compositor: Allegro appassionato. Es lo más aceptable."
—Llegas a buena hora. El cuarteto Schaffgosch toca esta noche la opus 132. ¿Vienes conmigo? Comprendí que se refería al cuarteto en la menor para instrumentos de cuerda, una de las últimas obras de Beethoven.
—Claro que voy —contesté—. Oiré con gusto, después de tanto tiempo, la «acción de gracias del hombre que ha recobrado la salud».
—Al oír esta música agoto la copa y se me nublan los ojos —dijo Adrián—. Y empezó a hablar de las tonalidades religiosas y del sistema tonal ptolomeico, el «natural», cuyos seis diferentes tonos quedaron reducidos a dos en el sistema templado, es decir, el falso: el tono mayor y el tono menor, y de la superioridad de la escala musical auténtica sobre la templada. Decía de esta última que era una fórmula para uso doméstico, lo mismo que el piano, un instrumento para uso doméstico también, un tratado de paz provisional, que sólo tiene 150 años de existencia, que ha prestado algunos importantes, muy importantes, servicios, pero al cual sería absurdo querer dar un valor de eternidad. No ocultaba hasta qué punto le complacía que la mejor de todas las escalas musicales conocidas, la que él llamaba natural o propiamente dicha, fue obra de un astrónomo y matemático, Claudio
Ptolomeo, originario del Alto Egipto y residente en Alejandría. Esto pone de manifiesto una vez más, decía, el parentesco entre la música y la astronomía, ya demostrado en la doctrina pitagórica de la armonía cósmica.
Todo esto mezclado con observaciones sobre el cuarteto, el exotismo de su tercer tiempo, evocador de un paisaje lunar, y las enormes dificultades de su ejecución.
—En realidad —decía— cada uno de los cuatro ejecutantes debiera ser un Paganini y dominar no sólo su parte sino igualmente la de los otros tres. De lo contrario es imposible salir del paso airosamente. Menos mal que de los artistas del cuarteto Schaffgosch puede uno fiarse. La obra puede ser ejecutada hoy. Pero no hay duda de que está situada en las fronteras de lo ejecutable y que, cuando fue escrita, su ejecución era sencillamente imposible. Era implacable indiferencia de un elegido por lo terrenal y lo técnico me entusiasma en grado extremo. «Qué me importa a mí su maldito violín», le dijo Beethoven a un ejecutante que había ido a quejársele de las dificultades de la obra.
Nos reímos juntos... sin que nos hubiésemos todavía saludado. —Y no olvidemos —siguió diciendo Adrián— el cuarto tiempo, incomparable, con la breve marcha introductoria y el altivo recitado del
primer violín, afortunada introducción a la aparición del tema. Es irritante tan sólo, a menos que no quiera uno ver en ello motivo de satisfacción, que no exista para caracterizar ciertos elementos de la
música, o por lo menos de esta música, ningún adjetivo apropiado, ni ninguna combinación de adjetivos. Es algo que me ha preocupado estos últimos días. Imposible encontrar palabras adecuadas para descubrir el espíritu, el estilo, el ademán de este tema. El ademán tiene aquí una gran importancia. ¿Cómo calificarlo? ¿Trágico atrevido, obstinado, enfático, impulsivo hasta lo sublime? Todo esto no vale nada. Y «magnífico» no pasa de ser, naturalmente, una lamentable capitulación. En último término acaba uno por quedarse con la sobria indicación del compositor: Allegro appassionato. Es lo más aceptable.
Thomas Mann, Doktor Faustus, cap. XX
El pájaro que causa la lluvia
"Además del dragón, los agricultores chinos disponen del pájaro llamado shang yang para obtener la lluvia. Tiene una sola pata; en épocas antiguas los niños saltaban en un pie y fruncían las cejas afirmando: lloverá porque está retozando el shang yang. Se refiere, en efecto que bebe el agua de los ríos y la deja caer sobre la tierra.
Un antiguo sabio lo domesticó y solía llevarlo en la manga. Los historiadores registran que se paseó una vez ante el trono del príncipe Ch’i, agitando las alas y dando brincos. El príncipe, alarmado, envió a uno de sus ministros a la corte de Lu, para consultar Confucio. Éste predijo que el shang yang produciría inundaciones en la región y en las comarcas adyacentes. Aconsejó la construcción de diques y canales. El príncipe acató las admoniciones del maestro, y evitó así grandes desastres."
Jorge Luis Borges, El libro de los seres imaginarios
Hoy, a primera hora de la mañana, nos ha visitado Shang Yang... y nos ha regado la huerta y los frutales con agua limpia, sin cloro y sin cal...
Gracias, Shang Yang
miércoles, 25 de junio de 2014
el monstruo de los cuartetos
Tampoco conocíamos el «monstruo de los cuartetos», del que nos hablara
después, uno de los cinco últimos, escrito en seis tiempos, ejecutado por
primera vez cuatro años después de terminada la Misa y demasiado difícil
para que el cuarteto de Nikolaus Leverkühn hubiese podido atreverse con él.
Pero oíamos a Kretzchmar hablar de él con el corazón palpitante, emocionado por el contraste entre el alto concepto que de esta obra se tiene hoy y el dolor, la pena, el desconcierto en que por ella se vieron sumidos los contemporáneos que más fielmente creían en Beethoven y le querían. Kretzschmar nos hablaba de este cuarteto porque su fuga final era ante todo, ya que no exclusivamente, un grito de desesperación. Para el sano oído de la época resultaba insoportable. Las gentes se negaban a escuchar lo que el autor no había podido él mismo oír, y sí sólo se había atrevido a imaginar: es decir, una desenfrenada lucha de las más altas y las más profundas notas instrumentales, de las más diversas figuras musicales cruzándose y superponiéndose del modo más irregular, y con el acompañamiento de diabólicas disonancias, en cuya ejecución los intérpretes, tan poco seguros de la obra como de sí mismos, sólo comprendían a medias lo que hacían y acababan, con ello, de completar la babilónica confusión. A petición del editor este fragmento fue separado de la obra, sustituido por un tiempo final en estilo libre, y Kretzschmar pretendía que, aun hoy, no es lícito afirmar, sin bizantinismo, que nada hay en aquellas formas que no sea claro y agradable. «Yo también quiero ser atrevido —decía el conferenciante— y afirmo por mi parte, aunque al decirlo
se me queme la lengua, que en ese modo de tratar la forma fugada no es difícil discernir un sentimiento de odio y de violencia, hijo de la relación difícil y problemática que existía entre el artista y este aspecto de su arte y que asimismo se reflejaba en las relaciones, o falta de relaciones, entre nuestro gran hombre y Juan Sebastián Bach, más grande aun, para muchos, que el propio Beethoven.» En aquellos tiempos Bach había caído casi en el olvido, y Viena, sobre todo, nada quería saber de la música de aquel protestante. Para Beethoven, el rey de los reyes era Haendel y grandes eran también sus preferencias por Cherubini, cuya obertura de Medea no se cansó de escuchar mientras fue capaz de oírla. De Bach poseía pocas cosas: un par de motetes, el clavecín bien temperado, una Toccata y unas cuantas piezas sueltas más, reunidas en un volumen. Una mano desconocida había escrito en el interior de la cubierta estas palabras: «Para conocer el valor de un músico hay que saber hasta qué punto aprecia las obras de Bach.» A ambos lados de este texto había pergeñado Beethoven, con la más ancha de sus plumas, dos enfáticos y como furiosos signos de interrogación.
Thomas Mann, Doktor Faustus, cap. VIII
Pero oíamos a Kretzchmar hablar de él con el corazón palpitante, emocionado por el contraste entre el alto concepto que de esta obra se tiene hoy y el dolor, la pena, el desconcierto en que por ella se vieron sumidos los contemporáneos que más fielmente creían en Beethoven y le querían. Kretzschmar nos hablaba de este cuarteto porque su fuga final era ante todo, ya que no exclusivamente, un grito de desesperación. Para el sano oído de la época resultaba insoportable. Las gentes se negaban a escuchar lo que el autor no había podido él mismo oír, y sí sólo se había atrevido a imaginar: es decir, una desenfrenada lucha de las más altas y las más profundas notas instrumentales, de las más diversas figuras musicales cruzándose y superponiéndose del modo más irregular, y con el acompañamiento de diabólicas disonancias, en cuya ejecución los intérpretes, tan poco seguros de la obra como de sí mismos, sólo comprendían a medias lo que hacían y acababan, con ello, de completar la babilónica confusión. A petición del editor este fragmento fue separado de la obra, sustituido por un tiempo final en estilo libre, y Kretzschmar pretendía que, aun hoy, no es lícito afirmar, sin bizantinismo, que nada hay en aquellas formas que no sea claro y agradable. «Yo también quiero ser atrevido —decía el conferenciante— y afirmo por mi parte, aunque al decirlo
se me queme la lengua, que en ese modo de tratar la forma fugada no es difícil discernir un sentimiento de odio y de violencia, hijo de la relación difícil y problemática que existía entre el artista y este aspecto de su arte y que asimismo se reflejaba en las relaciones, o falta de relaciones, entre nuestro gran hombre y Juan Sebastián Bach, más grande aun, para muchos, que el propio Beethoven.» En aquellos tiempos Bach había caído casi en el olvido, y Viena, sobre todo, nada quería saber de la música de aquel protestante. Para Beethoven, el rey de los reyes era Haendel y grandes eran también sus preferencias por Cherubini, cuya obertura de Medea no se cansó de escuchar mientras fue capaz de oírla. De Bach poseía pocas cosas: un par de motetes, el clavecín bien temperado, una Toccata y unas cuantas piezas sueltas más, reunidas en un volumen. Una mano desconocida había escrito en el interior de la cubierta estas palabras: «Para conocer el valor de un músico hay que saber hasta qué punto aprecia las obras de Bach.» A ambos lados de este texto había pergeñado Beethoven, con la más ancha de sus plumas, dos enfáticos y como furiosos signos de interrogación.
Thomas Mann, Doktor Faustus, cap. VIII
Dirigido y editado por Antoine Viviani
Operadores de Cámara - Javier Gómez Ruiz, Yvan Schreck
operadores de sonido - Philippe Petit, Celine Grangey
asesor musical - Edouard Fouré Caul futy
Providencias 2009.
Operadores de Cámara - Javier Gómez Ruiz, Yvan Schreck
operadores de sonido - Philippe Petit, Celine Grangey
asesor musical - Edouard Fouré Caul futy
Providencias 2009.
martes, 24 de junio de 2014
Oír con los ojos
No pocas veces también, en animadas conversaciones, nos habíamos dedicado a comentar otra conferencia de Kretzschmar, «La Música y lo Visual», asimismo merecedora de un público más numeroso que el que acudió a escucharla. Como su título indica, el conferenciante habló de su arte en cuanto éste afecta, o afecta también, el sentido de la vista, cosa que hace ya desde un principio con la notación musical, sistema empleado desde tiempo inmemorial, y cada día más perfeccionado, para fijar, por medio de rayas y puntos, las oscilaciones del sonido. Sus ejemplos eran en extremo curiosos y al propio tiempo halagadores porque creaban entre la Música y nosotros esa agradable relación de intimidad que el aprendiz desea tener con su oficio. Nos enterábamos de que numerosas expresiones de la jerga musical se refieren, no a lo acústico, sino a lo visual de la notación escrita: se habla, por ejemplo, de «anteojos» y de «tijeras», porque la disposición de ciertas notas en el pentagrama recuerdan estos instrumentos.
