Los comentarios de Félix Rodrigo Mora se apoyan en los textos del Apocalipsis para mostrar sus ideas sobre la revolución integral, sobre la que, en un momento histórico como el presente de derrumbe de un sistema basado en la codicia, es necesario pensar para poder construir sociedades basadas en la convivencia, en la ayuda mutua, en el amor, y en el "esfuerzo y servicio desinteresados", en las que la vida, en armonía con la naturaleza, sea algo más que producir-consumir codiciosamente antes de morir...
los pensamientos de un cabrero
pensamientos, reflexiones, ocurrencias, lecturas...
mientras pastoreo mis cabras
martes, 29 de julio de 2014
Comentarios al Apocalipsis
Al igual que Beato de Liébana hizo sus propios comentarios al Apocalipsis en el siglo VIII, hoy, más de mil doscientos años después, Félix Rodrigo Mora nos ofrece los suyos. El Apocalipsis es la revelación que el evangelista Juan quería transmitir a las primeras comunidades cristianas sobre los sucesos que estaban aconteciendo en el mundo en aquel momento y sobre lo que sucedería después. Las primitivas comunidades cristianas constituyeron un germen revolucionario para la sociedad en la que vivían. Un germen revolucionario que pronto fue absorvido por el poder y anulado. Algunos siglos más tarde, durante la Alta Edad Media, este germen, adormecido durante siglos, dio lugar a nuevas experiencias, que se pueden considerar como revolucionarias por su poder de transformación del mundo en un sentido comunitario y convivencial: las pequeñas comunidades monásticas dúplices (de ambos sexos) que también fueron absorvidas y anuladas por el poder...
Los comentarios de Félix Rodrigo Mora se apoyan en los textos del Apocalipsis para mostrar sus ideas sobre la revolución integral, sobre la que, en un momento histórico como el presente de derrumbe de un sistema basado en la codicia, es necesario pensar para poder construir sociedades basadas en la convivencia, en la ayuda mutua, en el amor, y en el "esfuerzo y servicio desinteresados", en las que la vida, en armonía con la naturaleza, sea algo más que producir-consumir codiciosamente antes de morir...
Los comentarios de Félix Rodrigo Mora se apoyan en los textos del Apocalipsis para mostrar sus ideas sobre la revolución integral, sobre la que, en un momento histórico como el presente de derrumbe de un sistema basado en la codicia, es necesario pensar para poder construir sociedades basadas en la convivencia, en la ayuda mutua, en el amor, y en el "esfuerzo y servicio desinteresados", en las que la vida, en armonía con la naturaleza, sea algo más que producir-consumir codiciosamente antes de morir...
domingo, 27 de julio de 2014
Zuckerman desencadenado
Philip Roth, Zuckerman desencadenado, Traducción de Ramón Buenaventura, DeBolsillo, 2007
O De cómo me las apañé en mi tiempo libre para convertir la fama y la fortuna en un tremendo fracaso (p. 224)
Segunda novela (1981) de Philip Roth que tiene como protagonista al escritor Nathan Zuckerman. El inconfundible estilo de Philip Roth va madurando poco a poco... la verdad es que está como una cabra...
O De cómo me las apañé en mi tiempo libre para convertir la fama y la fortuna en un tremendo fracaso (p. 224)
Segunda novela (1981) de Philip Roth que tiene como protagonista al escritor Nathan Zuckerman. El inconfundible estilo de Philip Roth va madurando poco a poco... la verdad es que está como una cabra...
manosexualidad
En su gusto por lo binario, para el Estado policial sólo existen hombres y mujeres, lo mismo que existen, tanto entre los hombres como entre las mujeres, homosexuales y heterosexuales. No caben otras posibilidades. En la realidad existen hombres-mujeres o mujeres-hombres (ver la película XXY), pero estos seres no tienen cabida en nuestras sociedades, aun cuando en culturas ancestrales había sitio para ellos-ellas. Hoy, en nuestras sociedades, se les opera y se les convierte o en hombres o en mujeres.
Nuestras sociedades se empeñan en poner etiquetas a todo y los comportamientos sexuales humanos también deben ser etiquetados, por lo que han decidido que haya hombres homosexuales, hombres heterosexuales, mujeres homosexuales y mujeres heterosexuales. Las categorías binarias se subdividen a su vez en nuevas categoría binarias. Sin embargo, los comportamientos sexuales son eso, comportamientos, no identidades, y no tienen por qué ser fijos, estables y para siempre. Se puede ser homosexual durante un rato, luego no ser nada y después ser heterosexual durante algunos meses... Los comportamientos no definen identidades.
Puestos a inventar identidades podríamos crear la identidad "manosexual" en la que encuadraríamos a aquellos hombres o mujeres que prefieren satisfacer sus impulsos sexuales con su propia mano antes que con otras personas, sean estas de su mismo sexo o no. Alguien podría reivindicar el derecho a contraer matrimonio con su mano derecha (o con la izquierda) y hasta poder adoptar niños para crear una bonita familia "manosexual".
géneros de violencia
La "violencia de género" es el nuevo género de violencia que se ha sacado de la manga el Estado policial, militarizado y capitalista para dividir a la población en dos (en general al Estado capitalista le gusta mucho que todo sea binario... ceros y unos... porque sino las cosas se complican demasiado y son más difíciles de manejar, controlar y someter): pobres mujeres a las que hay que proteger y violentos hombres que hay que vigilar y castigar. Y esto, como siempre, lo consigue con el apoyo de los sectores supuestamente más izquierdistas y revolucionarios.
La violencia es siempre violencia, y si queremos que no haya violencia, o al menos que no haya tanta, la mejor solución no es aplicar la violencia contra los violentos. Las leyes, la policía y los ejércitos nunca podrán servir para luchar contra la violencia, pues se trata de instituciones violentas en sí mismas. No podemos distinguir entre violencias... violencia de hombres contra mujeres, de hombres "homosexuales" contra mujeres, de hombres contra hombres, de mujeres contra mujeres, de mujeres contra hombres de mujeres "homosexuales" contra mujeres "heterosexuales", de mujeres "heterosexuales" contra hombres "homosexuales", de hombres contra niños, de niños contra mujeres, de curas contra niños, de hombres y mujeres contra perros y gatos, o contra vacas o toros... las combinaciones son casi infinitas... La violencia es violencia. Luchar específicamente contra un tipo de violencia significa restar importancia a los otros tipos. Pero hoy, el Estado policial, en su gusto por lo binario, ha optado, por simplificarlo de tal manera que, al parecer, sólo existen dos tipos de violencia: la violencia de género o violencia machista y las demás.
Si de verdad existe la categoría de violencia contra las mujeres, donde la encontramos continuamente es en las revistas de moda con títulos como "Mujer hoy" y cosas parecidas, en los anuncios de televisión, en las teleseries, en los anuncios callejeros, incluso en los escaparates de las tiendas de juguetes.
Sobre este tema, Prado Esteban nos ofrece algunas claves interpretativas de extraordinario interés:
Legislar Contra El Amor: La Ley De Violencia De Género Y La Construcción Del Estado Policial Y Totalitario
La ley de Violencia de Género de 2004 (en adelante LOVG) fue aprobada por unanimidad en un parlamento mayoritariamente masculino (solo el 36% de los parlamentarios eran mujeres). La anuencia general que ha tenido esta legislación expresa su importancia capital para el Estado y la sitúa en la misma categoría que las directrices fundamentales del sistema como lo es la Constitución de 1978.
Los datos de su aplicación son estremecedores: El 13% de la población reclusa son varones castigados por delitos tipificados en la ley, una parte importante de esos delitos, de ser cometidos por mujeres, tendrían la categoría de faltas y no conllevarían penas de cárcel. Durante los primeros cinco años de vida de la ley más de cien mil hombres han sufrido algún tipo de condena o medida penal. El gobierno considera que las cien mil denuncias anuales que se producen no representan sino la cuarta parte de las que se deberían poner (1) por lo que hay que calcular que si los varones encarcelados por violencia de género son nueve mil en este momento podrían llegar pronto a las treinta y seis mil, es decir, incrementaría la población reclusa en un 50% creándose auténticos campos de concentración. Por otro lado, la aplicación de esta norma no solo no ha resuelto el problema de la muerte de mujeres por sus parejas sino que las víctimas (2) han seguido aumentando, un crecimiento que es producto precisamente del enconamiento, el resentimiento y la hostilidad que la ley, la machacante propaganda de los medios y el sistema educativo, entre otras causas, genera en las relaciones de los sexos.
Tal normativa tiene efectos muy beneficiosos para la máquina estatal capitalista que azuza la discordia entre mujeres y hombres como pretexto para seguir ampliando el estado militar y policial y la judicialización de la vida social a la vez que ensaya procedimientos excepcionales para el control y dominación de la población civil como las pulseras de seguimiento y vigilancia y para la manipulación mental masiva a través de las medidas (judiciales o no) de reeducación como las que actualmente se llevan a cabo con los hombres para la creación de lo que llaman la “nueva masculinidad”.
La violencia es siempre violencia, y si queremos que no haya violencia, o al menos que no haya tanta, la mejor solución no es aplicar la violencia contra los violentos. Las leyes, la policía y los ejércitos nunca podrán servir para luchar contra la violencia, pues se trata de instituciones violentas en sí mismas. No podemos distinguir entre violencias... violencia de hombres contra mujeres, de hombres "homosexuales" contra mujeres, de hombres contra hombres, de mujeres contra mujeres, de mujeres contra hombres de mujeres "homosexuales" contra mujeres "heterosexuales", de mujeres "heterosexuales" contra hombres "homosexuales", de hombres contra niños, de niños contra mujeres, de curas contra niños, de hombres y mujeres contra perros y gatos, o contra vacas o toros... las combinaciones son casi infinitas... La violencia es violencia. Luchar específicamente contra un tipo de violencia significa restar importancia a los otros tipos. Pero hoy, el Estado policial, en su gusto por lo binario, ha optado, por simplificarlo de tal manera que, al parecer, sólo existen dos tipos de violencia: la violencia de género o violencia machista y las demás.
Si de verdad existe la categoría de violencia contra las mujeres, donde la encontramos continuamente es en las revistas de moda con títulos como "Mujer hoy" y cosas parecidas, en los anuncios de televisión, en las teleseries, en los anuncios callejeros, incluso en los escaparates de las tiendas de juguetes.
Sobre este tema, Prado Esteban nos ofrece algunas claves interpretativas de extraordinario interés:
Legislar Contra El Amor: La Ley De Violencia De Género Y La Construcción Del Estado Policial Y Totalitario
La ley de Violencia de Género de 2004 (en adelante LOVG) fue aprobada por unanimidad en un parlamento mayoritariamente masculino (solo el 36% de los parlamentarios eran mujeres). La anuencia general que ha tenido esta legislación expresa su importancia capital para el Estado y la sitúa en la misma categoría que las directrices fundamentales del sistema como lo es la Constitución de 1978.
Los datos de su aplicación son estremecedores: El 13% de la población reclusa son varones castigados por delitos tipificados en la ley, una parte importante de esos delitos, de ser cometidos por mujeres, tendrían la categoría de faltas y no conllevarían penas de cárcel. Durante los primeros cinco años de vida de la ley más de cien mil hombres han sufrido algún tipo de condena o medida penal. El gobierno considera que las cien mil denuncias anuales que se producen no representan sino la cuarta parte de las que se deberían poner (1) por lo que hay que calcular que si los varones encarcelados por violencia de género son nueve mil en este momento podrían llegar pronto a las treinta y seis mil, es decir, incrementaría la población reclusa en un 50% creándose auténticos campos de concentración. Por otro lado, la aplicación de esta norma no solo no ha resuelto el problema de la muerte de mujeres por sus parejas sino que las víctimas (2) han seguido aumentando, un crecimiento que es producto precisamente del enconamiento, el resentimiento y la hostilidad que la ley, la machacante propaganda de los medios y el sistema educativo, entre otras causas, genera en las relaciones de los sexos.
Tal normativa tiene efectos muy beneficiosos para la máquina estatal capitalista que azuza la discordia entre mujeres y hombres como pretexto para seguir ampliando el estado militar y policial y la judicialización de la vida social a la vez que ensaya procedimientos excepcionales para el control y dominación de la población civil como las pulseras de seguimiento y vigilancia y para la manipulación mental masiva a través de las medidas (judiciales o no) de reeducación como las que actualmente se llevan a cabo con los hombres para la creación de lo que llaman la “nueva masculinidad”.
los hombres y las cosas
“El hombre conquistó el mundo de las cosas pero con un gran riesgo para su alma. Ha terminado por cosificarse. Él mismo se transformó en cosa.”
Ernesto Sábato
Ernesto Sábato
Cocinar: un acto de amor y de rebeldía
Michael Pollan, Cocinar. Una historia natural de la transformación, Traducción de Juan Castilla Plaza, Debate, Barcelona, 2014.
fuego, agua, aire y tierra...
