Este escritorzuelo y gran gestor cultural, que pontifica, como quien construye puentes que no sirven para nada como los de Calatrava, sobre lo que es arte y lo que es democracia, y que establece odiosas comparaciones entre Isabel Allende y García Márquez como si fueran margarinas o mantequillas, no sabe lo que es kitsch, ni sabe lo que es arte, ni sabe lo que es escribir bien, ni entiende, ni quiere entender lo que ocurre en Cataluña. Desde luego que los nacionalismos son un pequeño vicio burgués, pero hay algunos que no son 'kitsch', sino 'cutres' como el nacionalismo español que le despierta tantas pasiones a este escribidorcillo que viene a ser algo así como tocino rancio en comparación con el aceite de oliva de tantos y tantos buenos escritores entre los que se encuentran algunos de los que él considera de escasa calidad.
Cuando tan torpe la razón se halla,
mejor habla, señor, quien mejor calla.
Calderón de la Barca, La vida es sueño, versos 1622-1623