Hablaba del aspecto puramente óptico de la notación musical y aseguraba que, para el experto, una ojeada al manuscrito bastaba para darse cuenta del espíritu y del valor de una composición. A mí me ha ocurrido —nos decía— tener abierta en el atril la obra cualquiera de un aficionado que deseaba conocer mi opinión y, al entrar en mi pieza un compañero, exclamar apenas pasada la puerta: «¡Qué porquería. Virgen Santa!» Y, por otra parte, describía el placer que causa la mera contemplación visual de una partitura de Mozart a quien es capaz de apreciarla: su clara disposición, la afortuanada repartición de los grupos instrumentales, el caprichoso e inteligente perfil de la línea melódica. «Un sordo —exclamaba— sin experiencia alguna del sonido habría de recrearse con la contemplación de tan nobles rasgos. “To hear with eyes belongs to love's fine wit”, dijo
Shakespeare en uno de sus sonetos. «Oír con los ojos es una de las agudezas del amor.» Y Kretzschmar pretendía que, desde siempre, los compromisos habían secretamente introducido en su escritura no pocos signos destinados al ojo lector más que al oído. Cuando, por ejemplo, los maestros flamencos del estilo polifónico, en su infinito afán de jugar con las voces, establecían la relación contrapuntística de modo que una voz igualara a la
otra leyéndola al revés, no tenía esto gran cosa que ver con la sensibilidad sonora y más bien podía creerse en el deseo de cosquillear el ojo de las gentes del oficio. Kretzschmar pretendía que para el oído de los más la ocurrencia había de pasar inadvertida. Asimismo, en «Las Bodas de Cana» de Orlando de Lassus, los seis jarros de agua están representados por seis voces, más fáciles igualmente de distinguir a la vista que al oído.
El conferenciante citaba otros ejemplos de pitagorismo, de travesuras hechas, si así puede decirse, a espaldas del oído, en las que la Música parece haberse divertido una y otra vez, y acababa por declarar que, a su juicio, y en último análisis, había que atribuirlas a la secreta inclinación al ascetismo que existe en la Música, a su innata castidad, por
no decir antisensualidad. En realidad no hay arte más intelectual que la música, como lo demuestra ya el hecho de que, en ella, forma y contenido se entrelazan como en ningún otro; son, en realidad de verdad, una sola y misma cosa. Se dice generalmente que la música «se dirige al oído». Pero esto lo hace, en cierto modo, nada más en la medida en que el oído, como los demás sentidos, es órgano e instrumento perceptivo de lo intelectual.
En realidad hay música que no contó nunca con ser oída; es más, que excluye la audición. Así ocurre con un canon a seis voces de Juan Sebastián Bach, escrito sobre una idea temática de Federico el Grande. Se trata de una composición que no fue escrita ni para la voz humana ni para la de ningún instrumento, concebida al margen de toda realización sensorial, y que de todos modos es música, tomando la música como una pura abstracción. Quién sabe, decía Kretzschmar, si el deseo profundo de la Música es el de no ser oída, ni siquiera vista o tocada, sino percibida y contemplada, de ser ello posible, en un más allá de los sentidos y del alma misma.
Thomas Mann, Doktor Faustus, cap. VIII
A su regreso a Leipzig, Bach desarrollará un conjunto de piezas basadas en el tema real: una serie de dos ricercares o fugas (de tres voces y de seis), diez cánones: Cánones diversi super Thema Regium: (- 2 Cánones a 2, - Canon a 2, per motum contrarium, - Canon a 2, per augmentationem, contrario motu, - Canon a 3, per tonos), Canon perpetuus, Fuga canónica, Canon a 2 Quaerendo inventéis, Canon a 4, Canon perpetuus, contrario motu, y una sonata- Sonata sopr'il Soggetto Reale.
Bach inscribe en la partitura la leyenda "Regis Iussu Cantio Et Reliqua Canonica Arte Resoluta" (el tema proporcionado por el rey, con adiciones, resuelto en estilo canónico), con las letras iniciales de cada una de las palabras formará la leyenda “RICERCAR” (denominación que recibía antiguamente la fuga).
El canon para seis voces, escrito para responder al deseo de confeccionar de forma improvisada una fuga a “seis voces obligadas” por parte de Federico, es una composición que no fue escrita para la voz humana ni para ningún instrumento, concebida al margen de toda actuación sensorial, y que del todo es música, música como pura abstracción.
Es posible que el deseo mas profundo de la música vaya más allá de ser escuchada o interpretada, busque ser percibida y contemplada más allá de los sentidos y del Ser mismo.
Hablaba del aspecto puramente óptico de la notación musical y aseguraba que, para el experto, una ojeada al manuscrito bastaba para darse cuenta del espíritu y del valor de una composición. A mí me ha ocurrido —nos decía— tener abierta en el atril la obra cualquiera de un aficionado que deseaba conocer mi opinión y, al entrar en mi pieza un compañero, exclamar apenas pasada la puerta: «¡Qué porquería. Virgen Santa!» Y, por otra parte, describía el placer que causa la mera contemplación visual de una partitura de Mozart a quien es capaz de apreciarla: su clara disposición, la afortuanada repartición de los grupos instrumentales, el caprichoso e inteligente perfil de la línea melódica. «Un sordo —exclamaba— sin experiencia alguna del sonido habría de recrearse con la contemplación de tan nobles rasgos. “To hear with eyes belongs to love's fine wit”, dijo
Shakespeare en uno de sus sonetos. «Oír con los ojos es una de las agudezas del amor.» Y Kretzschmar pretendía que, desde siempre, los compromisos habían secretamente introducido en su escritura no pocos signos destinados al ojo lector más que al oído. Cuando, por ejemplo, los maestros flamencos del estilo polifónico, en su infinito afán de jugar con las voces, establecían la relación contrapuntística de modo que una voz igualara a la
otra leyéndola al revés, no tenía esto gran cosa que ver con la sensibilidad sonora y más bien podía creerse en el deseo de cosquillear el ojo de las gentes del oficio. Kretzschmar pretendía que para el oído de los más la ocurrencia había de pasar inadvertida. Asimismo, en «Las Bodas de Cana» de Orlando de Lassus, los seis jarros de agua están representados por seis voces, más fáciles igualmente de distinguir a la vista que al oído.
El conferenciante citaba otros ejemplos de pitagorismo, de travesuras hechas, si así puede decirse, a espaldas del oído, en las que la Música parece haberse divertido una y otra vez, y acababa por declarar que, a su juicio, y en último análisis, había que atribuirlas a la secreta inclinación al ascetismo que existe en la Música, a su innata castidad, por
no decir antisensualidad. En realidad no hay arte más intelectual que la música, como lo demuestra ya el hecho de que, en ella, forma y contenido se entrelazan como en ningún otro; son, en realidad de verdad, una sola y misma cosa. Se dice generalmente que la música «se dirige al oído». Pero esto lo hace, en cierto modo, nada más en la medida en que el oído, como los demás sentidos, es órgano e instrumento perceptivo de lo intelectual.
En realidad hay música que no contó nunca con ser oída; es más, que excluye la audición. Así ocurre con un canon a seis voces de Juan Sebastián Bach, escrito sobre una idea temática de Federico el Grande. Se trata de una composición que no fue escrita ni para la voz humana ni para la de ningún instrumento, concebida al margen de toda realización sensorial, y que de todos modos es música, tomando la música como una pura abstracción. Quién sabe, decía Kretzschmar, si el deseo profundo de la Música es el de no ser oída, ni siquiera vista o tocada, sino percibida y contemplada, de ser ello posible, en un más allá de los sentidos y del alma misma.
Thomas Mann, Doktor Faustus, cap. VIII
R I C E R C A R
En 1747, J. S. Bach responde a la invitación de Federico el Grande el "rey filósofo". Nada más llegar a Potsdam, el compositor es llamado al palacio imperial donde el rey le solicita que pruebe los recién adquiridos pianofortes Silbermann, y le anima a improvisar una fuga a tres voces sobre un tema invención del propio rey Federico, que posteriormente ha sido denominado Thema Regium ("Tema real") y que el compositor elabora inmediatamente. Asombrado, Federico le propone entonces una fuga en seis voces, a la que Bach pone reparos, ya que supone mayor tiempo de elaboración.
A su regreso a Leipzig, Bach desarrollará un conjunto de piezas basadas en el tema real: una serie de dos ricercares o fugas (de tres voces y de seis), diez cánones: Cánones diversi super Thema Regium: (- 2 Cánones a 2, - Canon a 2, per motum contrarium, - Canon a 2, per augmentationem, contrario motu, - Canon a 3, per tonos), Canon perpetuus, Fuga canónica, Canon a 2 Quaerendo inventéis, Canon a 4, Canon perpetuus, contrario motu, y una sonata- Sonata sopr'il Soggetto Reale.
Bach inscribe en la partitura la leyenda "Regis Iussu Cantio Et Reliqua Canonica Arte Resoluta" (el tema proporcionado por el rey, con adiciones, resuelto en estilo canónico), con las letras iniciales de cada una de las palabras formará la leyenda “RICERCAR” (denominación que recibía antiguamente la fuga).
El canon para seis voces, escrito para responder al deseo de confeccionar de forma improvisada una fuga a “seis voces obligadas” por parte de Federico, es una composición que no fue escrita para la voz humana ni para ningún instrumento, concebida al margen de toda actuación sensorial, y que del todo es música, música como pura abstracción.
Es posible que el deseo mas profundo de la música vaya más allá de ser escuchada o interpretada, busque ser percibida y contemplada más allá de los sentidos y del Ser mismo.
lunes, 23 de junio de 2014
Opus 111
Según una anécdota, recogida por Thomas Mann en su novela Doktor Faustus, Beethoven, a un criado que le preguntó por qué razón su sonata para piano número 32, opus 111, no tenía un tercer tiempo, le respondió con gran calma: "por falta de tiempo".
La obra que especialmente estudiábamos, la Sonata op. 111, había de ser considerada a la luz de lo que antecede. Dicho lo cual, se sentaba al piano y tocaba de memoria la sonata en cuestión, su primer movimiento y las extraordinarias variaciones que constituyen el segundo, intercalando en la ejecución comentarios hablados simultáneos, para subrayar hasta qué punto se veía su tesis ilustrada y confirmada. En otros pasajes unía con visible entusiasmo su propia voz a la del instrumento. En conjunto la cosa resultaba a la vez emocionante y cómica y constituía un espectáculo que, con frecuencia, provocaba la hilaridad del reducido auditorio. Su pulsación era en extremo vigorosa y para que sus comentarios de los pasajes de fuerza resultaran a medias comprensibles tenía que proferirlos a voz en grito. Con la boca trataba de imitar lo que tocaba con las manos y los implacables acordes iniciales del primer tiempo eran subrayados con onomatopeyas de su cosecha: «Bum bum, wum wum, schrum schrum.» Los pasajes amables y melódicos los acompañaba cantando de falsete y el cielo tempestuoso de la obra aparecía entonces como desgarrado por suaves rayos de luz. Finalmente cruzaba las manos y descansaba un instante antes de anunciar: «Ahora empieza.» Y empezaba, en efecto, la ejecución de las variaciones del segundo movimiento: «Adagio molto, semplice e cantabile.»
El tema de arietta, cuya idílica inocencia no hace presentir las aventuras y sobresaltos a que está destinado, aparece en seguida y se expresa en dieciséis compases, reducible a un motivo que al final de la segunda mitad surge como un grito del alma. Tres notas nada más, una corchea, una semicorchea y una seminima. Lo que ocurre con esta suave declaración, con esa indicación melancólica en el curso de su marcha rítmico-armónico-contrapuntística, las bendiciones y maldiciones que su autor lanza sobre estas tres notas, las tinieblas y los resplandores (esferas de cristal, donde el frío y el calor, la calma y el éxtasis son uno y lo mismo) en que las precipita o hacia donde las eleva, todo esto puede ser llamado de muchas maneras, prolijo, maravilloso, extraño, excesivo en su grandeza, y ninguno de estos nombres será el suyo porque en realidad se trata de algo sin nombre. Y Kretzschmar, con sus industriosas manos, ejecutaba esas extraordinarias transformaciones a la vez que iba cantando —Dim-dada— y comentando en alta voz: «Oigan las cadenas de trinos, los arabescos y las cadencias. Fíjense cómo lo convencional se impone. No se trata de eliminar del lenguaje la retórica, sino de eliminar de la retórica la apariencia de su dominio subjetivo. Se abandonan las apariencias del arte, el arte acaba siempre repudiándolas apariencias del arte. ¡Dim-dada! Oigan cómo la melodía queda aquí aplastada bajo el peso del acorde. Se hace estática, monótona. Dos veces re, tres veces re, una tras otra. Los acordes lo son todo. ¡Dim-dada! Fíjense ahora en lo que va a pasar.»