"La fascinación por la manipulación de los alimentos, por las reacciones físicas y químicas que transforman y mejoran los productos básicos —en términos de energía, el alimento al que nuestro cerebro es adicto—, es universal. Es, además, una actividad exclusivamente humana: somos la única especie que cocina. Pero el peso creciente de la industria de la alimentación nos está arrebatando esta sencilla y directa conexión con la naturaleza y nos relega al papel de meros consumidores, hasta el punto de que devoramos encandilados programas gastronómicos en televisión mientras deglutimos productos precocinados cuyos componentes ni sabemos pronunciar. ¿Cómo se come eso?"
Montserrat Domínguez, "¿Por qué cocinar?", Babelia, El País 25 de julio de 2014
Otras reseñas:
- Mikel López Iturriaga, "Cocinar es revolucionario"
fuego, agua, aire y tierra...
"La fascinación por la manipulación de los alimentos, por las reacciones físicas y químicas que transforman y mejoran los productos básicos —en términos de energía, el alimento al que nuestro cerebro es adicto—, es universal. Es, además, una actividad exclusivamente humana: somos la única especie que cocina. Pero el peso creciente de la industria de la alimentación nos está arrebatando esta sencilla y directa conexión con la naturaleza y nos relega al papel de meros consumidores, hasta el punto de que devoramos encandilados programas gastronómicos en televisión mientras deglutimos productos precocinados cuyos componentes ni sabemos pronunciar. ¿Cómo se come eso?"
Montserrat Domínguez, "¿Por qué cocinar?", Babelia, El País 25 de julio de 2014
Otras reseñas:
- Mikel López Iturriaga, "Cocinar es revolucionario"
sábado, 26 de julio de 2014
Estado del bienestar
La verdad es que el estado del bienestar es bastante precario y cada vez lo será más. Los Estados policiales y militarizados, llamados "democráticos" aun cuando en realidad es evidente que son oligárquicos, al servicio del capital y del enriquecimiento de unos pocos, llevan varios decenios preocupándose por "el bienestar" de la mayoría de su población para de esta forma conseguir su colaboración y su sumisión. Por medio de lo que han llamado el "Estado del bienestar" consiguieron que las clases proletarias se aburguesasen y se convirtieran en ávidas consumidoras de bienes de todo tipo para lograr lo que llaman el bienestar... Sin embargo, no hay que olvidar que para lograr este bienestar de las poblaciones sometidas a estos Estados (Europa, Norteamérica, Australia, Japón y pocos más) fue necesario expoliar los recursos de continentes enteros (América Central, Sudamérica, África, y gran parte de Asia) condenando al hambre y a la miseria absoluta a cientos de millones de personas.
Lo que hoy todavía se llama "bienestar" por el que luchan tanto los de derechas como los de izquierdas, partidos políticos, sindicatos y hasta los del 15M, es un privilegio de unos pocos a costa del sufrimientos de muchos millones de personas. Cuando aquellos a quienes hemos explotado para nuestro bienestar tratan de llegar hasta nuestros países para aprovechar un poco de este "bienestar" les ponemos barreras, policías, cárceles, campos de concentración y lo que haga falta. Quienes reclamamos nuestro derecho al "bienestar" se lo negamos a aquellos a quienes se lo estamos robando.
Bienestar... Bienestar es que unos pocos miles de ciudadanos puedan alargar su vida unos pocos años gracias a los modernos transplantes de órganos, mientras que millones de niños mueren cada año de sarampión y de desnutrición. Bienestar es gastar cientos de millones de euros en reproducciones asistidas para unos pocos cientos de miles de personas, mientras que son muchos millones las mujeres que mueren en los partos y muchos millones los niños que mueren antes de alcanzar un año de edad por enfermedades muy fáciles de curar, entre ellas el hambre. Bienestar es poder cambiar de modelo de teléfono móvil cada año, mientras que en Congo mueren diariamente miles de personas en las minas en las que se obtiene el coltán necesario para fabricarlos.
El "Estado del bienestar" está haciendo agua porque ya no quedan recursos que explotar y porque ya no podemos hacer que los miserables de la Tierra sean más miserables. Hemos acabado, o estamos a punto de acabar con todos los recursos... Los ricos más ricos tampoco están dispuestos a compartir ni un poco de sus riquezas y de sus lujos, así que poco a poco el llamado "bienestar" se irá agotando irremediablemente.
El "Estado del bienestar" aburguesó al proletariado de los Estados llamados "democráticos", modernos, militarizados, policiales y capitalistas a costa de la miseria y el hambre de la mayoría de la población de la Tierra. Y esto se está acabando (el "bienestar", porque conseguir que se acaben los Estados nos va a costar un pco más). Pero no olvidemos: quienes hemos disfrutado del "bienestar" somos responsables de la miseria y el hambre de cientos de millones de personas con las que nunca hemos estado dispuestos a compartir nuestro "bienestar".
Lo que hoy todavía se llama "bienestar" por el que luchan tanto los de derechas como los de izquierdas, partidos políticos, sindicatos y hasta los del 15M, es un privilegio de unos pocos a costa del sufrimientos de muchos millones de personas. Cuando aquellos a quienes hemos explotado para nuestro bienestar tratan de llegar hasta nuestros países para aprovechar un poco de este "bienestar" les ponemos barreras, policías, cárceles, campos de concentración y lo que haga falta. Quienes reclamamos nuestro derecho al "bienestar" se lo negamos a aquellos a quienes se lo estamos robando.
Bienestar... Bienestar es que unos pocos miles de ciudadanos puedan alargar su vida unos pocos años gracias a los modernos transplantes de órganos, mientras que millones de niños mueren cada año de sarampión y de desnutrición. Bienestar es gastar cientos de millones de euros en reproducciones asistidas para unos pocos cientos de miles de personas, mientras que son muchos millones las mujeres que mueren en los partos y muchos millones los niños que mueren antes de alcanzar un año de edad por enfermedades muy fáciles de curar, entre ellas el hambre. Bienestar es poder cambiar de modelo de teléfono móvil cada año, mientras que en Congo mueren diariamente miles de personas en las minas en las que se obtiene el coltán necesario para fabricarlos.
El "Estado del bienestar" está haciendo agua porque ya no quedan recursos que explotar y porque ya no podemos hacer que los miserables de la Tierra sean más miserables. Hemos acabado, o estamos a punto de acabar con todos los recursos... Los ricos más ricos tampoco están dispuestos a compartir ni un poco de sus riquezas y de sus lujos, así que poco a poco el llamado "bienestar" se irá agotando irremediablemente.
El "Estado del bienestar" aburguesó al proletariado de los Estados llamados "democráticos", modernos, militarizados, policiales y capitalistas a costa de la miseria y el hambre de la mayoría de la población de la Tierra. Y esto se está acabando (el "bienestar", porque conseguir que se acaben los Estados nos va a costar un pco más). Pero no olvidemos: quienes hemos disfrutado del "bienestar" somos responsables de la miseria y el hambre de cientos de millones de personas con las que nunca hemos estado dispuestos a compartir nuestro "bienestar".
Ramiro Pinilla
"Un tipo que permanece quieto, que se situa al margen y es feliz, reconfortado, a sus más de ochenta años, con lo que ha hecho en su vida. Un tipo que, como mi padre, perdió la visión de un ojo cuando era bastante joven y levantó una casa, plantó un huerto y se dedicó a lo que sabía; en el caso de Pinilla, escribir libros en el tiempo robado a las obligaciones, fabular para sobreponerse al infortunio y contener el miedo."
Juan Cruz López, "Ramiro Pinilla (o la precondición del estudiante)"
Entrevista a Ramiro Pinilla: "Soy feliz"
viernes, 25 de julio de 2014
Israel, el Estado criminal
Israel, Palestina: Cómo empezó todo
Olga Rodrígues
ALAI AMLATINA, 25/07/2014.-
“Si eres neutral ante situaciones de injusticia,
has elegido el lado del opresor” (Desmond Tutu)
Cómo empezó todo, preguntan algunos estos días. Esto, lo que está ocurriendo en Gaza, se inició hace mucho tiempo. Comenzó con los pogromos, las persecuciones racistas de judíos primero en Rusia, después en Europa. Comenzó con el antisemitismo europeo, con el nazismo, con el genocidio contra los judíos y con la posterior decisión de Europa, motivada por la culpa de lo ocurrido, de apoyar y fomentar el sionismo -surgido en el siglo XIX- y la masiva emigración judía a Palestina.
Comenzó cuando el protectorado británico de Palestina miraba hacia otro lado mientras los judíos se organizaban en bandas armadas que cometieron atentados terroristas, matando a gente, contra objetivos británicos y árabes.
En 1947 la ONU, motivada por la responsabilidad y culpa europea del horror contra los judíos, aprobó un plan de partición que asignó el 54% de la Palestina del mandato británico a la comunidad judía (llegada la mayoría tras el Holocausto) y el resto, a los palestinos. Jerusalén quedaba como enclave internacional.
En los primeros meses de 1948 las fuerzas armadas judías clandestinas -escribo judías porque así se autodenominaban, y aún no se había declarado la independencia de Israel- elaboraron el Plan Dalet, cuyo fin era, entre otras cosas, hacerse con el control de la vía que unía Jerusalén con Tel Aviv, una zona que no figuraba como futuro territorio israelí en el plan de partición de la ONU. De ese modo expulsaron a miles de personas y asesinaron a cientos. Es decir, ya hubo entonces un plan de limpieza étnica.
Después, cuando los países árabes vecinos declararon la guerra a Israel tras su nacimiento en mayo de 1948, las fuerzas armadas israelíes aprovecharon para ocupar más tierras y expulsar a cientos de miles de palestinos. De ese modo Israel pasó a tener un 78% del territorio (posteriormente, en 1967 Israel ocuparía el 22% restante: Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este).
Tras la guerra del 48, muchos palestinos intentaron regresar a sus casas, pero las tropas israelíes se lo impidieron, a pesar de que en diciembre de 1948 Naciones Unidas aprobó la resolución 194, incumplida hasta hoy, confirmada en repetidas ocasiones y ratificada en la resolución 3236 de 1974, que establecía el derecho de los refugiados a regresar a sus hogares o a recibir indemnizaciones.
Solo pudieron permanecer dentro de Israel, en muchos casos como desplazados, unos 150.000 palestinos, el 15% de la población, que en 1952 accedieron a la ciudadanía. Son los llamados árabes israelíes.
Gaza
Gran parte de los palestinos de Gaza son refugiados, expulsados o descendientes de los expulsados en 1948 a través de lo que constituyó, según historiadores israelíes como Ilan Pappé, una limpieza étnica, con el objetivo de levantar un Estado de mayoría judía. Incluso el historiador israelí sionista Benny Morris, ha escrito que “con la suficiente perspectiva resulta evidente que lo que se produjo en Palestina en 1948 fue una suerte de limpieza étnica perpetrada por los judíos en las zonas árabes”.
Los palestinos de Gaza viven hacinados, castigados, limitados. Israel controla qué productos y personas acceden a la Franja y prohíbe la entrada de materiales fundamentales. Practica un castigo colectivo.
Esto, lo que está pasando en Gaza, se inició hace 66 años, cuando se optó por una concepción de Israel como un Estado judío con mayoría judía. Para mantener esa mayoría Israel practica la ocupación, aparta y discrimina a los palestinos y, de vez en cuando, lleva a cabo operaciones militares que matan a cientos o miles y provocan el desplazamiento de miles más.
Para mantener la mayoría judía...
El Estado israelí, para ser fiel a su autodefinición -Estado judío- excluye el concepto de ciudadanía universal. Si aceptara como ciudadanos a los palestinos de Gaza y Cisjordania -territorios que controla u ocupa- su concepción como Estado judío estaría en peligro, ya que la población judía dejaría de ser la mayoritaria.
La elevada natalidad entre los palestinos es una de las preocupaciones principales de Israel. Lo llaman la cuestión demográfica. Ya hoy los judíos dentro de la llamada Línea Verde -las fronteras de antes del 67- conforman el 70% de la población, y se calcula que dentro de veinte años podrían ser el 50%.
Israel se opone a la creación de un Estado palestino pero también se niega a conceder derechos plenos y ciudadanía a los palestinos de Gaza y Cisjordania, porque si lo hiciera, estaría renunciando a su carácter judío como Estado. Es decir, a lo que algunos historiadores y politólogos llaman etnocracia.
Como subrayaba el israelí Sergio Yahni, integrante del Alternative Information Center, en una conversación que mantuvimos en Jerusalén:
“Israel solo puede ser un Estado judío si mantiene la supremacía demográfica o legal de la población judía, pero para ello tiene o que llevar a cabo una nueva limpieza étnica, como la de 1948, o practicar la segregación étnica legalizada, es decir, el apartheid. Mientras Israel no asuma una verdadera transformación democrática, no viviremos en paz y seguirá la represión”. ("El hombre mojado no teme la lluvia", Ed.Debate, 2009).
La Ley de Bienes Ausentes
Para que Israel pudiera ser un Estado judío, el gobierno del primer ministro David Ben Gurion organizó la recolonización de las tierras y distribuyó los bienes inmuebles que llamaron “abandonados”. Para ello se aprobó en 1950 la Ley de los Bienes Ausentes, que gestionó el traspaso a manos judías de las casas de los palestinos, no solo de los que se habían ido fuera de las fronteras israelies, sino también de aquellos que habían sido reubicados dentro del Estado israelí.
También se aprobaron otras leyes que prohibieron la venta o transferencia de tierras para garantizar que no cayeran en manos palestinas, y que permitían decretar la expropiación de bienes por interés público o declarar una superficie como “zona militar cerrada”, lo que impedía a los propietarios de la misma reclamarla como suya. De ese modo, 64.000 viviendas de palestinos ya habían pasado a manos judías en 1958.
La Ley del Retorno
Otra de las leyes fundamentales y una de las más controvertidas es la Ley del Retorno, que confirma esa insistencia en el carácter judío del Estado a través de la concesión de privilegios a los judíos. Esta ley concede el derecho a la ciudadanía de todos los judíos del mundo, de los hijos, nietos y cónyuges de los judíos, así como de quienes se conviertan al judaísmo. Sin embargo, no incluye a los judíos de nacimiento convertidos a otra religión y de hecho se ha denegado la ciudadanía a varios judíos convertidos al cristianismo.
La polémica en torno a esta ley reside en que Israel no permite regresar a su hogar a los palestinos expulsados ni a sus descendientes. Pero, por poner un ejemplo, un sueco que se convierta al judaismo sí tiene derecho a residir en Israel y a obtener la ciudadanía. Además, es probable que pudiera acceder a ayudas económicas del Estado para financiar estudios o adaptación a su nuevo hogar.
En 2003 se construyó un escalón más en esta política exclusivista con la aprobación de la Ley de Ciudadanía y Entrada en Israel, que indica que los palestinos de Cisjordania o Gaza menores de 35 años y las palestinas de Cisjordania o Gaza menores de 25 años no podrán residir en territorio israelí aunque se casen con un/a israelí. Sin embargo, si cualquier europeo contrae matrimonio con un ciudadano israelí tendrá derecho tanto a la residencia como a la ciudadanía.
La ocupación
La ocupación es la esencia del Estado israelí tal y como se concibe a sí mismo a día de hoy. Los colonos conforman una especie de ejército israelí paralelo al oficial, ya que ejercen una función paramilitar, la de invadir y ocupar, motivados por razones políticas, religiosas y también económicas, ya que el Estado concede préstamos y subvenciones a aquellos judíos que se instalan en la tierra de los palestinos.
En el territorio palestino de Cisjordania viven 450.000 colonos judíos, con una población total de más de dos millones de habitantes. Las colonias judías consumen un promedio de 620 metros cúbicos de agua por persona al año frente a los menos de 100 metros cúbicos de los palestinos. Esto sucede porque los asentamientos se apropian de parte de los acuíferos y de las áreas con más reservas.
Los colonos pueden llevar armas. Además, sus asentamientos están protegidos por el Ejército israelí, que de este modo legitima la ocupación. Es el propio Estado el que administra los terrenos de Cisjordania.
A través de las colonias, Cisjordania se ha convertido en una zona acantonada, sin continuidad territorial, donde los pueblos y ciudades están desconectados entre sí, convertidos en islotes rodeados por controles militares israelíes y por asentamientos judíos. Un Estado palestino con esta Cisjordania actual no contaría con conexión territorial y tendría tantas fronteras como colonias hay.
Exclusión y discriminación
Para controlar a la población palestina, Israel limita sus movimientos, lleva a cabo arrestos arbitrarios, aplica la llamada ley de detención administrativa, que permite mantener encarcelado a un palestino sin cargos ni juicio hasta al menos dos años, impide a los palestinos salir de su localidad o les obliga a esperar horas para hacerlo, les niega servicios públicos fundamentales, les prohibe construir viviendas y de hecho destruye algunas de sus casas, con la excusa de que no cuentan con permisos de construcción que se les deniegan de forma sistemática.
En la práctica aplica un apartheid y se guía por la ley del talión. Si alguien mata a un israelí, es el propio Estado el que se encarga de la venganza, derribando la casa de la familia del presunto culpable, torturándole a él, a sus amigos o familiares, o impulsando una ofensiva militar en su barrio o en otro, como la actual contra Gaza. Al contrario de lo que debería ser la actuación de un Estado democrático, Israel opta por la venganza en vez de por la vía judicial.
El precio de la paz
Ante ello, Estados Unidos o la Unión Europea se limitan a murmurar con tibias condenas que son simple tinta sobre papel, porque mientras las emiten, mantienen a Israel como socio comercial preferente, le venden armas, le brindan apoyo diplomático y estratégico. Nuestros gobiernos son corresponsables -desde hace décadas- del destino de palestinos e israelíes.
Como me dijo Rami Elhanan, israelí que perdió a su hija en un atentado de Hamás, los judíos que apuestan por excluir a los palestinos se excluyen a sí mismos, “están volviendo al gueto. La solución está encima de la mesa, pero solo llegará cuando Israel se dé cuenta de que el precio de no tener paz es más elevado que el de tenerla”.
Este año Hamás y Al Fatah anunciaron su reconciliación y un acuerdo incipiente para un gobierno de unidad nacional. Las autoridades palestinas han hablado incluso de estar dispuestas a recurrir a la vía judicial para denunciar a Israel en tribunales internacionales. Ante ello, la respuesta de Tel Aviv ha sido más mano dura. No quiere al pueblo palestino unido, porque eso también amenaza el carácter judío de su Estado.
La radicalización está llegando a tal punto que han brotado nuevos grupos extremistas israelíes que atacan a los manifestantes israelíes que salen a la calle para pedir paz y libertad para Palestina.
En su ansia por querer más, Israel sigue renunciando a un acuerdo más que beneficioso para él, por el cual los palestinos tendrían un Estado con tan solo el 22% de la Palestina inicial, lo que supondría ordenar la salida de Cisjordania de los 450.000 colonos judíos, algo a lo que Tel Aviv no está dispuesto, al menos hasta ahora.
De todo esto va lo que ocurre estos días en Palestina, en Gaza, en Cisjordania.
Otro Israel es posible
Cada día que pasa los palestinos son reducidos a números o al olvido, recubiertos por esa perversa sospecha que persigue a tantas víctimas, y que susurra “algo habrán hecho”, “algo habrán hecho”, porque resulta increíble que los crímenes se cometan con tanta impunidad. La entidad que se erige a sí misma como árbitro moral para decidir qué debería ocurrir y qué no en Palestina es la misma que robó y sigue robando la tierra de otros.
No hay solución militar posible porque a pesar de todo, a pesar de lo que dijera Golda Meir en 1969, Palestina y los palestinos existen. La única solución pasa por poner fin a la ocupación, a los asentamientos, a la exclusión. El racismo, según el semiólogo Walter Mignolo, es la decisión de aquellos que están en el poder de clasificar y evaluar el grado de humanidad de los otros con el objetivo de controlar y dominar.
Dicho en palabras de la académica israelí Nurit Peled, “el Estado de Israel, que se declaró oficialmente un Estado de apartheid, se distingue por lo que ha sido siempre el método del racismo más típico y exitoso: la clasificación de los seres humanos”.
Otro Israel es posible, al igual que otra Sudáfrica fue posible.
Fuente: http://www.eldiario.es/zonacritica/Israel-Palestina-empezo_6_284231595.html
URL de este artículo: http://alainet.org/active/75676
Olga Rodrígues
ALAI AMLATINA, 25/07/2014.-
“Si eres neutral ante situaciones de injusticia,
has elegido el lado del opresor” (Desmond Tutu)
Cómo empezó todo, preguntan algunos estos días. Esto, lo que está ocurriendo en Gaza, se inició hace mucho tiempo. Comenzó con los pogromos, las persecuciones racistas de judíos primero en Rusia, después en Europa. Comenzó con el antisemitismo europeo, con el nazismo, con el genocidio contra los judíos y con la posterior decisión de Europa, motivada por la culpa de lo ocurrido, de apoyar y fomentar el sionismo -surgido en el siglo XIX- y la masiva emigración judía a Palestina.
Comenzó cuando el protectorado británico de Palestina miraba hacia otro lado mientras los judíos se organizaban en bandas armadas que cometieron atentados terroristas, matando a gente, contra objetivos británicos y árabes.
En 1947 la ONU, motivada por la responsabilidad y culpa europea del horror contra los judíos, aprobó un plan de partición que asignó el 54% de la Palestina del mandato británico a la comunidad judía (llegada la mayoría tras el Holocausto) y el resto, a los palestinos. Jerusalén quedaba como enclave internacional.
En los primeros meses de 1948 las fuerzas armadas judías clandestinas -escribo judías porque así se autodenominaban, y aún no se había declarado la independencia de Israel- elaboraron el Plan Dalet, cuyo fin era, entre otras cosas, hacerse con el control de la vía que unía Jerusalén con Tel Aviv, una zona que no figuraba como futuro territorio israelí en el plan de partición de la ONU. De ese modo expulsaron a miles de personas y asesinaron a cientos. Es decir, ya hubo entonces un plan de limpieza étnica.
Después, cuando los países árabes vecinos declararon la guerra a Israel tras su nacimiento en mayo de 1948, las fuerzas armadas israelíes aprovecharon para ocupar más tierras y expulsar a cientos de miles de palestinos. De ese modo Israel pasó a tener un 78% del territorio (posteriormente, en 1967 Israel ocuparía el 22% restante: Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este).
Tras la guerra del 48, muchos palestinos intentaron regresar a sus casas, pero las tropas israelíes se lo impidieron, a pesar de que en diciembre de 1948 Naciones Unidas aprobó la resolución 194, incumplida hasta hoy, confirmada en repetidas ocasiones y ratificada en la resolución 3236 de 1974, que establecía el derecho de los refugiados a regresar a sus hogares o a recibir indemnizaciones.
Solo pudieron permanecer dentro de Israel, en muchos casos como desplazados, unos 150.000 palestinos, el 15% de la población, que en 1952 accedieron a la ciudadanía. Son los llamados árabes israelíes.
Gaza
Gran parte de los palestinos de Gaza son refugiados, expulsados o descendientes de los expulsados en 1948 a través de lo que constituyó, según historiadores israelíes como Ilan Pappé, una limpieza étnica, con el objetivo de levantar un Estado de mayoría judía. Incluso el historiador israelí sionista Benny Morris, ha escrito que “con la suficiente perspectiva resulta evidente que lo que se produjo en Palestina en 1948 fue una suerte de limpieza étnica perpetrada por los judíos en las zonas árabes”.
Los palestinos de Gaza viven hacinados, castigados, limitados. Israel controla qué productos y personas acceden a la Franja y prohíbe la entrada de materiales fundamentales. Practica un castigo colectivo.
Esto, lo que está pasando en Gaza, se inició hace 66 años, cuando se optó por una concepción de Israel como un Estado judío con mayoría judía. Para mantener esa mayoría Israel practica la ocupación, aparta y discrimina a los palestinos y, de vez en cuando, lleva a cabo operaciones militares que matan a cientos o miles y provocan el desplazamiento de miles más.
Para mantener la mayoría judía...
El Estado israelí, para ser fiel a su autodefinición -Estado judío- excluye el concepto de ciudadanía universal. Si aceptara como ciudadanos a los palestinos de Gaza y Cisjordania -territorios que controla u ocupa- su concepción como Estado judío estaría en peligro, ya que la población judía dejaría de ser la mayoritaria.
La elevada natalidad entre los palestinos es una de las preocupaciones principales de Israel. Lo llaman la cuestión demográfica. Ya hoy los judíos dentro de la llamada Línea Verde -las fronteras de antes del 67- conforman el 70% de la población, y se calcula que dentro de veinte años podrían ser el 50%.
Israel se opone a la creación de un Estado palestino pero también se niega a conceder derechos plenos y ciudadanía a los palestinos de Gaza y Cisjordania, porque si lo hiciera, estaría renunciando a su carácter judío como Estado. Es decir, a lo que algunos historiadores y politólogos llaman etnocracia.
Como subrayaba el israelí Sergio Yahni, integrante del Alternative Information Center, en una conversación que mantuvimos en Jerusalén:
“Israel solo puede ser un Estado judío si mantiene la supremacía demográfica o legal de la población judía, pero para ello tiene o que llevar a cabo una nueva limpieza étnica, como la de 1948, o practicar la segregación étnica legalizada, es decir, el apartheid. Mientras Israel no asuma una verdadera transformación democrática, no viviremos en paz y seguirá la represión”. ("El hombre mojado no teme la lluvia", Ed.Debate, 2009).
La Ley de Bienes Ausentes
Para que Israel pudiera ser un Estado judío, el gobierno del primer ministro David Ben Gurion organizó la recolonización de las tierras y distribuyó los bienes inmuebles que llamaron “abandonados”. Para ello se aprobó en 1950 la Ley de los Bienes Ausentes, que gestionó el traspaso a manos judías de las casas de los palestinos, no solo de los que se habían ido fuera de las fronteras israelies, sino también de aquellos que habían sido reubicados dentro del Estado israelí.
También se aprobaron otras leyes que prohibieron la venta o transferencia de tierras para garantizar que no cayeran en manos palestinas, y que permitían decretar la expropiación de bienes por interés público o declarar una superficie como “zona militar cerrada”, lo que impedía a los propietarios de la misma reclamarla como suya. De ese modo, 64.000 viviendas de palestinos ya habían pasado a manos judías en 1958.
La Ley del Retorno
Otra de las leyes fundamentales y una de las más controvertidas es la Ley del Retorno, que confirma esa insistencia en el carácter judío del Estado a través de la concesión de privilegios a los judíos. Esta ley concede el derecho a la ciudadanía de todos los judíos del mundo, de los hijos, nietos y cónyuges de los judíos, así como de quienes se conviertan al judaísmo. Sin embargo, no incluye a los judíos de nacimiento convertidos a otra religión y de hecho se ha denegado la ciudadanía a varios judíos convertidos al cristianismo.
La polémica en torno a esta ley reside en que Israel no permite regresar a su hogar a los palestinos expulsados ni a sus descendientes. Pero, por poner un ejemplo, un sueco que se convierta al judaismo sí tiene derecho a residir en Israel y a obtener la ciudadanía. Además, es probable que pudiera acceder a ayudas económicas del Estado para financiar estudios o adaptación a su nuevo hogar.
En 2003 se construyó un escalón más en esta política exclusivista con la aprobación de la Ley de Ciudadanía y Entrada en Israel, que indica que los palestinos de Cisjordania o Gaza menores de 35 años y las palestinas de Cisjordania o Gaza menores de 25 años no podrán residir en territorio israelí aunque se casen con un/a israelí. Sin embargo, si cualquier europeo contrae matrimonio con un ciudadano israelí tendrá derecho tanto a la residencia como a la ciudadanía.
La ocupación
La ocupación es la esencia del Estado israelí tal y como se concibe a sí mismo a día de hoy. Los colonos conforman una especie de ejército israelí paralelo al oficial, ya que ejercen una función paramilitar, la de invadir y ocupar, motivados por razones políticas, religiosas y también económicas, ya que el Estado concede préstamos y subvenciones a aquellos judíos que se instalan en la tierra de los palestinos.
En el territorio palestino de Cisjordania viven 450.000 colonos judíos, con una población total de más de dos millones de habitantes. Las colonias judías consumen un promedio de 620 metros cúbicos de agua por persona al año frente a los menos de 100 metros cúbicos de los palestinos. Esto sucede porque los asentamientos se apropian de parte de los acuíferos y de las áreas con más reservas.
Los colonos pueden llevar armas. Además, sus asentamientos están protegidos por el Ejército israelí, que de este modo legitima la ocupación. Es el propio Estado el que administra los terrenos de Cisjordania.
A través de las colonias, Cisjordania se ha convertido en una zona acantonada, sin continuidad territorial, donde los pueblos y ciudades están desconectados entre sí, convertidos en islotes rodeados por controles militares israelíes y por asentamientos judíos. Un Estado palestino con esta Cisjordania actual no contaría con conexión territorial y tendría tantas fronteras como colonias hay.
Exclusión y discriminación
Para controlar a la población palestina, Israel limita sus movimientos, lleva a cabo arrestos arbitrarios, aplica la llamada ley de detención administrativa, que permite mantener encarcelado a un palestino sin cargos ni juicio hasta al menos dos años, impide a los palestinos salir de su localidad o les obliga a esperar horas para hacerlo, les niega servicios públicos fundamentales, les prohibe construir viviendas y de hecho destruye algunas de sus casas, con la excusa de que no cuentan con permisos de construcción que se les deniegan de forma sistemática.
En la práctica aplica un apartheid y se guía por la ley del talión. Si alguien mata a un israelí, es el propio Estado el que se encarga de la venganza, derribando la casa de la familia del presunto culpable, torturándole a él, a sus amigos o familiares, o impulsando una ofensiva militar en su barrio o en otro, como la actual contra Gaza. Al contrario de lo que debería ser la actuación de un Estado democrático, Israel opta por la venganza en vez de por la vía judicial.
El precio de la paz
Ante ello, Estados Unidos o la Unión Europea se limitan a murmurar con tibias condenas que son simple tinta sobre papel, porque mientras las emiten, mantienen a Israel como socio comercial preferente, le venden armas, le brindan apoyo diplomático y estratégico. Nuestros gobiernos son corresponsables -desde hace décadas- del destino de palestinos e israelíes.
Como me dijo Rami Elhanan, israelí que perdió a su hija en un atentado de Hamás, los judíos que apuestan por excluir a los palestinos se excluyen a sí mismos, “están volviendo al gueto. La solución está encima de la mesa, pero solo llegará cuando Israel se dé cuenta de que el precio de no tener paz es más elevado que el de tenerla”.
Este año Hamás y Al Fatah anunciaron su reconciliación y un acuerdo incipiente para un gobierno de unidad nacional. Las autoridades palestinas han hablado incluso de estar dispuestas a recurrir a la vía judicial para denunciar a Israel en tribunales internacionales. Ante ello, la respuesta de Tel Aviv ha sido más mano dura. No quiere al pueblo palestino unido, porque eso también amenaza el carácter judío de su Estado.
La radicalización está llegando a tal punto que han brotado nuevos grupos extremistas israelíes que atacan a los manifestantes israelíes que salen a la calle para pedir paz y libertad para Palestina.
En su ansia por querer más, Israel sigue renunciando a un acuerdo más que beneficioso para él, por el cual los palestinos tendrían un Estado con tan solo el 22% de la Palestina inicial, lo que supondría ordenar la salida de Cisjordania de los 450.000 colonos judíos, algo a lo que Tel Aviv no está dispuesto, al menos hasta ahora.
De todo esto va lo que ocurre estos días en Palestina, en Gaza, en Cisjordania.
Otro Israel es posible
Cada día que pasa los palestinos son reducidos a números o al olvido, recubiertos por esa perversa sospecha que persigue a tantas víctimas, y que susurra “algo habrán hecho”, “algo habrán hecho”, porque resulta increíble que los crímenes se cometan con tanta impunidad. La entidad que se erige a sí misma como árbitro moral para decidir qué debería ocurrir y qué no en Palestina es la misma que robó y sigue robando la tierra de otros.
No hay solución militar posible porque a pesar de todo, a pesar de lo que dijera Golda Meir en 1969, Palestina y los palestinos existen. La única solución pasa por poner fin a la ocupación, a los asentamientos, a la exclusión. El racismo, según el semiólogo Walter Mignolo, es la decisión de aquellos que están en el poder de clasificar y evaluar el grado de humanidad de los otros con el objetivo de controlar y dominar.
Dicho en palabras de la académica israelí Nurit Peled, “el Estado de Israel, que se declaró oficialmente un Estado de apartheid, se distingue por lo que ha sido siempre el método del racismo más típico y exitoso: la clasificación de los seres humanos”.
Otro Israel es posible, al igual que otra Sudáfrica fue posible.
Fuente: http://www.eldiario.es/zonacritica/Israel-Palestina-empezo_6_284231595.html
URL de este artículo: http://alainet.org/active/75676
Naturaleza, ruralidad y civilización
Félix Rodrigo Mora, Naturaleza, ruralidad y civilización, Ed. Brulot, 2008
"... hemos de ir delineando paso a paso, a través del estudio, la movilización, el debate y la reflexión, los rasgos medulares de una sociedad emancipada del dominio político-técnico." (p. 75)
Colección de varios ensayos y conferencias de Félix Rodrigo Mora en los que reflexiona sobre los orígenes del Estado capitalista, su evolución hasta la situación actual y en los que propone posibles alternativas basadas en la vuelta a las pequeñas comunidades campesinas autosuficientes, convivencialistas, basadas en los bienes comunales, en la ayuda mutua y en el esfuerzo y servicio desinteresados, y formadas por personas libres, autónomas, soberanas, creativas y activas.
Tanto los análisis como las propuestas de Félix son muy criticados por algunos sectores de izquierdas y anarquistas que, debido a una lectura rápida y llena de prejuicios, los consideran reaccionarios y contrarrevolucionarios. Asel Luzarraga escribió hace algún tiempo un texto de gran interés para comprender el pensamiento de Félix Rodrigo Mora: "Sobre la crítica a los textos de Félix Rodrigo Mora"
Web de Félix Rodrigo Mora
Esfuerzo y servicio desinteresados
"... hemos de ir delineando paso a paso, a través del estudio, la movilización, el debate y la reflexión, los rasgos medulares de una sociedad emancipada del dominio político-técnico." (p. 75)
Colección de varios ensayos y conferencias de Félix Rodrigo Mora en los que reflexiona sobre los orígenes del Estado capitalista, su evolución hasta la situación actual y en los que propone posibles alternativas basadas en la vuelta a las pequeñas comunidades campesinas autosuficientes, convivencialistas, basadas en los bienes comunales, en la ayuda mutua y en el esfuerzo y servicio desinteresados, y formadas por personas libres, autónomas, soberanas, creativas y activas.
Tanto los análisis como las propuestas de Félix son muy criticados por algunos sectores de izquierdas y anarquistas que, debido a una lectura rápida y llena de prejuicios, los consideran reaccionarios y contrarrevolucionarios. Asel Luzarraga escribió hace algún tiempo un texto de gran interés para comprender el pensamiento de Félix Rodrigo Mora: "Sobre la crítica a los textos de Félix Rodrigo Mora"
Web de Félix Rodrigo Mora
Esfuerzo y servicio desinteresados
jueves, 24 de julio de 2014
responsabilidad social corporativa
"El hombre rico que se convierte en un filántropo ha robado antes dos veces: primero robó la riqueza de la gente y después el corazón de los hombres."
Edvard Munch
Más o menmos en esto consiste lo que las grandes empresas llaman "Responsabilidad Social Corporativa": Primero nos roban a nosotros y a las generaciones venideras todo lo que pueden para enriquecerse... y después roban nuestros corazones haciéndonos creer que se preocupan por nosotros.
Edvard Munch
Más o menmos en esto consiste lo que las grandes empresas llaman "Responsabilidad Social Corporativa": Primero nos roban a nosotros y a las generaciones venideras todo lo que pueden para enriquecerse... y después roban nuestros corazones haciéndonos creer que se preocupan por nosotros.
miércoles, 23 de julio de 2014
La visita al maestro
Philip Roth, La visita al maestro, Traducción de Ramón Buenaventura, DeBolsillo, 2007
La primera novela (1979) del grandísimo Philip Roth protagonizada por Nathan Zuckerman, alter ego del autor, personaje que sirve a Philip Roth para reflexionar sobre la escritura, sobre la ficción y sobre los puntos de encuentro entre ficción y realidad.
Un escritor de ficción, Nathan Zuckerman, construye una ficción con un personaje real, Ana Frank, que se convierte en un personaje de ficción que construye su propia ficción basada en la realidad... Philip Roth, todo un maestro introduciendo la realidad dentro de la ficción y ficciones en la realidad...
La primera novela (1979) del grandísimo Philip Roth protagonizada por Nathan Zuckerman, alter ego del autor, personaje que sirve a Philip Roth para reflexionar sobre la escritura, sobre la ficción y sobre los puntos de encuentro entre ficción y realidad.
Un escritor de ficción, Nathan Zuckerman, construye una ficción con un personaje real, Ana Frank, que se convierte en un personaje de ficción que construye su propia ficción basada en la realidad... Philip Roth, todo un maestro introduciendo la realidad dentro de la ficción y ficciones en la realidad...
Invasió subtil i altres contes
Pere Calders, Invasió subtil i altres contes, Edicions 62, 1986
Cuentos breves en los que Calders nos conduce por medio de un humor inteligente a situaciones absurdas, casi tan absurdas como el mundo en el que vivimos...
Cuentos breves en los que Calders nos conduce por medio de un humor inteligente a situaciones absurdas, casi tan absurdas como el mundo en el que vivimos...
La nueva burguesía de izquierdas
La nueva burguesía de izquierdas al servicio del sistema nos asegura que PUEDEN, o sea, PODEMOS, pero no sabemos qué es lo que podrán. Sospechamos que lo que ellos aseguran PODER es entrar en las instituciones y en el gobierno para desde allí aplicar sus recetas consistentes en mantener el sistema por medio de contentar un poco a quienes empiezan a estar peligrosamente descontentos.
Algunas reflexiones de Félix Rodrigo Mora sobre este tema:
PODEMOS y el capitalismo del futuro
Algunas reflexiones de Félix Rodrigo Mora sobre este tema:
PODEMOS y el capitalismo del futuro
domingo, 20 de julio de 2014
Vaya, vaya con Pablito Capillitas
Este señorito con pinta tan progre y moderna que habla aquí es quien se nos presenta como la alternativa política...
Por sus declaraciones descubrimos que se trata de todo un "señorito" de una situación socioeconómica que hace que no sea habitual para él encontrarse con gentuza del lumpen... También nos confiesa que para él es normal partirle la boca a alguien si está justificado... sobre todo si es de una clase más baja, claro...
Ahora se empieza a entender por qué obtuvo tantos votos... al parecer hay muchos como él... o sea, muchos progres, modernos, alternativos de marca, de clase social alta y situación socioeconómica desahogada que les parece injusto que con tanta clase, tantos estudios y tanto jabón para ducharse y lavarse las cascarrias les paguen sueldos miserables de tan solo 5.000 o 6.000 euros al mes... pobretes... con lo que ellos gastan en imprimir lemas en sus camisetas!
sábado, 19 de julio de 2014
Genocidio en Gaza
Para los medios de comunicación del mundo "civilizado", la amenza parece proceder de los palestinos...
La realidad virtual de los medios de comunicación occidentales, democráticos, modernos, civilizados, progresistas... desenmascarada:
La realidad virtual de los medios de comunicación occidentales, democráticos, modernos, civilizados, progresistas... desenmascarada:
derechos de autor
COPYRIGHT
"Algú m'ha fet a mi i he estat venut. Mai no he pogut saber qui ha cobrat els drets ni si he estat un bon o un mal negoci."
Pere Calders, Invasió subtil i altres contes
"Algú m'ha fet a mi i he estat venut. Mai no he pogut saber qui ha cobrat els drets ni si he estat un bon o un mal negoci."
Pere Calders, Invasió subtil i altres contes
Goebbels en PODEMOS
Empezamos a intuir cuál es la verdadera cara de PODEMOS... Un PARTIDO POLÍTICO que dice estar contra los partidos políticos, formado por POLÍTICOS que dicen estar contra los políticos y que aprovecha el descontento social... ¿para qué?
Cuando alguien hace tanto hincapié en la PROPAGANDA... no podemos menos que recordar a otros propagandistas famosos de otros gobiernos famosos... como el siempre recordado Joseph Goebbels...
Cuando alguien cree que para educar bien hace falta CONTROLAR EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN... no es sólo sospechoso... ¡es PELIGROSO!
Gaza
Eduardo Galeano, Noviembre de 2012
Para justificarse, el terrorismo de Estado fabrica terroristas: siembra odio y cosecha coartadas. Todo indica que esta carnicería de Gaza, que según sus autores quiere acabar con los terroristas, logrará multiplicarlos.
Desde 1948, los palestinos viven condenados a humillación perpetua. No pueden ni respirar sin permiso. Han perdido su patria, sus tierras, su agua, su libertad, su todo. Ni siquiera tienen derecho a elegir sus gobernantes. Cuando votan a quien no deben votar, son castigados. Gaza está siendo castigada. Se convirtió en una ratonera sin salida, desde que Hamas ganó limpiamente las elecciones en el año 2006. Algo parecido había ocurrido en 1932, cuando el Partido Comunista triunfó en las elecciones de El Salvador. Bañados en sangre, los salvadoreños expiaron su mala conducta y desde entonces vivieron sometidos a dictaduras militares. La democracia es un lujo que no todos merecen.
Son hijos de la impotencia los cohetes caseros que los militantes de Hamas, acorralados en Gaza, disparan con chambona puntería sobre las tierras que habían sido palestinas y que la ocupación israelí usurpó. Y la desesperación, a la orilla de la locura suicida, es la madre de las bravatas que niegan el derecho a la existencia de Israel, gritos sin ninguna eficacia, mientras la muy eficaz guerra de exterminio está negando, desde hace años, el derecho a la existencia de Palestina. Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel la está borrando del mapa.
Los colonos invaden, y tras ellos los soldados van corrigiendo la frontera. Las balas sacralizan el despojo, en legítima defensa. No hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Iraq para evitar que Iraq invadiera el mundo. En cada una de sus guerras defensivas, Israel se ha tragado otro pedazo de Palestina, y los almuerzos siguen. La devoración se justifica por los títulos de propiedad que la Biblia otorgó, por los dos mil años de persecución que el pueblo judío sufrió, y por el pánico que generan los palestinos al acecho.
Israel es el país que jamás cumple las recomendaciones ni las resoluciones de las Naciones Unidas, el que nunca acata las sentencias de los tribunales internacionales, el que se burla de las leyes internacionales, y es también el único país que ha legalizado la tortura de prisioneros. ¿Quién le regaló el derecho de negar todos los derechos? ¿De dónde viene la impunidad con que Israel está ejecutando la matanza de Gaza? El gobierno español no hubiera podido bombardear impunemente al País Vasco para acabar con ETA, ni el gobierno británico hubiera podido arrasar Irlanda para liquidar a IRA. ¿Acaso la tragedia del Holocausto implica una póliza de eterna impunidad? ¿O esa luz verde proviene de la potencia mandamás que tiene en Israel al más incondicional de sus vasallos?
El ejército israelí, el más moderno y sofisticado del mundo, sabe a quién mata. No mata por error. Mata por horror. Las víctimas civiles se llaman daños colaterales, según el diccionario de otras guerras imperiales. En Gaza, de cada diez daños colaterales, tres son niños. Y suman miles los mutilados, víctimas de la tecnología del descuartizamiento humano, que la industria militar está ensayando exitosamente en esta operación de limpieza étnica.
Y como siempre, siempre lo mismo: en Gaza, cien a uno. Por cada cien palestinos muertos, un israelí.
Gente peligrosa, advierte el otro bombardeo, a cargo de los medios masivos de manipulación, que nos invitan a creer que una vida israelí vale tanto como cien vidas palestinas. Y esos medios también nos invitan a creer que son humanitarias las doscientas bombas atómicas de Israel, y que una potencia nuclear llamada Irán fue la que aniquiló Hiroshima y Nagasaki.
La llamada comunidad internacional, ¿existe?
¿Es algo más que un club de mercaderes, banqueros y guerreros? ¿Es algo más que el nombre artístico que los Estados Unidos se ponen cuando hacen teatro?
Ante la tragedia de Gaza, la hipocresía mundial se luce una vez más. Como siempre, la indiferencia, los discursos vacíos, las declaraciones huecas, las declamaciones altisonantes, las posturas ambiguas, rinden tributo a la sagrada impunidad.
Ante la tragedia de Gaza, los países árabes se lavan las manos. Como siempre. Y como siempre, los países europeos se frotan las manos.
La vieja Europa, tan capaz de belleza y de perversidad, derrama alguna que otra lágrima mientras secretamente celebra esta jugada maestra. Porque la cacería de judíos fue siempre una costumbre europea, pero desde hace medio siglo esa deuda histórica está siendo cobrada a los palestinos, que también son semitas y que nunca fueron, ni son, antisemitas. Ellos están pagando, en sangre contante y sonante, una cuenta ajena.
Para justificarse, el terrorismo de Estado fabrica terroristas: siembra odio y cosecha coartadas. Todo indica que esta carnicería de Gaza, que según sus autores quiere acabar con los terroristas, logrará multiplicarlos.
Desde 1948, los palestinos viven condenados a humillación perpetua. No pueden ni respirar sin permiso. Han perdido su patria, sus tierras, su agua, su libertad, su todo. Ni siquiera tienen derecho a elegir sus gobernantes. Cuando votan a quien no deben votar, son castigados. Gaza está siendo castigada. Se convirtió en una ratonera sin salida, desde que Hamas ganó limpiamente las elecciones en el año 2006. Algo parecido había ocurrido en 1932, cuando el Partido Comunista triunfó en las elecciones de El Salvador. Bañados en sangre, los salvadoreños expiaron su mala conducta y desde entonces vivieron sometidos a dictaduras militares. La democracia es un lujo que no todos merecen.
Son hijos de la impotencia los cohetes caseros que los militantes de Hamas, acorralados en Gaza, disparan con chambona puntería sobre las tierras que habían sido palestinas y que la ocupación israelí usurpó. Y la desesperación, a la orilla de la locura suicida, es la madre de las bravatas que niegan el derecho a la existencia de Israel, gritos sin ninguna eficacia, mientras la muy eficaz guerra de exterminio está negando, desde hace años, el derecho a la existencia de Palestina. Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel la está borrando del mapa.
Los colonos invaden, y tras ellos los soldados van corrigiendo la frontera. Las balas sacralizan el despojo, en legítima defensa. No hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Iraq para evitar que Iraq invadiera el mundo. En cada una de sus guerras defensivas, Israel se ha tragado otro pedazo de Palestina, y los almuerzos siguen. La devoración se justifica por los títulos de propiedad que la Biblia otorgó, por los dos mil años de persecución que el pueblo judío sufrió, y por el pánico que generan los palestinos al acecho.
Israel es el país que jamás cumple las recomendaciones ni las resoluciones de las Naciones Unidas, el que nunca acata las sentencias de los tribunales internacionales, el que se burla de las leyes internacionales, y es también el único país que ha legalizado la tortura de prisioneros. ¿Quién le regaló el derecho de negar todos los derechos? ¿De dónde viene la impunidad con que Israel está ejecutando la matanza de Gaza? El gobierno español no hubiera podido bombardear impunemente al País Vasco para acabar con ETA, ni el gobierno británico hubiera podido arrasar Irlanda para liquidar a IRA. ¿Acaso la tragedia del Holocausto implica una póliza de eterna impunidad? ¿O esa luz verde proviene de la potencia mandamás que tiene en Israel al más incondicional de sus vasallos?
El ejército israelí, el más moderno y sofisticado del mundo, sabe a quién mata. No mata por error. Mata por horror. Las víctimas civiles se llaman daños colaterales, según el diccionario de otras guerras imperiales. En Gaza, de cada diez daños colaterales, tres son niños. Y suman miles los mutilados, víctimas de la tecnología del descuartizamiento humano, que la industria militar está ensayando exitosamente en esta operación de limpieza étnica.
Y como siempre, siempre lo mismo: en Gaza, cien a uno. Por cada cien palestinos muertos, un israelí.
Gente peligrosa, advierte el otro bombardeo, a cargo de los medios masivos de manipulación, que nos invitan a creer que una vida israelí vale tanto como cien vidas palestinas. Y esos medios también nos invitan a creer que son humanitarias las doscientas bombas atómicas de Israel, y que una potencia nuclear llamada Irán fue la que aniquiló Hiroshima y Nagasaki.
La llamada comunidad internacional, ¿existe?
¿Es algo más que un club de mercaderes, banqueros y guerreros? ¿Es algo más que el nombre artístico que los Estados Unidos se ponen cuando hacen teatro?
Ante la tragedia de Gaza, la hipocresía mundial se luce una vez más. Como siempre, la indiferencia, los discursos vacíos, las declaraciones huecas, las declamaciones altisonantes, las posturas ambiguas, rinden tributo a la sagrada impunidad.
Ante la tragedia de Gaza, los países árabes se lavan las manos. Como siempre. Y como siempre, los países europeos se frotan las manos.
La vieja Europa, tan capaz de belleza y de perversidad, derrama alguna que otra lágrima mientras secretamente celebra esta jugada maestra. Porque la cacería de judíos fue siempre una costumbre europea, pero desde hace medio siglo esa deuda histórica está siendo cobrada a los palestinos, que también son semitas y que nunca fueron, ni son, antisemitas. Ellos están pagando, en sangre contante y sonante, una cuenta ajena.
viernes, 18 de julio de 2014
Somos responsables de los crímenes de Israel
El tormento de Gaza y los crímenes de Israel son nuestra responsabilidad
Noam Chomsky
A las tres de la madrugada del 9 de julio, en medio del más reciente ejercicio de la barbarie israelí, recibí la llamada telefónica de un joven periodista palestino en Gaza. Al fondo podía escuchar los gritos de su hijo pequeño en medio de las explosiones y el rugir de los jets que disparaban contra cualquier civil que se moviera, y también contra hogares.
Este joven acababa de ver estallar por los aires a un amigo suyo, quien circulaba en un vehículo claramente marcado como de prensa. Alcanzaba a escuchar los gritos que provenían de la casa vecina, tras la explosión, pero no pudo salir por temor a convertirse en blanco.
Se trata de un barrio tranquilo. No hay objetivos miliares... a excepción de los palestinos, quienes son el blanco de la maquinaria de alta tecnología que Israel posee gracias a que Estados Unidos se la proporciona.
Mi amigo dijo que 70 por ciento de las ambulancias fueron destruidas, y que de todos los muertos y heridos cerca de dos tercios son mujeres y niños. Muy pocos activistas de Hamas han sido víctimas de los bombardeos. Siempre son las víctimas acostumbradas.
Es importante entender lo que es la vida en Gaza cuando Israel se comporta de manera "moderada" entre una crisis y otra. Una buena representación de esto la reportó el representante de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, Mads Gilbert, el valiente físico experto de nacionalidad noruega, quien ha trabajado mucho tiempo en Gaza y vivió la cruel y asesina operación Plomo endurecido. En todos aspectos, la situación es desastrosa.
Sólo en lo que respecta a los niños, Gilbert reporta: “Los niños palestinos en Gaza sufren inmensamente. Gran cantidad padece desnutrición por las condiciones impuestas por el gobierno israelí, debido al bloqueo al territorio palestino de Gaza. La anemia es común en todos los mayores de dos años, a los que afecta en 72.8 por ciento. Desnutrición, baja talla y bajo peso afecta, respectivamente, a 34.3, 31.4 y 31.45 por ciento de todos los niños del territorio. Estos índices empeoran, según cada nueva medición.
Cuando Israel se "porta bien" al menos dos niños palestinos son asesinados cada semana, y este patrón se ha mantenido durante los últimos 14 años.
La causa de fondo es la ocupación criminal de los territorios palestinos y todas las medidas que se adoptan en Gaza para que su población sobreviva apenas, mientras los palestinos de Cisjordania son obligados a mantenerse dentro de cantones inaccesibles, todo lo cual pone a Israel en una violación flagrante del derecho internacional y resoluciones explícitas del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, por no hablar de una mínima decencia humana.
Y así continuará mientras Israel sea apoyado por Washington y tolerado por Europa, para nuestra vergüenza eterna.
(Traducción: Gabriela Fonseca)
http://www.jornada.unam.mx/2014/07/16/mundo/027a1mun
De Auschwitz a Gaza
Del modelo Auschwitz al modelo Gaza
Raúl Zibechi
ALAI AMLATINA, 18/07/2014.- En poco menos de una semana Israel desencadenó sobre la Franja de Gaza una lluvia de bombas que han matado ya a más de 200 personas, 80 por ciento de ellas civiles y una quinta parte niños.
La excusa para los ataques son los misilazos que del otro lado lanzan los milicianos de Hamas sobre Israel, que acaban de causar la primera víctima mortal en Israel. Pero la disparidad no es sólo en cuanto a víctimas: Gaza es un menguado territorio de poco más de 350 quilómetros cuadrados que vive bajo el acoso sistemático de la potencia militar de la zona. Cada tanto, sobre su millón y medio de habitantes caen las bombas, según una repetida lógica de larga data, ante la indiferencia de las potencias occidentales, que por menos de eso ya estarían preparando una “intervención militar humanitaria” para frenar al agresor. Al final de la Segunda Guerra Mundial, señala el filósofo español Santiago Alba Rico, se produjeron en Europa varios acontecimientos que marcaron la historia posterior. El primero, dice, es que durante los procesos de Nuremberg se registra el rechazo del abominable “modelo Auschwitz”, signado por “la deshumanización y exterminio horizontal del otro”; pero antes la principal potencia vencedora, Estados Unidos, había impuesto “la legalización de facto de los bombardeos aéreos” sobre población civil.
El “modelo Hiroshima” se vuelve entonces aceptable y “la deshumanización y exterminio vertical del otro se asume como rutinaria o como no penalizable” (1). El bombardeo a Dresde, semanas antes de la rendición de Alemania, en marzo de 1945, en el que las fuerzas aéreas estadounidense y británica provocaron la muerte de entre 25 y 35 mil personas, es considerado por Donald Bloxham, editor del Journal of Holocaust Education, como un “crimen de guerra”. Apenas derrotados los nazis, Francia bombardeaba Argelia y Siria, provocando masacres sin que los capitostes del nuevo orden mundial emitieran la menor protesta.
Los bombardeos aéreos desde entonces han sido cosa común, incluyendo el horror de Vietnam. “Ahora mismo los drones estadounidenses bombardean Pakistán o Yemen, los aviones de Bashar al Assad a su propio pueblo y los F-16 de Israel a los palestinos de Gaza. Todos esos bombardeos nos impresionan tanto como una tormenta de verano y, desde luego, mucho menos que una cuchillada en el metro”, remata Alba Rico.
Si de Gaza se trata, los ataques aéreos contra ese territorio palestino tienen una larga historia, con su secuela de miles de muertos, entre ellos cientos de niños, que representan entre el 25 y el 30 por ciento de las víctimas.
El periodista y analista británico Robert Fisk, especialista en los conflictos de Oriente Medio, reproduce en una columna que publicó esta semana en el diario The Independent de Londres un diálogo a propósito de los bombardeos de 2008 que mataron a más de 1.400 palestinos: “‘¿Y si Dublín fuera atacada con cohetes?’, preguntó entonces el embajador israelí. Pero en la década de 1970 la ciudad británica de Crossmaglen, en Irlanda del Norte, fue atacada con cohetes por la república de Irlanda, y sin embargo la Real Fuerza Aérea no bombardeó Dublín en venganza ni mató mujeres y niños irlandeses”.
El periodista israelí Gideon Levy insiste en que para Israel no se trata de combatir el terrorismo sino de matar árabes: “Desde la primera guerra del Líbano, hace más de 30 años, matar a los árabes se convirtió en el principal medio de la estrategia israelí. El ejército israelí ya no pelea contra otros ejércitos, el objetivo principal es la población civil” (Haaretz, domingo 13). Prueba de ello es la utilización de armas prohibidas en los bombardeos. “Doctores y personal médico han encontrado en los cuerpos de fallecidos o heridos restos de armas de destrucción masiva ilegales para el derecho internacional”, aseguran médicos desde el hospital Shifa, de Gaza. El cardiólogo noruego Erik Fosse, que lleva años trabajando en la Franja, dijo a la prensa que Israel estaría empleando armas que provocan cáncer. “Los médicos apuntan que podría tratarse de los denominados explosivos de metal inerte denso (dime, por su sigla en inglés), un arma de tipo experimental cuyo radio de acción es relativamente pequeño, pero cuya explosión resulta extremadamente potente” (Russia Today, lunes 13).
En contra de lo que asegura la propaganda israelí, los bombardeos no son una respuesta a los ataques de Hamas sino un cálculo político para bloquear cambios en la región, una obsesión del establishment de ese país: impedir la reconciliación entre Hamas y Fatah y evitar la toma de distancia de la Unión Europea respecto de Estados Unidos. Para cumplir sus objetivos políticos, los dirigentes israelíes no dudan en perpetrar masacres cada vez que lo consideran oportuno. Al hacerlo revelan un estilo “claramente fascista”, apunta el israelí Uri Avnery. Avnery es una de las personalidades israelíes más destacadas. A sus 90 años no pronuncia la palabra “fascista” a la ligera, menos aun tratándose de un judío. Repasando una realidad que le duele, llega al fondo del problema: al revés de lo que debería ser, su país es “un ejército dotado de Estado”, dice.
Nota
(1) Alba Rico no lo menciona, pero antes de la Segunda Guerra Mundial –probablemente como ensayo para el futuro–, durante la guerra civil española, la aviación nazi había lanzado operaciones de “exterminio vertical” de población civil en zonas resistentes del País Vasco, como en Guernica.
- Raúl Zibechi, periodista uruguayo, escribe en Brecha y La Jornada y es colaborador de ALAI.
URL de este artículo: http://alainet.org/active/75469
jueves, 17 de julio de 2014
Eros y Thanatos
Si lieta e grata morte...
"Después de la cena, Ottavia nos ha cantado un madrigal. Ha elegido uno -melancólico y grave- de Philippe Verdelot, que antaño fuera mi compositor preferido. Se titula Tan dulce y grata muerte, se inspira en Safo y Marsilio Ficino, habla de amor y muerte. Fui yo quien se lo enseñóa Marietta, hace veinte años. Marietta me dijo que le parecía lúgubre y que ella prefería las canciones de amor sin muerte, y, en general, también el amor sin muerte."
Melania G. Mazzucco, La larga espera del ángel, p.332
"Después de la cena, Ottavia nos ha cantado un madrigal. Ha elegido uno -melancólico y grave- de Philippe Verdelot, que antaño fuera mi compositor preferido. Se titula Tan dulce y grata muerte, se inspira en Safo y Marsilio Ficino, habla de amor y muerte. Fui yo quien se lo enseñóa Marietta, hace veinte años. Marietta me dijo que le parecía lúgubre y que ella prefería las canciones de amor sin muerte, y, en general, también el amor sin muerte."
Melania G. Mazzucco, La larga espera del ángel, p.332
Si lieta e grata morte (minuto 38:42)
lunes, 14 de julio de 2014
domingo, 13 de julio de 2014
El sueño de Tintoretto: la Scuola Grande di San Rocco
Jacopo Tintoretto
Glorificación de San Roque, techo de la Sala dell'Albergo, Scuola Grande di San Rocco, Venecia
"Porque Jacomo Robusti nunca ha ganado ningún concurso, Marietta, le expliqué, pero este cuadro quiere hacerlo él. Por eso, cuando mañana los demás pintores presenten su boceto, tu padre hará que se encuentren con el cuadro ya listo. Regalará el cuadro, y el concurso será anulado. Porque tu padre tiene un sueño, y su sueño es pintar para esta Scuola, y hacerse un nombre, y cuando uno tiene un sueño, tiene que hacer lo que sea para que se haga realidad. ¿Aunque sea algo que no está permitido?, preguntó ella, en voz muy baja. Sí, respondí."
Melania G. Mazzucco, La larga espera del ángel, p. 96
yo no tengo fe en la escuela
"Pero yo no tengo fe en la escuela. Me aburrí tanto escuchando a un maestro que lo único que tenía que enseñarme eran sus desesperadas ganas de estar en otra parte."
Melania G. Mazzucco, La larga espera del ángel, p. 97
Melania G. Mazzucco, La larga espera del ángel, p. 97
las cosas minúsculas contienen el infinito
"Era capaz de permanecer durante horas sentada en el suelo, con las piernas cruzadas, dibujando un perfil, la curva de una espalda. Pero también una hormiga o la nervadura de una hoja, porque le enseñé que las cosas minúsculas contienen el infinito."
Melania G. Mazzucco, La larga espera del ángel, p. 99
Melania G. Mazzucco, La larga espera del ángel, p. 99
fragmentos de Susanna e i vecchioni (Tintoretto, 1560-1565)
sábado, 12 de julio de 2014
La larga espera del ángel
Melania G. Mazzucco, La larga espera del ángel, Traducción de Xavier González Rovira, Anagrama, 2011
Jacopo Comin, también conocido como Jacopo Robusti, y sobre todo como "el Tintoretto", repasa su vida, sus pecados... habla de su vanidad, su egoísmo, de la tentación, de la degradación, del resentimiento... y de su otro pecado, el más grande de todos.
Una novela deliciosa que consigue que Tintoretto sea para quien la lee mucho más que un pintor famoso...
Jacopo Comin, también conocido como Jacopo Robusti, y sobre todo como "el Tintoretto", repasa su vida, sus pecados... habla de su vanidad, su egoísmo, de la tentación, de la degradación, del resentimiento... y de su otro pecado, el más grande de todos.
Una novela deliciosa que consigue que Tintoretto sea para quien la lee mucho más que un pintor famoso...
“Annunciation: the Angel”
Jacopo Comin [Tintoretto] (1518 – 1594)
esa pamplina consternada
José Hernández, ilustración para El Aleph
Diálogo sobre un diálogo
A -Distraídos en razonar la inmortalidad, habíamos dejado que anocheciera sin encender la lámpara. No nos veíamos las caras. Con una indiferencia y una dulzura más convincentes que el fervor, la voz de Macedonio Fernández repetía que el alma es inmortal. Me aseguraba que la muerte del cuerpo es del todo insignificante y que morirse tiene que ser el hecho más nulo que puede sucederle a un hombre. Yo jugaba con la navaja de Macedonio; la abría y la cerraba. Un acordeón vecino despachaba infinitamente la Cumparsita, esa pamplina consternada que les gusta a muchas personas, porque les mintieron que es vieja... Yo le propuse a Macedonio que nos suicidáramos, para discutir sin estorbo.
Z (burlón) -Pero sospecho que al final no se resolvieron
A (ya en plena mística) -Francamente no recuerdo si esa noche nos suicidamos.
Jorge Luis Borges, Diálogo sobre un diálogo (El Hacedor)
viernes, 11 de julio de 2014
la vida de un simple pastor
“¡Oh Dios! Me parece que sería feliz con llevar la vida de un simple pastor, con
sentarme sobre la colina como estoy sentado aquí ahora; con trazar cuadrantes
artificiosamente, línea por línea; mirar cómo corren los minutos, luego contar
cuántos son precisos para completar una hora, en cuántas horas se acaba el día,
en cuántos días llega a su término el año, cuántos años puede vivir un hombre
mortal. Después, una vez conocido eso, dividir el tiempo así: tengo tantas horas
para guardar un rebaño, tengo tantas horas para mi reposo, tengo tantas horas
para dedicarme a la contemplación, tengo tantas horas para dedicarme a mis
recreos, hace tantos días que mis ovejas han estado con el carnero; en tantas
semanas parirán; en tantos años les cortaré la lana. Así los minutos, las horas, los
días, los meses y los años irían hacia el fin que les fue asignado y llevarían una
cabeza blanca a una tumba tranquila. ¡Ah, qué vida fuera! ¡Qué dulce sería! ¡Qué amable! ¿Es que el arbusto del espino blanco no da a los pastores que vigilan
sus simples corderos una sombra más dulce que el dosel de ricos bordados da a los reyes que temen la traición de sus súbditos? ¡Oh, sí, más dulce, mil veces
más dulce! Y para concluir: la sencilla cuajada del pastor, la bebida fría y clara
que extrae de su botella de cuero, el sueño que tiene la costumbre de gozar bajo la sombra fresca de un árbol, todas las cosas que disfruta con dulzura y seguridad,
le colocan por encima de los refinamientos que rodean al príncipe, de los manjares
de su bella presentación en sus fuentes de oro, de su lecho suntuoso donde reposa
su cuerpo, cuando la inquietud, la desconfianza y la traición le envuelven”.
William Shakespeare, La tercera parte del rey Enrique VI, acto II, escena V
William Shakespeare, La tercera parte del rey Enrique VI, acto II, escena V
jueves, 10 de julio de 2014
el carnicero de Badajoz
Juan Yagüe Blanco.. el General Yagüe, todavía tiene una calle en Madrid y en Oviedo y un hospital con su nombre en la ciudad de Burgos.
Estas son sus hazañas:
Yagüe había recorrido 500 kilómetros en cuatro semanas, perpetrando horribles matanzas en Andalucía y Extremadura, lo cual había provocado que sus tropas fueran conocidas como “la columna de la muerte”. Las masacres de Badajoz, Mérida y Almendralejo son particularmente conocidas. De hecho, los corresponsales Jay Allen, Mário Neves y John T. Whitaker presenciaron los crímenes cometidos en Badajoz por los legionarios y los regulares. Mário Neves descubrió una enorme columna de humo blanco y, gracias a una conversación ocasional con un sacerdote, localizó su procedencia. Las tropas de Yagüe habían amontonado los cadáveres de sus víctimas en el cementerio e incineraban sus restos con gasolina. Horrorizado, Neves envió un despacho telefónico a su periódico, el Diário de Lisboa, comunicando su intención irrevocable de partir hacia otro lugar: “Me voy. Quiero salir de Badajoz, cueste lo que cueste, tan pronto como sea posible y con la firme promesa de no regresar”. No menos sobrecogido, Allen escribió para el Chicago Tribune: “Esta es la historia más dolorosa que me ha tocado escribir. […] La represión comenzó apenas se tomó la ciudad. En la plaza de toros, han fusilado con ametralladoras a más de 1.800 hombres y mujeres. Hay más sangre de la que uno pueda imaginar en 1.800 cuerpos”. John T. Whitaker interrogó al coronel Yagüe, preguntándole si era cierto que habían fusilado a 4.000 prisioneros. Sin avergonzarse, Yagüe contesto: “Claro que los fusilamos. ¿Qué esperaba? ¿Suponía que iba a llevar 4.000 rojos conmigo mientras mi columna avanzaba contrarreloj? ¿Suponía que iba a dejarles sueltos a mi espalda y dejar que volvieran a edificar una Badajoz roja?” En La columna de la muerte. El avance del ejército franquista de Sevilla a Badajoz (2003), el historiador Francisco Espinosa Maestre documenta la identidad de 1.518 personas fusiladas en Badajoz por las tropas del coronel Yagüe, rebajando el alcance de la represión, pero al mismo tiempo indica que en toda la provincia la cifra total de ejecuciones supera las 12.000. Espinosa, que realizó un minucioso trabajo de campo pueblo por pueblo, sostiene que la represión “no fue una consecuencia de la guerra, sino una de sus razones explicativas fundamentales. […] La violencia formaba parte del proyecto inicial de los insurgentes, dispuestos a exterminar a todos los elementos de la sociedad española –políticos, sindicalistas, profesionales, maestros…- que habían contribuido a articular la alternativa reformista iniciada en 1931”. Para Espinosa, Badajoz es una prefiguración de Auschwitz.
(extraído del blog de Rafael Narbona)
Estas son sus hazañas:
Yagüe había recorrido 500 kilómetros en cuatro semanas, perpetrando horribles matanzas en Andalucía y Extremadura, lo cual había provocado que sus tropas fueran conocidas como “la columna de la muerte”. Las masacres de Badajoz, Mérida y Almendralejo son particularmente conocidas. De hecho, los corresponsales Jay Allen, Mário Neves y John T. Whitaker presenciaron los crímenes cometidos en Badajoz por los legionarios y los regulares. Mário Neves descubrió una enorme columna de humo blanco y, gracias a una conversación ocasional con un sacerdote, localizó su procedencia. Las tropas de Yagüe habían amontonado los cadáveres de sus víctimas en el cementerio e incineraban sus restos con gasolina. Horrorizado, Neves envió un despacho telefónico a su periódico, el Diário de Lisboa, comunicando su intención irrevocable de partir hacia otro lugar: “Me voy. Quiero salir de Badajoz, cueste lo que cueste, tan pronto como sea posible y con la firme promesa de no regresar”. No menos sobrecogido, Allen escribió para el Chicago Tribune: “Esta es la historia más dolorosa que me ha tocado escribir. […] La represión comenzó apenas se tomó la ciudad. En la plaza de toros, han fusilado con ametralladoras a más de 1.800 hombres y mujeres. Hay más sangre de la que uno pueda imaginar en 1.800 cuerpos”. John T. Whitaker interrogó al coronel Yagüe, preguntándole si era cierto que habían fusilado a 4.000 prisioneros. Sin avergonzarse, Yagüe contesto: “Claro que los fusilamos. ¿Qué esperaba? ¿Suponía que iba a llevar 4.000 rojos conmigo mientras mi columna avanzaba contrarreloj? ¿Suponía que iba a dejarles sueltos a mi espalda y dejar que volvieran a edificar una Badajoz roja?” En La columna de la muerte. El avance del ejército franquista de Sevilla a Badajoz (2003), el historiador Francisco Espinosa Maestre documenta la identidad de 1.518 personas fusiladas en Badajoz por las tropas del coronel Yagüe, rebajando el alcance de la represión, pero al mismo tiempo indica que en toda la provincia la cifra total de ejecuciones supera las 12.000. Espinosa, que realizó un minucioso trabajo de campo pueblo por pueblo, sostiene que la represión “no fue una consecuencia de la guerra, sino una de sus razones explicativas fundamentales. […] La violencia formaba parte del proyecto inicial de los insurgentes, dispuestos a exterminar a todos los elementos de la sociedad española –políticos, sindicalistas, profesionales, maestros…- que habían contribuido a articular la alternativa reformista iniciada en 1931”. Para Espinosa, Badajoz es una prefiguración de Auschwitz.
(extraído del blog de Rafael Narbona)
70-3
Tres adolescentes judíos aparecieron muertos hace algunos días... La venganza del pueblo judío fue terrible... como la cólera de Yaveh... y ya van 70 palestinos asesinados... inocentes de aquellas muertes, pero asesinados por ellas... ¿cuánto vale un judío? ¿Cuántos palestinos han de morir para vengar la muerte de un solo judío?
Por otra parte... es curioso hablar de palestinos y judíos... pensándolo bien... ¿no son palestinos los judíos? pero... cualquiera sabe! nadie sabe lo que son los judíos!!! Bueno... algo sí sabemos... algunos de ellos, al menos quienes gobiernan el Estado de Israel... lo que no cabe duda es de que son UNOS ASESINOS.
Sin embargo, según El País de hoy, 10 de julio de 2014, parece como si las víctimas fueran precisamente los asesinos. Israel bombardea Gaza y mata a 70 palestinos, pero para El País, el auténtico problema son los cohetes que lanza Hamás... ¿los palestinos se han muerto de gripe?
Por otra parte... es curioso hablar de palestinos y judíos... pensándolo bien... ¿no son palestinos los judíos? pero... cualquiera sabe! nadie sabe lo que son los judíos!!! Bueno... algo sí sabemos... algunos de ellos, al menos quienes gobiernan el Estado de Israel... lo que no cabe duda es de que son UNOS ASESINOS.
Sin embargo, según El País de hoy, 10 de julio de 2014, parece como si las víctimas fueran precisamente los asesinos. Israel bombardea Gaza y mata a 70 palestinos, pero para El País, el auténtico problema son los cohetes que lanza Hamás... ¿los palestinos se han muerto de gripe?
martes, 8 de julio de 2014
más difícil todavía
"La gente se figura que algunas cosas son el colmo de la dificultad, y por eso aplauden a los trapecistas, o a mí. Yo no sé qué se imaginan, que uno se está haciendo pedazos para tocar bien, o que el trapecista se rompe los tendones cada vez que da un salto. En realidad las cosas verdaderamente difíciles son otras tan distintas, todo lo que la gente cree poder hacer a cada momento. Mirar, por ejemplo, o comprender a un perro o a un gato. Esas son las dificultades, las grandes dificultades."
Julio Cortázar, El perseguidor
Julio Cortázar, El perseguidor
seguridad
"Bruno, ese tipo y todos los otros tipos de Camarillo estaban convencidos. ¿De qué, quieres saber? No sé, te juro, pero estaban convencidos. De lo que eran, supongo, de lo que valían, de su diploma. No, no es eso. Algunos eran modestos y no se creían infalibles. Pero hasta el más modesto se sentía seguro. Eso era lo que me crispaba, Bruno, que se sintieran seguros."
Julio Cortázar, El perseguidor
Julio Cortázar, El perseguidor
lunes, 7 de julio de 2014
El perseguidor
Julio Cortázar, "El perseguidor", Las armas secretas, 1959
La vida y la música... o la vida y el jazz... o el jazz entre la vida y la muerte... la música y el tiempo... o el tiempo y la música...
Alguien ha comparado este breve relato de Julio Cortázar con la larguísima novela Doktor Faustus de Thomas Mann: Blas Matamoro, "Julio Cortázar y Thomas Mann..."
La vida y la música... o la vida y el jazz... o el jazz entre la vida y la muerte... la música y el tiempo... o el tiempo y la música...
Alguien ha comparado este breve relato de Julio Cortázar con la larguísima novela Doktor Faustus de Thomas Mann: Blas Matamoro, "Julio Cortázar y Thomas Mann..."
Última llamada
Está muy bien darse cuenta, ser consciente, de lo que ocurre, de las víctimas que han quedado por el camino para que estemos donde estamos y de las que todavía quedarán para seguir intentando estar, al menos, como estamos ahora... Es el primer paso. Pero no hay ninguna duda de que esto, ello sólo, no sirve de mucho si seguimos viviendo como vivimos. Hacen falta propuestas concretas... y la primera de todas es cambiar, cada una de nosotras, nuestra forma de vida, nuestra forma desaforada de consumir, de comer, de beber, de desplazarnos por el mundo, de iluminarnos por la noche, de calentar y recalentar nuestras comidas, de enfriarlas y congelarlas para después calentarlas, de necesitar siempre más y más y más, el nuevo modelo de ropa para invierno, para hacer senderismo, para ir a la playa, el nuevo modelo de televisión jaidefinison y extraplana, el último grito de tablet o de aifon, los cambios simano para la bici de montanbaic, de los vuelos ultrabaratos para irnos de vacaciones o de escapada de fin de semana... "¡lo necesitamos tanto!"... en fin, creo que se entiende, ¿no?
Esto es lo que falta en el Manifiesto. Al menos, un compromiso de quienes lo firman en ese sentido. Adherirse a un Manifiesto como éste no es muy difícil... cambiar nuestra forma de vida, la forma de vida que hace que el mundo esté como está... esto es más complicado.
Este es el MANIFIESTO:
Los ciudadanos y ciudadanas europeos, en su gran mayoría, asumen la idea de que la sociedad de consumo actual puede “mejorar” hacia el futuro (y que debería hacerlo). Mientras tanto, buena parte de los habitantes del planeta esperan ir acercándose a nuestros niveles de bienestar material. Sin embargo, el nivel de producción y consumo se ha conseguido a costa de agotar los recursos naturales y energéticos, y romper los equilibrios ecológicos de la Tierra.
Nada de esto es nuevo. Las investigadoras y los científicos más lúcidos llevan dándonos fundadas señales de alarma desde principios de los años setenta del siglo XX: de proseguir con las tendencias de crecimiento vigentes (económico, demográfico, en el uso de recursos, generación de contaminantes e incremento de desigualdades) el resultado más probable para el siglo XXI es un colapso civilizatorio.
Hoy se acumulan las noticias que indican que la vía del crecimiento es ya un genocidio a cámara lenta. El declive en la disponibilidad de energía barata, los escenarios catastróficos del cambio climático y las tensiones geopolíticas por los recursos muestran que las tendencias de progreso del pasado se están quebrando.
Frente a este desafío no bastan los mantras cosméticos del desarrollo sostenible, ni la mera apuesta por tecnologías ecoeficientes, ni una supuesta “economía verde” que encubre la mercantilización generalizada de bienes naturales y servicios ecosistémicos. Las soluciones tecnológicas, tanto a la crisis ambiental como al declive energético, son insuficientes. Además, la crisis ecológica no es un tema parcial sino que determina todos los aspectos de la sociedad: alimentación, transporte, industria, urbanización, conflictos bélicos… Se trata, en definitiva, de la base de nuestra economía y de nuestras vidas.
domingo, 6 de julio de 2014
nunca fui a la escuela
"Et je ne suis jamais allé à l'école" es la historia de una infancia feliz escrita por André Stern, hijo de Arno Stern.
André Stern, nacido en 1971, nos ofrece en este libro un cautivador testimonio sobre su juventud, vivida bajo el signo del aprendizaje libre e informal. En cada página descubrimos su pasión por descubrir, por aprender. Tuvo la gran suerte de encontrarse con personas singulares y extraordinarias gracias a la familia en la que nació.
La lectura de este libro nos ayudará a entender que hay otras formas de aprender... que la escuela no sólo no es la única forma de hacerlo, sino que la mayor parte de las veces no sirve para que los niños aprendan a vivir, sino que les coarta y anula sus capacidades, adormeciendo su curiosidad y sus ganas de aprender y de vivir.
L'école chez soi en leçon
Conferencia de Arno Stern en Alhondiga-Bilbao
Mon coeur s'ouvre à ta voix
—¿No tiene usted por casualidad —añadió Adrián dirigiéndose a
Bullinger— el aria en re bemol mayor del segundo acto de «Sansón y Dalila»
de Saint-Saëns?
—¿Cómo quiere usted que no la tenga? La tengo, y no precisamente por
casualidad, se lo aseguro.
Adrián prosiguió:
—Muy bien. Viene este fragmento a mi memoria porque Kretzschmar (mi maestro, un organista, un hombre consagrado a la fuga, conviene recordarlo) sentía por él una pasión rayana en la debilidad. Se reía a veces, pero esto no era óbice para una admiración cuya única causa quizá fuera lo que el fragmento tiene de ejemplar. Silencio.
La aguja dejó oír su susurro y las vibraciones de la membrana difundieron por el espacio la cálida voz de la mediosoprano, cuya articulación no era muy clara —"Mon coeur s'ouvre à ta voix", fue más o menos todo lo que comprendimos— pero cuyas cualidades de cantante eran extraordinarias: pureza de timbre, tono aterciopelado de las notas bajas, vigor y ternura. Extraordinaria también la melodía, cuya belleza aparece hacia la mitad de las dos estrofas en que se divide el aria y resplandece en la frase final, sobre todo en la repetición, cuando el violín subraya la suntuosa línea del canto y repite, como un eco melancólico, su última figura.
Thomas Mann, Doktor Faustus, cap. XXXVIII
—¿Cómo quiere usted que no la tenga? La tengo, y no precisamente por
casualidad, se lo aseguro.
Adrián prosiguió:
—Muy bien. Viene este fragmento a mi memoria porque Kretzschmar (mi maestro, un organista, un hombre consagrado a la fuga, conviene recordarlo) sentía por él una pasión rayana en la debilidad. Se reía a veces, pero esto no era óbice para una admiración cuya única causa quizá fuera lo que el fragmento tiene de ejemplar. Silencio.
La aguja dejó oír su susurro y las vibraciones de la membrana difundieron por el espacio la cálida voz de la mediosoprano, cuya articulación no era muy clara —"Mon coeur s'ouvre à ta voix", fue más o menos todo lo que comprendimos— pero cuyas cualidades de cantante eran extraordinarias: pureza de timbre, tono aterciopelado de las notas bajas, vigor y ternura. Extraordinaria también la melodía, cuya belleza aparece hacia la mitad de las dos estrofas en que se divide el aria y resplandece en la frase final, sobre todo en la repetición, cuando el violín subraya la suntuosa línea del canto y repite, como un eco melancólico, su última figura.
Thomas Mann, Doktor Faustus, cap. XXXVIII
Mon cœur s'ouvre à ta voix,
comme s'ouvrent les fleurs
aux baisers de l'aurore!
Mais, ô mon bienaimé,
pour mieux sécher mes pleurs,
que ta voix parle encore!
Dis-moi qu'à Dalila
tu reviens pour jamais.
Redis à ma tendresse
les serments d'autrefois,
ces serments que j'aimais!
|: Ah! réponds à ma tendresse!
Verse-moi, verse-moi l'ivresse! :
Dalila! Dalila! Je t'aime!
Ainsi qu'on voit des blés
les épis onduler
sous la brise légère,
ainsi frémit mon coeur,
prêt à se consoler,
à ta voix qui m'est chère!
La flèche est moins rapide
à porter le trépas,
que ne l'est ton amante
à voler dans tes bras!
|: Ah! réponds à ma tendresse!
Verse-moi, verse-moi l'ivresse! :
Dalila! Dalila! Je t'aime!
comme s'ouvrent les fleurs
aux baisers de l'aurore!
Mais, ô mon bienaimé,
pour mieux sécher mes pleurs,
que ta voix parle encore!
Dis-moi qu'à Dalila
tu reviens pour jamais.
Redis à ma tendresse
les serments d'autrefois,
ces serments que j'aimais!
|: Ah! réponds à ma tendresse!
Verse-moi, verse-moi l'ivresse! :
Dalila! Dalila! Je t'aime!
Ainsi qu'on voit des blés
les épis onduler
sous la brise légère,
ainsi frémit mon coeur,
prêt à se consoler,
à ta voix qui m'est chère!
La flèche est moins rapide
à porter le trépas,
que ne l'est ton amante
à voler dans tes bras!
|: Ah! réponds à ma tendresse!
Verse-moi, verse-moi l'ivresse! :
Dalila! Dalila! Je t'aime!
viernes, 4 de julio de 2014
lobos vestidos de corderos
Las grandes Corporaciones y las fundaciones
que las acompañan, han estado trabajando
sigilosamente para escurrirse entre los
espacios alternativos
(Grupo de Reflexión Rural argentino -GRR)
El capitalismo neoliberal es una ideología que penetra en todo el tejido social actual, no sólo entre los más ricos y poderosos, sino que llega hasta los más pobres y miserables, tanto en los países más ricos de la tierra, como entre los más humildes y expoliados. Lo penetra todo. Ahora esta ideología está penetrando también en los sectores sociales más críticos y disidentes pervirtiendo el significado de las ideas que éstos venían promoviendo. El capitalismo neoliberal ya se apropió desde su creación de la idea de "libertad", pero en los últimos tiempos se ha apropiado de otras ideas como la "ecología", la "solidaridad", la "sostenibilidad", la "responsabilidad"...
Antiguamente, los ricos hacían caridad, daban limosnas, creaban fundaciones... y de esta forma lavaban su conciencia y difundían entre aquellos a quienes explotaban una imagen paternal evitando así que cayesen en la cuenta de la realidad de su explotación. Ahora siguen haciendo lo mismo, pero ya no le llaman caridad. Ahora le llaman "responsabilidad social corporativa", "sostenibilidad" y otras lindezas por el estilo.
Ahora el capitalismo se ha hecho "VERDE", preocupado por el medio ambiente, por los pobres, por la libertad, por la igualdad y por la fraternidad...
Después de decenas de años explotando los recursos naturales y arruinando países y continentes enteros, ahora se preocupan por su "desarrollo sostenible".
La carrera de privatización del mundo emprendida hace más de doscientos años por el capitalismo está llegando a extremos nunca pensados. Empezaron privatizando la tierra y la fuerza de trabajo para llegar a privatizarlo absolutamente todo: el agua, el aire, el subsuelo, los montes, los caminos... incluso la educación y hasta la salud. Porque para el capitalismo todo, absolutamente todo es mercancía y todo, absolutamente todo, constituye una oportnidad de negocio. Porque el único objetivo del capitalismo es ganar más cada vez, enriquecerse más cada vez...
Por ello, ahora no sólo se han apropiado de las ideas de quienes son críticos con esta ideología, sino que están extendiendo sus redes para controlar y manejar incluso a los disidentes. Fundaciones ONGs y empresas como ASHOCA, AVINA, Soros, Acciona, iagua y tantas otras que ofrecen una imagen amable de búsqueda de alternativas a lo que ellos mismos llaman el "modelo actual" con el único objetivo inconfesable de mantenerlo y reforzarlo, aparentando que se quiere cambiar, para que nada cambie y para que incluso quienes quieren de verdad cambiar de modelo colaboren con su fortalecimiento.
que las acompañan, han estado trabajando
sigilosamente para escurrirse entre los
espacios alternativos
(Grupo de Reflexión Rural argentino -GRR)
El capitalismo neoliberal es una ideología que penetra en todo el tejido social actual, no sólo entre los más ricos y poderosos, sino que llega hasta los más pobres y miserables, tanto en los países más ricos de la tierra, como entre los más humildes y expoliados. Lo penetra todo. Ahora esta ideología está penetrando también en los sectores sociales más críticos y disidentes pervirtiendo el significado de las ideas que éstos venían promoviendo. El capitalismo neoliberal ya se apropió desde su creación de la idea de "libertad", pero en los últimos tiempos se ha apropiado de otras ideas como la "ecología", la "solidaridad", la "sostenibilidad", la "responsabilidad"...
Antiguamente, los ricos hacían caridad, daban limosnas, creaban fundaciones... y de esta forma lavaban su conciencia y difundían entre aquellos a quienes explotaban una imagen paternal evitando así que cayesen en la cuenta de la realidad de su explotación. Ahora siguen haciendo lo mismo, pero ya no le llaman caridad. Ahora le llaman "responsabilidad social corporativa", "sostenibilidad" y otras lindezas por el estilo.
Ahora el capitalismo se ha hecho "VERDE", preocupado por el medio ambiente, por los pobres, por la libertad, por la igualdad y por la fraternidad...
Después de decenas de años explotando los recursos naturales y arruinando países y continentes enteros, ahora se preocupan por su "desarrollo sostenible".
La carrera de privatización del mundo emprendida hace más de doscientos años por el capitalismo está llegando a extremos nunca pensados. Empezaron privatizando la tierra y la fuerza de trabajo para llegar a privatizarlo absolutamente todo: el agua, el aire, el subsuelo, los montes, los caminos... incluso la educación y hasta la salud. Porque para el capitalismo todo, absolutamente todo es mercancía y todo, absolutamente todo, constituye una oportnidad de negocio. Porque el único objetivo del capitalismo es ganar más cada vez, enriquecerse más cada vez...
Por ello, ahora no sólo se han apropiado de las ideas de quienes son críticos con esta ideología, sino que están extendiendo sus redes para controlar y manejar incluso a los disidentes. Fundaciones ONGs y empresas como ASHOCA, AVINA, Soros, Acciona, iagua y tantas otras que ofrecen una imagen amable de búsqueda de alternativas a lo que ellos mismos llaman el "modelo actual" con el único objetivo inconfesable de mantenerlo y reforzarlo, aparentando que se quiere cambiar, para que nada cambie y para que incluso quienes quieren de verdad cambiar de modelo colaboren con su fortalecimiento.
El Roto
El Plan Bolonia es una catástrofe
"El Plan Bolonia es una catástrofe. La derecha quiere suprimir las
humanidades. En vez de pensadores, quieren convertirnos en expertos que
cumplan los encargos que las élites plantean. Me parece importante
defender que los grandes problemas nos conciernen a todos. La derecha
debería estar en contra del Plan Bolonia. Convertir la Universidad en
una empresa es mucho más peligroso para Europa que el fundamentalismo
islámico."
Slavoj Zizek (entrevista en El País 1/4/2011)
Slavoj Zizek (entrevista en El País 1/4/2011)
la situación es catastrófica, pero no seria
"Me encanta una anécdota, seguramente apócrifa, de la Primera Guerra
Mundial. Un puesto militar alemán escribe un telegrama a sus aliados
austriacos: "Aquí la situación es seria, pero no catastrófica". La
respuesta dice : "Aquí la situación es catastrófica, pero no seria".
Esta última frase define nuestra época. Nos cuesta tomar en serio la
debacle a la que nos enfrentamos."
Slavoj Zizek (entrevista en El País 1/4/2011)
Slavoj Zizek (entrevista en El País 1/4/2011)
literatura y opulencia
La literatura puede enriquecer a los lectores, porque es en sí misma aquello que los economistas llaman la súper abundancia, la fortuna sin límites, la ambrosía interminable, esto es: la opulencia. De ella el lector toma lo que desea, lo que requiere, eso que su corazón anhela y que su deseo aguarda, los minutos de gloria y los instantes de terror, las horas de reposo y las noches de placer.
Solo llegando se puede esclarecer el misterio de la literatura que es, así mismo, el más profundo misterio de la existencia. ¿Cómo es que podemos vernos retratados en las letras que hablan de los otros? ¿Cómo es que llegamos a depender tanto de las palabras de alguien más, al grado de buscarlas por años, de esperarlas pacientemente y devorarlas inclementes cuando las tenemos a mano?, ¿Cómo es que, finalmente, nos volvemos lectores? Porque aspiramos a esa abundancia interminable que, en términos de tiempo llamamos eternidad y en magnitud denominamos opulencia.
El derroche del verbo y la imagen, aún en la obra sencilla y escueta, se relaciona con la capacidad de las letras de decirlo y crearlo todo, de recrear lo que una vez existió y de dar al mundo lo que todavía no ha sido. En la literatura coexiste y se armoniza el cosmos, lo que fue, lo que es y lo que algún día será, con absoluta independencia de su realidad palpable. Encontramos fascinación en la literatura porque es, ya lo dijo Alfonso Reyes, el refugio de los pecadores, o como bien lo dijo Wilde, la sujeción a todas las tentaciones.
El niño y el hombre se vuelven lectores porque sólo en la lectura satisfacen su natural ansia de eternidad, y conjuran su innato y atávico terror por la miseria; nadie puede sentirse ni saberse más rico que el lector, porque puede ser dueño, amo y señor del universo que las palabras crean y los libros resguardan.
César Benedicto, "La Nino de Said, o la literatura como opulencia"
Solo llegando se puede esclarecer el misterio de la literatura que es, así mismo, el más profundo misterio de la existencia. ¿Cómo es que podemos vernos retratados en las letras que hablan de los otros? ¿Cómo es que llegamos a depender tanto de las palabras de alguien más, al grado de buscarlas por años, de esperarlas pacientemente y devorarlas inclementes cuando las tenemos a mano?, ¿Cómo es que, finalmente, nos volvemos lectores? