Tras pasarse la vida en los quirófanos, le llegó el momento de la jubilación, y sus manos, sin el bisturí, se quedaron vacías. Un vacío que amenazaba con invadirle por completo… así que sustituyó el bisturí por la pluma y cambió el quirófano por un lugar tranquilo para escribir. El resultado fueron dos novelas, “Goiko” fue la primera, la segunda, “Quintupeu”… No son la obra de un escritor consagrado, pero su lectura es un pequeño placer y todo un descubrimiento…
Carlos Bidegain en Aben Zayde