...
Terminada la ejecución al piano, Kretzschmar no volvía ya a su pupitre de conferenciante. Permanecía sentado en el taburete, en posición idéntica a la nuestra, inclinado hacia adelante, las manos entre las rodillas, y así terminaba, con pocas palabras, su conferencia sobre por qué Beethoven no había añadido un tercer tiempo a su sonata op. 111, dejando que nosotros mismos nos encargáramos de encontrar una respuesta a la pregunta, para lo cual bastaba —decía él— haber oído la obra. ¿Un tercer movimiento? ¿Un nuevo comienzo después de tal despedida? ¿Un regreso después de tal separación? Imposible. Ese segundo, enorme movimiento pone a la sonata punto final —y no hay retorno posible.
Thomas Mann, Doktor Faustus, cap. VIII
Daniel Innerarity, "Figuras del fracaso en el último Beethoven"
La obra que especialmente estudiábamos, la Sonata op. 111, había de ser considerada a la luz de lo que antecede. Dicho lo cual, se sentaba al piano y tocaba de memoria la sonata en cuestión, su primer movimiento y las extraordinarias variaciones que constituyen el segundo, intercalando en la ejecución comentarios hablados simultáneos, para subrayar hasta qué punto se veía su tesis ilustrada y confirmada. En otros pasajes unía con visible entusiasmo su propia voz a la del instrumento. En conjunto la cosa resultaba a la vez emocionante y cómica y constituía un espectáculo que, con frecuencia, provocaba la hilaridad del reducido auditorio. Su pulsación era en extremo vigorosa y para que sus comentarios de los pasajes de fuerza resultaran a medias comprensibles tenía que proferirlos a voz en grito. Con la boca trataba de imitar lo que tocaba con las manos y los implacables acordes iniciales del primer tiempo eran subrayados con onomatopeyas de su cosecha: «Bum bum, wum wum, schrum schrum.» Los pasajes amables y melódicos los acompañaba cantando de falsete y el cielo tempestuoso de la obra aparecía entonces como desgarrado por suaves rayos de luz. Finalmente cruzaba las manos y descansaba un instante antes de anunciar: «Ahora empieza.» Y empezaba, en efecto, la ejecución de las variaciones del segundo movimiento: «Adagio molto, semplice e cantabile.»
El tema de arietta, cuya idílica inocencia no hace presentir las aventuras y sobresaltos a que está destinado, aparece en seguida y se expresa en dieciséis compases, reducible a un motivo que al final de la segunda mitad surge como un grito del alma. Tres notas nada más, una corchea, una semicorchea y una seminima. Lo que ocurre con esta suave declaración, con esa indicación melancólica en el curso de su marcha rítmico-armónico-contrapuntística, las bendiciones y maldiciones que su autor lanza sobre estas tres notas, las tinieblas y los resplandores (esferas de cristal, donde el frío y el calor, la calma y el éxtasis son uno y lo mismo) en que las precipita o hacia donde las eleva, todo esto puede ser llamado de muchas maneras, prolijo, maravilloso, extraño, excesivo en su grandeza, y ninguno de estos nombres será el suyo porque en realidad se trata de algo sin nombre. Y Kretzschmar, con sus industriosas manos, ejecutaba esas extraordinarias transformaciones a la vez que iba cantando —Dim-dada— y comentando en alta voz: «Oigan las cadenas de trinos, los arabescos y las cadencias. Fíjense cómo lo convencional se impone. No se trata de eliminar del lenguaje la retórica, sino de eliminar de la retórica la apariencia de su dominio subjetivo. Se abandonan las apariencias del arte, el arte acaba siempre repudiándolas apariencias del arte. ¡Dim-dada! Oigan cómo la melodía queda aquí aplastada bajo el peso del acorde. Se hace estática, monótona. Dos veces re, tres veces re, una tras otra. Los acordes lo son todo. ¡Dim-dada! Fíjense ahora en lo que va a pasar.»
...
Terminada la ejecución al piano, Kretzschmar no volvía ya a su pupitre de conferenciante. Permanecía sentado en el taburete, en posición idéntica a la nuestra, inclinado hacia adelante, las manos entre las rodillas, y así terminaba, con pocas palabras, su conferencia sobre por qué Beethoven no había añadido un tercer tiempo a su sonata op. 111, dejando que nosotros mismos nos encargáramos de encontrar una respuesta a la pregunta, para lo cual bastaba —decía él— haber oído la obra. ¿Un tercer movimiento? ¿Un nuevo comienzo después de tal despedida? ¿Un regreso después de tal separación? Imposible. Ese segundo, enorme movimiento pone a la sonata punto final —y no hay retorno posible.
Thomas Mann, Doktor Faustus, cap. VIII
Daniel Innerarity, "Figuras del fracaso en el último Beethoven"
viernes, 20 de junio de 2014
selección natural
¿¿¿ Sabiduría de la Naturaleza... selección natural... pura chiripa... decisión de un creador omnipotente... ????
¿Pura casualidad? Como por ejemplo lo que me ha ocurrido hoy...
En el desayuno he terminado de leer L'ombra de l'eunuc de Jaume Cabré y me encuentro en una situación muy habitual: "me he quedado sin libro". Cuando termino de leer un libro tengo que decidir qué leo a continuación... Aunque tengo junto a mí desde hace tiempo un libro que he empezado, pero que no me veo con fuerzas de leer todo seguido, Europa Central, hoy he decidido cumplir con un proyecto muy antiguo... leer por fin el Doktor Faustus de Thomas Mann. Lo tenía preparado junto con otros libros pendientes de leer o de releer... así que lo cojo del estante de los libros en cola de espera y lo meto en el macuto. Me voy con las cabras... Hacía mucho calor esta mañana, así que me he ido a una cueva fresquita desde la que hay unas vistas maravillosas. Allí, mientras las cabras comían buscando las sombras, he empezado a leer el tantas veces aplazado Doktor Faustus... Leo una, dos, tres, cuatro... diez o doce páginas... y me venían regustos de la recién terminada novela de Jaume Cabré... Al llegar a casa, mientras el cielo se cubría de negros nubarrones y los truenos empezaban a retumbar en la lejanía, allá por el sur, se me ocurre buscar en google: "Jaume Cabré Thomas Mann"... y me encuentro una entrevista con Jaume Cabré en la que se le relaciona con Thomas Mann y otra en la que afirma "Me interesa mucho la literatura alemana, Thomas Mann… su Doctor Faustus es un libro para idolatrar"...
¿Por qué he decidido hoy, precisamente hoy, leer un libro cuya lectura llevo años y años aplazando? ¿Pura chiripa? o... ¿resultado de la selección natural?
"Otra de las mariposas ofrecía la particularidad de que sus alas, de tres colores distintos en su parte de arriba, eran, por debajo, la imitación perfecta de una hoja, no sólo por su
forma y estructura nerviosa, sino por una serie de irregularidades, gotas de agua ficticias y hongosidades verrugosas, lo que le permitía, al posarse con las alas plegadas, confundirse astuciosamente con el medio y ello de modo tan completo que el más codicioso enemigo no podría descubrirla.
Jonathan trataba, y no en vano, de comunicarnos su emoción ante esos refinamientos imitativos. «¿Cómo se las arregla el animal? —solía preguntarnos—. ¿Y cómo se las arregla la naturaleza para servirse así del animal? No es por observación ni por cálculo que el insecto puede llegar a tales resultados. La naturaleza, sin duda, tiene un conocimento perfecto de la hoja, conocimiento que alcanza hasta sus mismas imperfecciones y cotidianas desfiguraciones y, por caprichosa amabilidad, reproduce su aspecto externo en otro lugar, debajo de las alas de la mariposa y para confundir así a otras de sus criaturas. Y aun cuando puede convenir a la mariposa asemejarse totalmente a una hoja —¿dónde está la conveniencia,vistas las cosas por sus hambrientos perseguidores, reptil, pájaro o araña, a los cuales está destinada como presa, y que no pueden descubrirla por mucho que agucen la mirada? Os lo pregunto a fin de que no me lo preguntéis.»"
Thomas Mann, Doktor Faustus, p. 166-167
¿Pura casualidad? Como por ejemplo lo que me ha ocurrido hoy...
En el desayuno he terminado de leer L'ombra de l'eunuc de Jaume Cabré y me encuentro en una situación muy habitual: "me he quedado sin libro". Cuando termino de leer un libro tengo que decidir qué leo a continuación... Aunque tengo junto a mí desde hace tiempo un libro que he empezado, pero que no me veo con fuerzas de leer todo seguido, Europa Central, hoy he decidido cumplir con un proyecto muy antiguo... leer por fin el Doktor Faustus de Thomas Mann. Lo tenía preparado junto con otros libros pendientes de leer o de releer... así que lo cojo del estante de los libros en cola de espera y lo meto en el macuto. Me voy con las cabras... Hacía mucho calor esta mañana, así que me he ido a una cueva fresquita desde la que hay unas vistas maravillosas. Allí, mientras las cabras comían buscando las sombras, he empezado a leer el tantas veces aplazado Doktor Faustus... Leo una, dos, tres, cuatro... diez o doce páginas... y me venían regustos de la recién terminada novela de Jaume Cabré... Al llegar a casa, mientras el cielo se cubría de negros nubarrones y los truenos empezaban a retumbar en la lejanía, allá por el sur, se me ocurre buscar en google: "Jaume Cabré Thomas Mann"... y me encuentro una entrevista con Jaume Cabré en la que se le relaciona con Thomas Mann y otra en la que afirma "Me interesa mucho la literatura alemana, Thomas Mann… su Doctor Faustus es un libro para idolatrar"...
¿Por qué he decidido hoy, precisamente hoy, leer un libro cuya lectura llevo años y años aplazando? ¿Pura chiripa? o... ¿resultado de la selección natural?
Le Monde Illustré, 10 Fév. 1877, p. 96
"Otra de las mariposas ofrecía la particularidad de que sus alas, de tres colores distintos en su parte de arriba, eran, por debajo, la imitación perfecta de una hoja, no sólo por su
forma y estructura nerviosa, sino por una serie de irregularidades, gotas de agua ficticias y hongosidades verrugosas, lo que le permitía, al posarse con las alas plegadas, confundirse astuciosamente con el medio y ello de modo tan completo que el más codicioso enemigo no podría descubrirla.
Jonathan trataba, y no en vano, de comunicarnos su emoción ante esos refinamientos imitativos. «¿Cómo se las arregla el animal? —solía preguntarnos—. ¿Y cómo se las arregla la naturaleza para servirse así del animal? No es por observación ni por cálculo que el insecto puede llegar a tales resultados. La naturaleza, sin duda, tiene un conocimento perfecto de la hoja, conocimiento que alcanza hasta sus mismas imperfecciones y cotidianas desfiguraciones y, por caprichosa amabilidad, reproduce su aspecto externo en otro lugar, debajo de las alas de la mariposa y para confundir así a otras de sus criaturas. Y aun cuando puede convenir a la mariposa asemejarse totalmente a una hoja —¿dónde está la conveniencia,vistas las cosas por sus hambrientos perseguidores, reptil, pájaro o araña, a los cuales está destinada como presa, y que no pueden descubrirla por mucho que agucen la mirada? Os lo pregunto a fin de que no me lo preguntéis.»"
Thomas Mann, Doktor Faustus, p. 166-167
Doktor Faustus
Thomas Mann, Doktor Faustus, Traducción de Eugenio Xammar, Planeta, 1981
La presencia del mal en el alma humana es abordada por Thomas Mann en un momento crítico de la historia de Europa en forma de una nueva versión del mito de Fausto. Thomas Mann escribe Doktor Faustus cuando Europa era una "fortaleza asediada, para llevar a los de afuera un soplo de los secretos de nuestra soledad..."
La música y el arte de Durero se funden en esta gran novela como una corriente que nos arrastra...
Jaume Cabré manifestó en una entrevista: "Me interesa mucho la literatura alemana, Thomas Mann… su Doctor Faustus es un libro para idolatrar".
"Preparo este manuscrito con vistas a una época en que las condiciones de la pública atención serán muy distintas y, sin duda alguna, mucho más favorables. El deseo de conocer los detalles de esta vida estremecedora, mejor o peor contados, será entonces vivo y general. Este momento habrá llegado cuando se abran las puertas de la extensa y estrecha cárcel en cuyo aire viciado nos ahogamos, es decir: cuando la furiosa guerra que ahora está en marcha haya terminado de un modo o de otro —y me horroriza decir de un modo o de otro. Me horrorizo de mí mismo y me horroriza la situación violenta en que, por la fuerza del destino, se encuentra el alma alemana. Porque claro está que sólo pienso en uno de los
dos «modos». Sólo con ese modo cuento y en él confío, a despecho de los dictados de mi conciencia ciudadana. Una propaganda que no se da punto de reposo ha conseguido evocar en todos nosotros las consecuencias ruinosas, terribles y definitivas de una derrota alemana, hasta el punto de hacernos temer esta derrota más que cualquier otra cosa en el mundo. Y no obstante, hay algo que algunos de nosotros, en ciertos momentos como avergonzándonos,
en otros con franca resolución, tememos más aun que la derrota alemana, y ello es la victoria alemana." (cap. V)
La presencia del mal en el alma humana es abordada por Thomas Mann en un momento crítico de la historia de Europa en forma de una nueva versión del mito de Fausto. Thomas Mann escribe Doktor Faustus cuando Europa era una "fortaleza asediada, para llevar a los de afuera un soplo de los secretos de nuestra soledad..."
La música y el arte de Durero se funden en esta gran novela como una corriente que nos arrastra...
Jaume Cabré manifestó en una entrevista: "Me interesa mucho la literatura alemana, Thomas Mann… su Doctor Faustus es un libro para idolatrar".
"Preparo este manuscrito con vistas a una época en que las condiciones de la pública atención serán muy distintas y, sin duda alguna, mucho más favorables. El deseo de conocer los detalles de esta vida estremecedora, mejor o peor contados, será entonces vivo y general. Este momento habrá llegado cuando se abran las puertas de la extensa y estrecha cárcel en cuyo aire viciado nos ahogamos, es decir: cuando la furiosa guerra que ahora está en marcha haya terminado de un modo o de otro —y me horroriza decir de un modo o de otro. Me horrorizo de mí mismo y me horroriza la situación violenta en que, por la fuerza del destino, se encuentra el alma alemana. Porque claro está que sólo pienso en uno de los
dos «modos». Sólo con ese modo cuento y en él confío, a despecho de los dictados de mi conciencia ciudadana. Una propaganda que no se da punto de reposo ha conseguido evocar en todos nosotros las consecuencias ruinosas, terribles y definitivas de una derrota alemana, hasta el punto de hacernos temer esta derrota más que cualquier otra cosa en el mundo. Y no obstante, hay algo que algunos de nosotros, en ciertos momentos como avergonzándonos,
en otros con franca resolución, tememos más aun que la derrota alemana, y ello es la victoria alemana." (cap. V)
Albrecht Dürer, El caballero, la muerte y el diablo (1513)
Referencias:
jueves, 19 de junio de 2014
vivir
"... acceptar que viure és aprendre a dur aquest fragment de vida no volguda i les seves conseqüències fins a la mort."
Juame Cabré, L'ombra de l'eunuc, p. 359
Juame Cabré, L'ombra de l'eunuc, p. 359
miércoles, 18 de junio de 2014
Qué está pasando en Irak?
Lo que no nos cuentan... o nos cuentan mal...
La prensa internacional está presentando el repentino derrumbe del Estado iraquí como resultado de la ofensiva del grupo terrorista conocido como EIIL. Pero, ¿quién puede creerse que un Estado poderoso, armado y organizado por Washington pueda desmoronarse en una semana ante un grupo yihadista oficialmente independiente de otro Estado? ¿Y quién puede creer que los mismos que apoyan las acciones del EIIL contra Siria realmente condenan su acción en Irak? Thierry Meyssan revela el lado oculto de las cartas.
Washington reactiva su proyecto de división de Irak
Estados Unidos entrenó a los yihadistas que hoy atacan Irak
La prensa internacional está presentando el repentino derrumbe del Estado iraquí como resultado de la ofensiva del grupo terrorista conocido como EIIL. Pero, ¿quién puede creerse que un Estado poderoso, armado y organizado por Washington pueda desmoronarse en una semana ante un grupo yihadista oficialmente independiente de otro Estado? ¿Y quién puede creer que los mismos que apoyan las acciones del EIIL contra Siria realmente condenan su acción en Irak? Thierry Meyssan revela el lado oculto de las cartas.
Washington reactiva su proyecto de división de Irak
Estados Unidos entrenó a los yihadistas que hoy atacan Irak
Garoña
Porque el problema no es la energía nuclear... el problema es la puta naturaleza que se empeña en hacer cosas raras como maremotos, terremotos, sequías, inundaciones...
Garoña es el prototipo de planta nuclear cuasi eterna... que crea puestos de trabajo y produce, además de mucha energía eléctrica que todos consumimos ávidamente, muuuuuucho dinero para algunos bolsillos insaciables... o sea, progreso, desarrollo... sostenible, claro!, riqueza, crecimiento, bienestar...
Garoña es el prototipo de planta nuclear cuasi eterna... que crea puestos de trabajo y produce, además de mucha energía eléctrica que todos consumimos ávidamente, muuuuuucho dinero para algunos bolsillos insaciables... o sea, progreso, desarrollo... sostenible, claro!, riqueza, crecimiento, bienestar...
martes, 17 de junio de 2014
Fêtes lointaines
“A la nit, a casa, jo estava tocant les Fêtes lointanes de Mompou i plorava pensant que els primers compassos de la primera de les Six pièces pour piano eren el crit desesperat que jo feia al Miquel perquè tornés de França. I em sentia com Penèlope, i la meva tela teixida eren aquelles notes…”
Juame Cabré, L'ombra de l'eunuc, p. 222-223
Juame Cabré, L'ombra de l'eunuc, p. 222-223
comensalidad
Leonardo Boff
Comensalidad significa comer y beber juntos alrededor de la misma mesa. Ésta es una de las referencias más ancestrales de la familiaridad humana, pues en ella se hacen y se rehacen continuamente las relaciones que sostienen la familia.
La mesa, antes que a un mueble, remite a una experiencia existencial y a un rito. Es el lugar privilegiado de la familia, de la comunión y de la hermandad. En ella se comparte el alimento y con él se comunica la alegría de encontrarse, el bienestar sin disimulos, la comunión directa que se traduce en los comentarios sin ceremonia de los hechos cotidianos, en las opiniones sin censura de los acontecimientos de la crónica local, nacional e internacional.
Los alimentos son algo más que cosas materiales. Son sacramentos de encuentro y de comunión. El alimento es apreciado y es objeto de comentarios. La mayor alegría de la madre o de quien cocina es notar la satisfacción de los comensales.
Pero debemos reconocer que la mesa es también lugar de tensiones y de conflictos familiares, donde las cosas se discuten abiertamente, se explicitan las diferencias y pueden establecerse acuerdos, donde existen también silencios perturbadores que revelan todo un malestar colectivo. La cultura contemporánea ha modificado de tal forma la lógica del tiempo cotidiano en función del trabajo y de la productividad que ha debilitado la referencia simbólica de la mesa. Ésta ha quedado reservada para los domingos o para los momentos especiales, de fiesta o de aniversario, cuando los familiares y amigos se encuentran. Pero, por regla general, ha dejado de ser el punto de convergencia permanente de la familia. La mesa familiar ha sido sustituida lamentablemente por el fast food, comida rápida que sólo hace posible la nutrición, pero no la comensalidad.
La comensalidad es tan central que está ligada a la propia esencia del ser humano en cuanto humano. Hace siete millones de años habría comenzado la separación lenta y progresiva entre los simios superiores y los humanos, a partir de un ancestro común. La especificidad del ser humano surgió de forma misteriosa y de difícil reconstrucción histórica. Sin embargo, etnobiólogos y arqueólogos llaman nuestra atención sobre un hecho singular: cuando nuestros antepasados antropoides salían a recolectar frutos, semillas, caza y peces no comían individualmente lo que conseguían reunir. Tomaban los alimentos y los llevaban al grupo. Y ahí practicaban la comensalidad: distribuían los alimentos entre ellos y los comían grupal y comunitariamente.
Así, la comensalidad, que supone la solidaridad y la cooperación de unos con otros, permitió el primer salto de la animalidad en dirección a la humanidad. Fue sólo un primerísimo paso, pero decisivo, porque le cupo inaugurar la característica básica de la especie humana, diferente de otras especies complejas (entre los chimpancés y nosotros hay solamente un 1,6% de diferencia genética): la comensalidad, la solidaridad y la cooperación en el acto de comer. Y esa pequeña diferencia marca toda la diferencia.
Esa comensalidad que ayer nos hizo humanos, continúa todavía hoy haciéndonos siempre de nuevo humanos. Por eso, importa reservar tiempos para la mesa en su sentido pleno de la comensalidad y de la conversación libre y desinteresada. Ella es una de las fuentes permanentes de renovación de la humanidad hoy globalmente anémica.
sábado, 14 de junio de 2014
L'ombra de l'eunuc
Jaume Cabré, L'ombra de l'eunuc, Barcelona, 2010
El poder de la palabra... "el camí, la veritat i la vida..."
La palabra se hizo realidad... la literatura creó la realidad... y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros...
Podría ser considerada como una crónica de los años finales del franquismo, una historia familiar, una novela de intriga... pero lo que es de verdad es una historia de sentimientos, de frustraciones, de ilusiones, de desdichas, de penas, tristezas, alegrías... como suelen ser las historias que cuenta Jaume Cabré...
"He perdut la fe en la raó i només em queda el sentiment..." (p. 461)
Cada uno de los personajes de las novelas de Jaume Cabré es uno y muchos a la vez, y todos ellos consiguen emocionar, conmover, hacer que lleguen a ser conocidos de toda la vida... Y cuando acabas de leer sus novelas, sus personajes han pasado a formar parte de tu vida, de una manera que ya nunca puedes deshacerte de ellos... siguen viviendo siempre contigo y, de vez en cuando, te acuerdas de ellos y piensas... "qué será de Miquel Gensana... o de Adriá Ardèvol... que hubieran pensado en esta o en esta otra circunstancia, cuáles habrían sido sus reflexiones... qué les habría ocurrido..."
El poder de la palabra... "el camí, la veritat i la vida..."
La palabra se hizo realidad... la literatura creó la realidad... y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros...
Podría ser considerada como una crónica de los años finales del franquismo, una historia familiar, una novela de intriga... pero lo que es de verdad es una historia de sentimientos, de frustraciones, de ilusiones, de desdichas, de penas, tristezas, alegrías... como suelen ser las historias que cuenta Jaume Cabré...
"He perdut la fe en la raó i només em queda el sentiment..." (p. 461)
Cada uno de los personajes de las novelas de Jaume Cabré es uno y muchos a la vez, y todos ellos consiguen emocionar, conmover, hacer que lleguen a ser conocidos de toda la vida... Y cuando acabas de leer sus novelas, sus personajes han pasado a formar parte de tu vida, de una manera que ya nunca puedes deshacerte de ellos... siguen viviendo siempre contigo y, de vez en cuando, te acuerdas de ellos y piensas... "qué será de Miquel Gensana... o de Adriá Ardèvol... que hubieran pensado en esta o en esta otra circunstancia, cuáles habrían sido sus reflexiones... qué les habría ocurrido..."
La historia de un ángel: la última obra de Alban Berg
"Van acabar, amb aquella mena de coda en què el violí es fa amo de tota l'expressió poètica del concert i a poc a poc, amb filagarses de la coral de Bach, es va elevant màgicament, amunt, amunt, reconvertint la coral en l'arpegi inicial, fent un resum global del que havia estat la vida del concert, com aquelles visions que tenen els moribunds, que diu que els passa tota la vida pel davant en uns segons, fins arribar al sol natural impossible..." (p. 443)
Jaume Cabré: Literatura i música (Tesis doctoral de Mònica Ortiz de Pinedo)
Entrevista a Jaume Cabré
Página web de Jaume Cabré
Jaume Cabré: Literatura i música (Tesis doctoral de Mònica Ortiz de Pinedo)
Entrevista a Jaume Cabré
Página web de Jaume Cabré
The Lass of Aughrim
La chica de Aughrim
‘The Lass of Aughrim’ es una canción tradicional irlandesa, que adquirió una dimensión literaria y cinematográfica al ser incluida por James Joyce como pieza clave en la trama de su relato ‘The Dead’ (Los muertos), incluido en su libro de relatos ‘Dublineses’ (1914) y llevado al cine por John Huston en 1987. La canción, interpretada en el relato por el tenor Bartell D’Arcy durante la cena de la noche de Reyes en casa de las hermanas Kate y Julia Morkan en Dublín, desencadena la última reflexión que propone Joyce a través de un matrimonio invitado a la cena, los Conroy: Gretta Conroy siente nostalgia al escuchar la canción y le cuenta a su marido Gabriel la historia de un antiguo novio llamado Michael Furey que la cortejaba de joven cuando vivía en Galway y que, al partir a Dublín, se despidió de ella bajo la lluvia, lo que le hizo enfermar, muriendo a los pocos días. Gabriel Conroy concluye: “Mejor pasar audaz al otro mundo en el apogeo de una pasión que marchitarse consumido funestamente por la vida”.
Parece ser que esa historia a James Joyce se la contó su mujer Nora Barnacle, natural de Galway. Allí tuvo un jovencísimo amante que le cantaba ‘The Lass of Aughrim’ y que murió de pulmonía tras una triste despedida en una noche fría y lluviosa, en la que le dijo que no quería seguir viviendo si ella se trasladaba a la capital. Joyce quedó profundamente conmocionado, sin que ese recuerdo le abandonara nunca. En una carta para Nora, Joyce escribe en 1909: “Hace una hora estaba cantando tu canción, The Lass of Aughrim. Cuando canto esta encantadora tonada empiezo a llorar y mi voz tiembla con emoción”.
Por: Chesús Yuste
‘The Lass of Aughrim’
If you be the lass of Aughrim
As I am taking you mean to be
Tell me the first token
That passed between you and me.
The rain falls on my yellow locks
And the dew it wets my skin;
My babe lies cold within my arms:
Lord Gregory let me in.
Oh Gregory, don’t you remember
One night on the hill,
When we swapped rings off each other’s hands,
Sorely against my will?
Mine was of the beaten gold,
Yours was but black tin.
Oh if you be the lass of Aughrim,
As I suppose you not to be
Come tell me the last token
That passed between you and me.
Oh Gregory don’t you remember
One night on the hill
When we swapped smocks off each other’s backs,
Sorely against my will?
Mine was of the Holland fine,
Yours was but scotch cloth.
‘La chica de Aughrim’
Si eres la chica de Aughrim
como tú dices ser,
dime cuál fue la primera prenda
que se cruzó entre tú y yo.
La lluvia cae sobre mis mechones rubios
y el rocío humedece mi piel;
mi hijo tiene frío en mis brazos;
Lord Gregory, déjame entrar.
Oh, Gregory, ¿no recuerdas
la noche en la colina,
cuando intercambiamos los anillos de manos del uno al otro,
en contra de mi voluntad?
El mío era de oro bruñido,
el tuyo, sin embargo, de estaño negro.
Oh, si tú eres la muchacha de Aughrim,
como supongo que no eres,
ven, dime cuál fue la primera prenda
que se cruzó entre tú y yo.
Oh, Gregory, ¿no te acuerdas
una noche en la colina
cuando intercambiamos los blusones,
en contra de mi voluntad?
El mío era de pura Holanda,
el tuyo, sin embargo, de paño escocés.
If you be the lass of Aughrim
As I am taking you mean to be
Tell me the first token
That passed between you and me.
The rain falls on my yellow locks
And the dew it wets my skin;
My babe lies cold within my arms:
Lord Gregory let me in.
Oh Gregory, don’t you remember
One night on the hill,
When we swapped rings off each other’s hands,
Sorely against my will?
Mine was of the beaten gold,
Yours was but black tin.
Oh if you be the lass of Aughrim,
As I suppose you not to be
Come tell me the last token
That passed between you and me.
Oh Gregory don’t you remember
One night on the hill
When we swapped smocks off each other’s backs,
Sorely against my will?
Mine was of the Holland fine,
Yours was but scotch cloth.
‘La chica de Aughrim’
Si eres la chica de Aughrim
como tú dices ser,
dime cuál fue la primera prenda
que se cruzó entre tú y yo.
La lluvia cae sobre mis mechones rubios
y el rocío humedece mi piel;
mi hijo tiene frío en mis brazos;
Lord Gregory, déjame entrar.
Oh, Gregory, ¿no recuerdas
la noche en la colina,
cuando intercambiamos los anillos de manos del uno al otro,
en contra de mi voluntad?
El mío era de oro bruñido,
el tuyo, sin embargo, de estaño negro.
Oh, si tú eres la muchacha de Aughrim,
como supongo que no eres,
ven, dime cuál fue la primera prenda
que se cruzó entre tú y yo.
Oh, Gregory, ¿no te acuerdas
una noche en la colina
cuando intercambiamos los blusones,
en contra de mi voluntad?
El mío era de pura Holanda,
el tuyo, sin embargo, de paño escocés.
lunes, 9 de junio de 2014
mundo mundial mundializado
grandes negocios de unos pocos a costa de las grandes miserias de muchos...
defendamos nuestros caminos
Un Grande de España imputado por cerrar caminos públicos
Los Amigos de los caminos de Majadahonda llevan años luchando por abrir el camino de Romanillos entre Boadilla y Majadahonda. Presentaron denuncia ante los dos ayuntamientos y vistos los nulos resultados lo llevaron por la vía judicial. Después de muchísimo tiempo, de marchas conjuntas con las asociaciones serranas y múltiples entrevistas, han conseguido que se acumularan las diferentes denuncias en un solo juzgado, con la suerte que el juez es responsable y esta agilizando las actuaciones.
A destacar el Auto del juez en el que reclama a la Guardia Civil de Boadilla del Monte para que dé cuenta del estado actual de los hechos denunciados y, en su caso, "proceda a la paralización y precinto” de las obras que se estén ejecutando en la finca propiedad de los Fitz-James Stuart.
También pide al Ayuntamiento de Boadilla del Monte que informe sobre los hechos y que “concrete el espacio público ocupado” y proceda en su caso a recuperarle en coordinación, de ser necesario, con la Guardia Civil.
A la Comunidad de Madrid se le remitirá una copia de la denuncia presentada para que efectúe un informe sobre los hechos denunciados en relación a la situación en que han quedado el camino de Romanillos a Brunete, de la Vega, de Romanillos a Villanueva de la Cañana y del Huerto.
Insta además el juez a la Policía Local y a los ayuntamientos de Boadilla del Monte y Majadahonda, así como a la Guardia Civil, para que informen sobre los requerimientos o notificaciones realizadas en relación con el caso.
Vamos, lo que suelen hacer casi todos nuestros jueces. (Veremos cuanto tardan en buscarle una nueva plaza).
Jaime Benavides, presidente de la Asociación de Amigos de los Caminos de Majadahonda ha hecho declaraciones denunciando que cree necesario el “hacer un inventario de todos los caminos públicos y vías pecuarias de nuestro país para que hechos así no vuelvan a suceder” a la par que espera que “haya un movimiento participativo que reclame lo que es suyo”.
“Espero que el caso de la ‘Finca Romanillos’ sirva de precedente en toda España porque es algo que está ocurriendo en el 95-99% de los municipios del país”, ha asegurado.
Este es un caso emblemático que quizás podamos usar como bandera y ejemplo. Su repercusión mediática refleja el morbo de alguna prensa con los protagonistas pero tambien que los caminos empiezan a ser un tema de interés general y que si la justicia nos escuchara se acabarían los abusos en poco tiempo. Atención a la importancia de sumar denuncias de vecinos a titulo personal y a contar con el apoyo de entidades de prestigio y solvencia como es el caso de Madrid, Ciudadanía y Patrimonio. una plataforma de profesionales y asociaciones madrileñas que esta consiguiendo repercusión mediática.
CadenaSER: Un Grande de España, citado como imputado por apropiarse de lindes públicas
ElMundo: 42 vecinos perjudicados declararán contra el tío de la Duquesa de Alba
La Vanguardia: Dos imputados por cerrar paso de caminos públicos en Boadilla y Majadahonda
20Minutos: Más de 40 vecinos denuncian al tío de la Duquesa de Alba por invadir un camino público.
El Confidencial: Javier Soto, imputado por presunta apropiación de terreno público
El Plural: Denuncian a familiares de la Duquesa de Alba por adueñarse de terrenos públicos
Digital Boadilla: Dos imputados por cerrar paso de caminos públicos en Boadilla y Majadahonda
http://www.meneame.net/m/actualidad/denuncian-familiares-duquesa-alba-aduenarse-terrenos-publicos
http://contacto-latino.com/redzin/2014-01/14103832/42-vecinos-perjudicados-declararan-contra-el-tio-de-la-duquesa-de-el-mundo/
Los Amigos de los caminos de Majadahonda llevan años luchando por abrir el camino de Romanillos entre Boadilla y Majadahonda. Presentaron denuncia ante los dos ayuntamientos y vistos los nulos resultados lo llevaron por la vía judicial. Después de muchísimo tiempo, de marchas conjuntas con las asociaciones serranas y múltiples entrevistas, han conseguido que se acumularan las diferentes denuncias en un solo juzgado, con la suerte que el juez es responsable y esta agilizando las actuaciones.
A destacar el Auto del juez en el que reclama a la Guardia Civil de Boadilla del Monte para que dé cuenta del estado actual de los hechos denunciados y, en su caso, "proceda a la paralización y precinto” de las obras que se estén ejecutando en la finca propiedad de los Fitz-James Stuart.
También pide al Ayuntamiento de Boadilla del Monte que informe sobre los hechos y que “concrete el espacio público ocupado” y proceda en su caso a recuperarle en coordinación, de ser necesario, con la Guardia Civil.
A la Comunidad de Madrid se le remitirá una copia de la denuncia presentada para que efectúe un informe sobre los hechos denunciados en relación a la situación en que han quedado el camino de Romanillos a Brunete, de la Vega, de Romanillos a Villanueva de la Cañana y del Huerto.
Insta además el juez a la Policía Local y a los ayuntamientos de Boadilla del Monte y Majadahonda, así como a la Guardia Civil, para que informen sobre los requerimientos o notificaciones realizadas en relación con el caso.
Vamos, lo que suelen hacer casi todos nuestros jueces. (Veremos cuanto tardan en buscarle una nueva plaza).
Jaime Benavides, presidente de la Asociación de Amigos de los Caminos de Majadahonda ha hecho declaraciones denunciando que cree necesario el “hacer un inventario de todos los caminos públicos y vías pecuarias de nuestro país para que hechos así no vuelvan a suceder” a la par que espera que “haya un movimiento participativo que reclame lo que es suyo”.
“Espero que el caso de la ‘Finca Romanillos’ sirva de precedente en toda España porque es algo que está ocurriendo en el 95-99% de los municipios del país”, ha asegurado.
Este es un caso emblemático que quizás podamos usar como bandera y ejemplo. Su repercusión mediática refleja el morbo de alguna prensa con los protagonistas pero tambien que los caminos empiezan a ser un tema de interés general y que si la justicia nos escuchara se acabarían los abusos en poco tiempo. Atención a la importancia de sumar denuncias de vecinos a titulo personal y a contar con el apoyo de entidades de prestigio y solvencia como es el caso de Madrid, Ciudadanía y Patrimonio. una plataforma de profesionales y asociaciones madrileñas que esta consiguiendo repercusión mediática.
CadenaSER: Un Grande de España, citado como imputado por apropiarse de lindes públicas
ElMundo: 42 vecinos perjudicados declararán contra el tío de la Duquesa de Alba
La Vanguardia: Dos imputados por cerrar paso de caminos públicos en Boadilla y Majadahonda
20Minutos: Más de 40 vecinos denuncian al tío de la Duquesa de Alba por invadir un camino público.
El Confidencial: Javier Soto, imputado por presunta apropiación de terreno público
El Plural: Denuncian a familiares de la Duquesa de Alba por adueñarse de terrenos públicos
Digital Boadilla: Dos imputados por cerrar paso de caminos públicos en Boadilla y Majadahonda
http://www.meneame.net/m/actualidad/denuncian-familiares-duquesa-alba-aduenarse-terrenos-publicos
http://contacto-latino.com/redzin/2014-01/14103832/42-vecinos-perjudicados-declararan-contra-el-tio-de-la-duquesa-de-el-mundo/
Dublineses
James Joyce, Dublineses, Traducción de Guillermo Cabrera Infante, Alianza, 1981
Breves relatos impresionistas en los que Dublín y los personajes que se mueven por la ciudad se convierten en protagonistas de pequeñas historias, retazos de vidas tristes, miserables... Experiencias, ilusiones, frustraciones, desengaños de gentes que pasan, caminan, recorren Dublín y que personifican aspectos concretos de una forma de ver el mundo y de escribirlo: la de James Joyce. Una forma de mirar y de contar llena de ironía y de mordacidad, pero también de sinceridad.
Breves relatos impresionistas en los que Dublín y los personajes que se mueven por la ciudad se convierten en protagonistas de pequeñas historias, retazos de vidas tristes, miserables... Experiencias, ilusiones, frustraciones, desengaños de gentes que pasan, caminan, recorren Dublín y que personifican aspectos concretos de una forma de ver el mundo y de escribirlo: la de James Joyce. Una forma de mirar y de contar llena de ironía y de mordacidad, pero también de sinceridad.
viernes, 6 de junio de 2014
negacionismo guatemalteco
Hoy en día, en un gran número de países, simplemente decir que no existió el "Holocausto" es considerado como un delito de negacionismo y está gravemente penado. En contraste con esta actitud hipócrita de los llamados países "democráticos" en los que, invocando a la "libertad de expresión", se castiga a quienes manifiestan su opinión sobre según qué cuestiones, el Congreso de Guatemala aprobó hace pocas semanas un "Punto Resolutivo" en el que, en uno de sus "considerandos", se niega explícitamente que hubiera habido un genocidio en Guatemala.
En Guatemala, durante la década de los ochenta del pasado siglo XX, varias decenas de miles -cientos de miles según algunas fuentes- de civiles fueron salvajemente torturados, violados y asesinados por el ejército. Ahora, treinta años después, cuando algunos de los responsables de aquel genocidio empiezan a ser juzgados, los poderes guatemaltecos pretenden, en aras de la reconciliación nacional, negar aquellos hechos, echar tierra sobre ellos, olvidarlos y hasta negar su existencia. El negacionismo practicado por el Congreso de Guatemala no sólo no es delito, sino que pronto se ocuparán de hacer que sea delito afirmar que hubo genocidio.
En Guatemala, durante la década de los ochenta del pasado siglo XX, varias decenas de miles -cientos de miles según algunas fuentes- de civiles fueron salvajemente torturados, violados y asesinados por el ejército. Ahora, treinta años después, cuando algunos de los responsables de aquel genocidio empiezan a ser juzgados, los poderes guatemaltecos pretenden, en aras de la reconciliación nacional, negar aquellos hechos, echar tierra sobre ellos, olvidarlos y hasta negar su existencia. El negacionismo practicado por el Congreso de Guatemala no sólo no es delito, sino que pronto se ocuparán de hacer que sea delito afirmar que hubo genocidio.
las sombras de la iglesia
Luces y sombras... pero sobre todo sombras. Las iglesias, grandes edificios en los que había sitio para todos, construídas con el esfuerzo de las gentes del pueblo, sirvieron durante siglos como lugar de reunión de las comunidades. Eran lugares de reunión en los que las comunidades reforzaban sus lazos, pero también eran lugares en los que los señores poderosos demostraban su poder y sometían al pueblo. Esto último es lo único que queda de las iglesias. La Iglesia Católica ahora hace negocios con las iglesias.
Félix Placer hace algunas reflexiones sobre este tema con motivo de la reapertura al culto de la vitoriana catedral de Santa María:
A LA SOMBRA DE LA CATEDRAL
Félix Placer Ugarte (Teólogo)
Con motivo de la reapertura al culto de la vitoriana catedral de Santa María, Placer hace un repaso de su historia y repara en aspectos como la participación popular en su construcción y mantenimiento, hoy día vía subvención pública, para recordar una de las sombras de la Iglesia, como es el patrimonio del que se ha adueñado «por el sistema nada evangélico de las inmatriculaciones». Afirma que una catedral debe ser signo de una Iglesia «no de propietarios y señores, sino de servidores de un pueblo, en especial para los pobres» y que ha de denunciar la injusticia. Asimismo, recuerda la violenta anexión de Gasteiz por el rey castellano en 1200 y, haciendo una analogía con la cadena humana que este domingo reclamará el derecho a decidir, pide a la Iglesia vasca que reclame su unidad en una provincia eclesiástica vasca.
Todavía rodeada por andamiajes que ocultan su fachada e impiden la entrada por su tradicional plaza al Pórtico de la Gloria, la catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz va a ser reabierta al culto este domingo. Desde los comienzos de su restauración, hace veinte años, «abierta por obras», continúa siendo la admiración de visitantes que descubren su belleza y los secretos arqueológicos que este emblemático templo vitoriano contiene.
Con aportaciones institucionales públicas, también diocesanas, siguiendo el Plan Director de Restauración Integral gestionado y dirigido por la Fundación Catedral Santa María, se ha logrado una magnífica restauración de este templo gótico, reconocido internacionalmente por su valor arqueológico, histórico, cultural, religioso y arquitectónico.
Su construcción fue iniciada en el siglo XIII por Alfonso X, sobre una anterior iglesia-fortaleza proyectada por Alfonso VIII para proteger la «Nova Victoria». Ese era el nombre que Sancho el Sabio dio al antiguo poblado de Gasteiz al otorgarle, en 1181, los Fueros que la reconocían como villa navarra. Tras numantina defensa de la población vitoriana, fue conquistada por el rey castellano en el año 1200. Este rey invasor restauró la ciudad, tras un asolador incendio, y comenzó el templo citado, sobre el que luego se edificaría la actual catedral de Santa María.
En el siglo XV, la iglesia de Santa María fue designada colegiata –título que ostentaba Armentia, antigua sede de la diócesis del mismo nombre– perteneciente entonces a Calahorra, hasta que en 1862 se creó la diócesis de Vitoria, que enmarcaba Araba, Bizkaia y Gipuzkoa; no sin la advertencia política del abad electo de Santo Domingo de la Calzada del peligro que tal decisión implicaba por su «contribución a formar –por su lengua nacional, costumbre y fueros– una nacionalidad distinta y separación política». No cayó en saco roto aquella censura y los obispos, nombrados bajo control de Madrid, aseguraron desde su férreo talante conservador su fidelidad españolista y monárquica en Vascongadas y Nafarroa.
Con el paso del tiempo, los sucesivos arreglos y restauraciones de este monumento (la más importante, su cubierta de madera por otra de piedra que exigió los contrafuerte actuales) fueron parciales e insuficientes hasta que se acometió la reconocida y premiada restauración actual.
Desde el primer templo-fortaleza de su conquistador rey castellano hasta la actualidad, el templo emplazado en la colina de la antigua Gasteiz ha vivido épocas políticas, culturales y sociales difíciles y complejas. La restaurada y esbelta catedral de Vitoria-Gasteiz encierra, por tanto, una historia de siglos donde se proyecta la alargada sombra eclesiástica de notable incidencia ciudadana en el contexto de la dominante cristiandad.
La próxima reapertura de su interior –esperamos que pronto sea concluida su restauración integral– se celebra en tiempos de significativos cambios culturales, sociales y políticos, y se presta a nuevas consideraciones del sentido actual de un templo tan cargado de simbolismo sobre su carácter patrimonial, cultural, religioso y también político.
Sus necesarias pero costosas obras, a punto de ser culminadas en su magnífica restauración, han sido subvencionadas sobre todo por instituciones públicas; en definitiva, por el pueblo, quien costeó con su trabajo y aportaciones su construcción y mantenimiento a lo largo de siete siglos. No puede haber duda entonces de que su patrimonio es común (al igual que otros templos, como se ha demostrado en Nafarroa; en el Estado francés pertenecen al Estado, que concede su usufructo a la Iglesia).
Más allá de este espinoso asunto que ensombrece a una Iglesia que se ha constituido dueña de un extenso patrimonio por el sistema nada evangélico de las inmatriculaciones, una catedral debe ser hoy ante todo signo de una Iglesia no de propietarios y señores, sino de servidores de un pueblo, en especial para los pobres, que denuncia desde el evangelio la injusticias del desempleo y precariedad social, de los desahuciados expulsados de sus viviendas, de presos y presas enfermos –en especial, políticos– privados de derechos básicos, de inmigrantes a los que se niega o dificulta asilo y atención…
En definitiva, la reapertura al culto de la catedral de Vitoria-Gasteiz, tan alabada y reconocida por su lograda restauración, tendrá sentido cristiano si es símbolo también de renovación eclesial donde desaparezcan los «arcos de miedo» jerárquicos para recuperar una Iglesia abierta, pobre, liberadora, profética y samaritana, defensora de la justicia contra los invasores capitalistas, para la construcción de la paz desde los derechos personales y colectivos, euskaldun. Donde su centro no sean los solemnes actos episcopales, sino los más necesitados de nuestra sociedad, en especial en la parte vieja de Gasteiz, como lo vienen haciendo con dedicación ejemplar algunos grupos (Berakah, entre ellos) y parroquia de Santa María, además, por supuesto, de asociaciones vecinales y populares del Casco Viejo de esta ciudad.
Sin olvidar, con las debidas diferencias y rigor históricos y competenciales, una referencia de carácter político. Vitoria, ciudad navarra, fue violentamente anexionada por el rey castellano. Aquella separación política del Reino de Navarra ha durado hasta hoy. Y precisamente el mismo día de la reapertura de esta catedral, una larga cadena humana de manos entrelazadas (Gure Esku Dago), desde Durango hasta Iruñea, reclamará el derecho de decidir cómo debe ser la identidad y relación en un pueblo vasco unido en un régimen diferente. También a la Iglesia vasca le corresponde y urge reclamar su unidad en una provincia eclesiástica vasca, dividida hasta hoy: Vitoria, juntamente con Bilbao, está adscrita a la provincia eclesiástica de Burgos; San Sebastián a Pamplona. También, como símbolo de un pueblo que desde la pluralidad y la solidaridad exige el respeto de sus derechos para desarrollarse, convivir y ser Euskal Herria.
Félix Placer hace algunas reflexiones sobre este tema con motivo de la reapertura al culto de la vitoriana catedral de Santa María:
A LA SOMBRA DE LA CATEDRAL
Félix Placer Ugarte (Teólogo)
Con motivo de la reapertura al culto de la vitoriana catedral de Santa María, Placer hace un repaso de su historia y repara en aspectos como la participación popular en su construcción y mantenimiento, hoy día vía subvención pública, para recordar una de las sombras de la Iglesia, como es el patrimonio del que se ha adueñado «por el sistema nada evangélico de las inmatriculaciones». Afirma que una catedral debe ser signo de una Iglesia «no de propietarios y señores, sino de servidores de un pueblo, en especial para los pobres» y que ha de denunciar la injusticia. Asimismo, recuerda la violenta anexión de Gasteiz por el rey castellano en 1200 y, haciendo una analogía con la cadena humana que este domingo reclamará el derecho a decidir, pide a la Iglesia vasca que reclame su unidad en una provincia eclesiástica vasca.
Todavía rodeada por andamiajes que ocultan su fachada e impiden la entrada por su tradicional plaza al Pórtico de la Gloria, la catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz va a ser reabierta al culto este domingo. Desde los comienzos de su restauración, hace veinte años, «abierta por obras», continúa siendo la admiración de visitantes que descubren su belleza y los secretos arqueológicos que este emblemático templo vitoriano contiene.
Con aportaciones institucionales públicas, también diocesanas, siguiendo el Plan Director de Restauración Integral gestionado y dirigido por la Fundación Catedral Santa María, se ha logrado una magnífica restauración de este templo gótico, reconocido internacionalmente por su valor arqueológico, histórico, cultural, religioso y arquitectónico.
Su construcción fue iniciada en el siglo XIII por Alfonso X, sobre una anterior iglesia-fortaleza proyectada por Alfonso VIII para proteger la «Nova Victoria». Ese era el nombre que Sancho el Sabio dio al antiguo poblado de Gasteiz al otorgarle, en 1181, los Fueros que la reconocían como villa navarra. Tras numantina defensa de la población vitoriana, fue conquistada por el rey castellano en el año 1200. Este rey invasor restauró la ciudad, tras un asolador incendio, y comenzó el templo citado, sobre el que luego se edificaría la actual catedral de Santa María.
En el siglo XV, la iglesia de Santa María fue designada colegiata –título que ostentaba Armentia, antigua sede de la diócesis del mismo nombre– perteneciente entonces a Calahorra, hasta que en 1862 se creó la diócesis de Vitoria, que enmarcaba Araba, Bizkaia y Gipuzkoa; no sin la advertencia política del abad electo de Santo Domingo de la Calzada del peligro que tal decisión implicaba por su «contribución a formar –por su lengua nacional, costumbre y fueros– una nacionalidad distinta y separación política». No cayó en saco roto aquella censura y los obispos, nombrados bajo control de Madrid, aseguraron desde su férreo talante conservador su fidelidad españolista y monárquica en Vascongadas y Nafarroa.
Con el paso del tiempo, los sucesivos arreglos y restauraciones de este monumento (la más importante, su cubierta de madera por otra de piedra que exigió los contrafuerte actuales) fueron parciales e insuficientes hasta que se acometió la reconocida y premiada restauración actual.
Desde el primer templo-fortaleza de su conquistador rey castellano hasta la actualidad, el templo emplazado en la colina de la antigua Gasteiz ha vivido épocas políticas, culturales y sociales difíciles y complejas. La restaurada y esbelta catedral de Vitoria-Gasteiz encierra, por tanto, una historia de siglos donde se proyecta la alargada sombra eclesiástica de notable incidencia ciudadana en el contexto de la dominante cristiandad.
La próxima reapertura de su interior –esperamos que pronto sea concluida su restauración integral– se celebra en tiempos de significativos cambios culturales, sociales y políticos, y se presta a nuevas consideraciones del sentido actual de un templo tan cargado de simbolismo sobre su carácter patrimonial, cultural, religioso y también político.
Sus necesarias pero costosas obras, a punto de ser culminadas en su magnífica restauración, han sido subvencionadas sobre todo por instituciones públicas; en definitiva, por el pueblo, quien costeó con su trabajo y aportaciones su construcción y mantenimiento a lo largo de siete siglos. No puede haber duda entonces de que su patrimonio es común (al igual que otros templos, como se ha demostrado en Nafarroa; en el Estado francés pertenecen al Estado, que concede su usufructo a la Iglesia).
Más allá de este espinoso asunto que ensombrece a una Iglesia que se ha constituido dueña de un extenso patrimonio por el sistema nada evangélico de las inmatriculaciones, una catedral debe ser hoy ante todo signo de una Iglesia no de propietarios y señores, sino de servidores de un pueblo, en especial para los pobres, que denuncia desde el evangelio la injusticias del desempleo y precariedad social, de los desahuciados expulsados de sus viviendas, de presos y presas enfermos –en especial, políticos– privados de derechos básicos, de inmigrantes a los que se niega o dificulta asilo y atención…
En definitiva, la reapertura al culto de la catedral de Vitoria-Gasteiz, tan alabada y reconocida por su lograda restauración, tendrá sentido cristiano si es símbolo también de renovación eclesial donde desaparezcan los «arcos de miedo» jerárquicos para recuperar una Iglesia abierta, pobre, liberadora, profética y samaritana, defensora de la justicia contra los invasores capitalistas, para la construcción de la paz desde los derechos personales y colectivos, euskaldun. Donde su centro no sean los solemnes actos episcopales, sino los más necesitados de nuestra sociedad, en especial en la parte vieja de Gasteiz, como lo vienen haciendo con dedicación ejemplar algunos grupos (Berakah, entre ellos) y parroquia de Santa María, además, por supuesto, de asociaciones vecinales y populares del Casco Viejo de esta ciudad.
Sin olvidar, con las debidas diferencias y rigor históricos y competenciales, una referencia de carácter político. Vitoria, ciudad navarra, fue violentamente anexionada por el rey castellano. Aquella separación política del Reino de Navarra ha durado hasta hoy. Y precisamente el mismo día de la reapertura de esta catedral, una larga cadena humana de manos entrelazadas (Gure Esku Dago), desde Durango hasta Iruñea, reclamará el derecho de decidir cómo debe ser la identidad y relación en un pueblo vasco unido en un régimen diferente. También a la Iglesia vasca le corresponde y urge reclamar su unidad en una provincia eclesiástica vasca, dividida hasta hoy: Vitoria, juntamente con Bilbao, está adscrita a la provincia eclesiástica de Burgos; San Sebastián a Pamplona. También, como símbolo de un pueblo que desde la pluralidad y la solidaridad exige el respeto de sus derechos para desarrollarse, convivir y ser Euskal Herria.
jueves, 5 de junio de 2014
Oración
Niebla en Nebaj, Quiché. Pueblo maya bajo ocupación militar
La Oración
Jean-Marie Simon *
Una
monja guatemalteca relató un incidente descrito por un patrullero
civil, que ocurrió en Tabil, Quiché, dos meses después del golpe de
1983. Después, el mismo patrullero confirmó los siguientes datos:
“En noviembre de 1983, un
hombre, a quien conozco bien, me vino a ver. Estaba llorando, estaba muy
molesto. Me dijo que el ejército había llegado a su aldea y había
presentado a cinco hombres de la misma aldea a la gente de ahí. Eran
prisioneros. Los aldeanos conocían a los hombres, eran sus vecinos. El
comandante les dijo que ellos eran guerrilleros y la patrulla civil
debía decidir qué hacer con ellos: los podían matar —ese era su
problema— o los podían dejar ir. Los militares dijeron que iban a
regresar para ver qué decisión habían tomado”.
“La patrulla civil no sabía
qué hacer. ‘¿Cómo vamos a matar a gente inocente?’, se acongojaron.
Estaban muy molestos porque sabían que sus vecinos no eran guerrilleros.
Todo ese tiempo, mientras decidían qué hacer, los cinco hombres estaban
parados ahí, al lado de ellos, y escuchaban. La mayoría de patrulleros
eran catequistas y decidieron orar a Dios para que les dijera qué hacer.
Todos empezaron a orar, los patrulleros y los condenados también.
Tomaron una decisión comunitaria de matar a los prisioneros porque, ‘si
nosotros no los matamos, ellos van a regresar y a masacrar a toda la
aldea, y las mujeres y los niños van a morir también’. Ya habían
experimentado las matanzas del ejército”.
“Les dijeron a los
prisioneros que los iban a matar, no porque creyeran que fueran
guerrilleros, sino simplemente para evitar una masacre. Les pidieron a
los condenados que los perdonaran por lo que estaban a punto de hacer, y
le pidieron perdón a Dios también, por tener que tomar esa terrible
decisión”.
“Todos en la aldea se
formaron y abrazaron a los condenados para despedirse de sus compañeros y
les pidieron perdón. Les pidieron a los hombres que comprendieran que
lo hacían por el bien de la aldea, y que era mejor que muriesen cinco
que toda la comunidad después. Uno de los cinco, el vecino del hombre
que me contó esto, le pidió que ‘por favor cuidara a su viuda y a sus
hijos, para que no murieran de hambre y que por favor cuidara sus
siembras y ayudara a las viudas a cosechar el maíz’”.
“Los hombres les dispararon a
los cinco prisioneros. Para su sorpresa, el ejército llegó momentos
después del asesinato; se habían escondido en un lugar cercano para ver
qué hacía la gente. Ese día, había cinco nuevas viudas y 18 huérfanos en
esa comunidad”.
*Jean-Marie Simon vivió y
trabajó en Guatemala entre 1980 y 1988. Documentó el conflicto, tanto en
el área urbana como en la rural. Sobre todo en la región ixil, en donde
realizó la mayor parte de su proyecto. Se considera que en ese lugar
ocurrió genocidio, delito por el cual se realiza el juicio contra José
Efraín Ríos Montt y José Rodríguez Sánchez.
Guatemala: eterna tiranía
Jean-Marie Simon, Guatemala: eterna primavera, eterna tiranía
Blog de Jean-Marie Simon
Leer en línea
Guatemala: indelebles imágenes de un genocidio
Los retratos de la eterna tiranía
Jean-Marie Simon tenía 26 años cuando pisó por primera vez Guatemala, en diciembre de 1980. Venía contratada por Amnistía Internacional (AI) para tomar fotos del Palacio Nacional, que ilustraría un informe sobre cómo los asesinatos políticos se ordenaban desde el Ejecutivo.
Blog de Jean-Marie Simon
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Guatemala: indelebles imágenes de un genocidio
Los retratos de la eterna tiranía
Jean-Marie Simon tenía 26 años cuando pisó por primera vez Guatemala, en diciembre de 1980. Venía contratada por Amnistía Internacional (AI) para tomar fotos del Palacio Nacional, que ilustraría un informe sobre cómo los asesinatos políticos se ordenaban desde el Ejecutivo.
miércoles, 4 de junio de 2014
Titular de hoy: Guatemala
“Creo que el derecho de la guerra nos autoriza a devastar el país, que debemos hacerlo, bien destruyendo los cultivos en la época de la cosecha, bien lanzando en cualquier momento esas incursiones rápidas que se denominan razias y cuyo objetivo es apoderarse de hombres y rebaños.” (Alexis de Tocqueville, Travail sur l’Algerie, 1841)
Pequeña tertulia sobre "Titular de hoy: Guatemala"
Pequeña tertulia sobre "Titular de hoy: Guatemala"
martes, 3 de junio de 2014
oligarca
Oligarca: término frecuentemente utilizado en los medios de comunicación occidentales para referirse a los grandes hombres de negocios que controlan la política en la extinta URSS. Los que hacen lo mismo en "occidente" son señores muy respetables a quienes sólo se refieren por su nombre y apellido.
ONG
Las ONG... otro invento del neoliberalismo. Las ONG sustituyen al Estado en su función redistribuidora de la riqueza a un coste económico reducido y con una gran rentabilidad política. Esto es lo que nos dice Arundhati Roy sobre las ONG:
"Otro peligro que amenaza a los movimientos de masas es la ONG-ización de la resistencia. Será fácil distorsionar lo que voy a decir para que parezca una acusación a todas las ONG. Eso sería falso. En las sucias aguas de las ONG de pega montadas para chupar subvenciones o eludir impuestos (en estados como Bihar se regalan como dote) también existen ONG que realizan labores valiosas. Pero es importante observar el fenómeno de las ONG en un contexto político más amplio.
En la India, por ejemplo, el apogeo de las ONG subvencionadas comenzó a finales de los años 80 y en los 90, coincidiendo con la apertura de los mercados indios al neoliberalismo. En aquel momento, el estado indio, cumpliendo los requisitos del ajuste estructural correspondiente, estaba retirando su apoyo financiero al desarrollo rural, la agricultura, la energía, el transporte y la sanidad pública. A medida que el estado abdicaba su función tradicional las ONG se pusieron a trabajar en estas áreas específicas. La diferencia, evidentemente, es que los fondos que tienen a su disposición son una fracción minúscula del recorte que se realizó en el gasto público. La mayoría de las grandes ONG subvencionadas están financiadas y patrocinadas por las agencias de ayuda y desarrollo, que a su vez dependen para su financiación de los gobiernos occidentales, el Banco Mundial, la ONU y algunas corporaciones multinacionales. Aunque no sean exactamente las mismas agencias, siguen siendo parte del mismo mundillo político que supervisa el proyecto neoliberal y que exige el recorte drástico del gasto público.
¿Cuál es la razón por la que estas agencias financian a las ONG? ¿Podría ser a causa del anticuado afán misionero? ¿Será el sentido de culpabilidad? En realidad, es algo más que eso. Las ONG dan la impresión de estar llenando el vacío creado por el estado en retirada. Sí que lo hacen, pero de forma materialmente inconsecuente. Su contribución real es que por medio de ellas se descarga la rabia política y que reparten como asistencia o caridad lo que corresponde al pueblo por derecho.
Las ONG alteran la psique pública. Convierten a las personas en víctimas desvalidas y mellan las puntas de la resistencia política. Las ONG forman una especie de parachoques entre el "sarkar" y el "public". Entre el imperio y sus súbditos. Se han convertido en árbitros, intérpretes, mediadores.
En última instancia, las ONG son responsables de sus acciones ante los que las financian, no ante las personas con las que trabajan. Son lo que llamarían los botánicos especies indicadoras. Es como si, cuanto más devastación produzca el neoliberalismo, más ONG surgen. No hay ilustración más pertinente que el fenómeno de EEUU preparándose a invadir un país y simultáneamente preparando a las ONG para que fueran a limpiar los despojos.
Con el fin de asegurarse la financiación y conseguir que los gobiernos de los países donde trabajan les permitan actuar, las ONG tienen que presentar su trabajo dentro de un marco superficial más o menos exento de contexto histórico o político. Por lo menos, de un contexto histórico o político inconveniente.
Las llamadas de socorro apolíticas (y, por lo tanto, extremadamente políticas en realidad) que envían los países pobres y las regiones en guerra acaban por formar una imagen en la que aquellas gentes (oscuras) de aquellos países (oscuros) aparecen como víctimas patológicas. Otro indio desnutrido más, otro etíope que se muere de hambre, otro campo de refugiados afganos, otro sudanés mutilado... todos los cuales necesitan la ayuda del hombre blanco. Estas imágenes refuerzan sin querer los estereotipos racistas y reafirman las hazañas, las comodidades y la compasión ("es todo por tu bien") de la civilización occidental. Son los misioneros seglares del mundo moderno.
A la larga, a menor escala pero de una forma más traicionera, el capital de que disponen las ONG tiene la misma función en la política alternativa que el capital especulativo que entra y sale de las economías de los países pobres: empieza a dictar el orden del día, convierte el conflicto en negociación, despolitiza a la resistencia, interfiere con los movimientos populares locales que tradicionalmente se han mantenido por sí solos. Las ONG disponen de fondos para dar empleos a personas que, de no ser así, trabajarían en los movimientos de resistencia, pero que de esta manera sienten que están haciendo algo inmediata y creativamente bueno, y encima se ganan la vida. La auténtica resistencia política no tiene atajos de esos.
La ONG-ización de la política amenaza con hacer de la resistencia un trabajo cortés, razonable, con su salario y su jornada de 9 a 5, más algunos extras. La verdadera resistencia tiene consecuencias de verdad. Y no paga salarios."
Arundhati Roy, "¿Con qué detergente lavas? El poder público en la era del Imperio", Conferencia pronunciada en San Francisco el 16 de agosto de 2004
Más artículos de Arundhati Roy
"Otro peligro que amenaza a los movimientos de masas es la ONG-ización de la resistencia. Será fácil distorsionar lo que voy a decir para que parezca una acusación a todas las ONG. Eso sería falso. En las sucias aguas de las ONG de pega montadas para chupar subvenciones o eludir impuestos (en estados como Bihar se regalan como dote) también existen ONG que realizan labores valiosas. Pero es importante observar el fenómeno de las ONG en un contexto político más amplio.
En la India, por ejemplo, el apogeo de las ONG subvencionadas comenzó a finales de los años 80 y en los 90, coincidiendo con la apertura de los mercados indios al neoliberalismo. En aquel momento, el estado indio, cumpliendo los requisitos del ajuste estructural correspondiente, estaba retirando su apoyo financiero al desarrollo rural, la agricultura, la energía, el transporte y la sanidad pública. A medida que el estado abdicaba su función tradicional las ONG se pusieron a trabajar en estas áreas específicas. La diferencia, evidentemente, es que los fondos que tienen a su disposición son una fracción minúscula del recorte que se realizó en el gasto público. La mayoría de las grandes ONG subvencionadas están financiadas y patrocinadas por las agencias de ayuda y desarrollo, que a su vez dependen para su financiación de los gobiernos occidentales, el Banco Mundial, la ONU y algunas corporaciones multinacionales. Aunque no sean exactamente las mismas agencias, siguen siendo parte del mismo mundillo político que supervisa el proyecto neoliberal y que exige el recorte drástico del gasto público.
¿Cuál es la razón por la que estas agencias financian a las ONG? ¿Podría ser a causa del anticuado afán misionero? ¿Será el sentido de culpabilidad? En realidad, es algo más que eso. Las ONG dan la impresión de estar llenando el vacío creado por el estado en retirada. Sí que lo hacen, pero de forma materialmente inconsecuente. Su contribución real es que por medio de ellas se descarga la rabia política y que reparten como asistencia o caridad lo que corresponde al pueblo por derecho.
Las ONG alteran la psique pública. Convierten a las personas en víctimas desvalidas y mellan las puntas de la resistencia política. Las ONG forman una especie de parachoques entre el "sarkar" y el "public". Entre el imperio y sus súbditos. Se han convertido en árbitros, intérpretes, mediadores.
En última instancia, las ONG son responsables de sus acciones ante los que las financian, no ante las personas con las que trabajan. Son lo que llamarían los botánicos especies indicadoras. Es como si, cuanto más devastación produzca el neoliberalismo, más ONG surgen. No hay ilustración más pertinente que el fenómeno de EEUU preparándose a invadir un país y simultáneamente preparando a las ONG para que fueran a limpiar los despojos.
Con el fin de asegurarse la financiación y conseguir que los gobiernos de los países donde trabajan les permitan actuar, las ONG tienen que presentar su trabajo dentro de un marco superficial más o menos exento de contexto histórico o político. Por lo menos, de un contexto histórico o político inconveniente.
Las llamadas de socorro apolíticas (y, por lo tanto, extremadamente políticas en realidad) que envían los países pobres y las regiones en guerra acaban por formar una imagen en la que aquellas gentes (oscuras) de aquellos países (oscuros) aparecen como víctimas patológicas. Otro indio desnutrido más, otro etíope que se muere de hambre, otro campo de refugiados afganos, otro sudanés mutilado... todos los cuales necesitan la ayuda del hombre blanco. Estas imágenes refuerzan sin querer los estereotipos racistas y reafirman las hazañas, las comodidades y la compasión ("es todo por tu bien") de la civilización occidental. Son los misioneros seglares del mundo moderno.
A la larga, a menor escala pero de una forma más traicionera, el capital de que disponen las ONG tiene la misma función en la política alternativa que el capital especulativo que entra y sale de las economías de los países pobres: empieza a dictar el orden del día, convierte el conflicto en negociación, despolitiza a la resistencia, interfiere con los movimientos populares locales que tradicionalmente se han mantenido por sí solos. Las ONG disponen de fondos para dar empleos a personas que, de no ser así, trabajarían en los movimientos de resistencia, pero que de esta manera sienten que están haciendo algo inmediata y creativamente bueno, y encima se ganan la vida. La auténtica resistencia política no tiene atajos de esos.
La ONG-ización de la política amenaza con hacer de la resistencia un trabajo cortés, razonable, con su salario y su jornada de 9 a 5, más algunos extras. La verdadera resistencia tiene consecuencias de verdad. Y no paga salarios."
Arundhati Roy, "¿Con qué detergente lavas? El poder público en la era del Imperio", Conferencia pronunciada en San Francisco el 16 de agosto de 2004
Más artículos de Arundhati Roy
memoria histórica
Lo que se suele llamar "memoria histórica" es más o menos esto: "no olvidemos las desgracias que hemos sufrido, pero mantengamos tanto como sea posible el silencio sobre nuestros propios crímenes" (Eric Hazan, LQR La propaganda de cada día, p. 83)
lunes, 2 de junio de 2014
heredero de la corona...
"... mi hijo Felipe, heredero de la corona..."
Pues si es heredero de la corona... no tenemos ningún inconveniente... que le den la corona y que se vaya bien lejos con ella y nos deje tranquilos.
Hace ahora 300 años nos vino el primer Borbón... nada menos que el demente Felipe V...
300 años después nos amenazan con un nuevo Borbón... Felipe VI... si no hacemos nada para echarlo es porque los dementes somos nosotros.
Pues si es heredero de la corona... no tenemos ningún inconveniente... que le den la corona y que se vaya bien lejos con ella y nos deje tranquilos.
Hace ahora 300 años nos vino el primer Borbón... nada menos que el demente Felipe V...
300 años después nos amenazan con un nuevo Borbón... Felipe VI... si no hacemos nada para echarlo es porque los dementes somos nosotros.
libros
"... arrojaron los libros al suelo y los pisotearon y destrozaron ante mis ojos (...) Les rogué que no los maltratasen, porque muchos libros no son peligrosos, (aunque uno solo sí lo es;) y les dije que la lectura de muchos libros conduce a la sabiduría, pero la lectura de uno solo, a la estulticia, el odio y el fanatismo."
Danilo Kiš, Una tumba para Boris Davidovich, p. 121
Danilo Kiš, Una tumba para Boris Davidovich, p. 121
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