sábado, 14 de septiembre de 2013

verdugos

"El verdugo no obedece órdenes. Simplemente hace su trabajo; no odia a las personas a las que ejecuta, no lo hace por venganza, no las mata porque se interpongan en su camino o lo amenacen o lo ataquen. Le son completamente indiferentes. Tan indiferentes, que le da lo mismo matarlas o no matarlas."

Bernard Schlink, El lector, Anagrama, Barcelona, 1997, p. 143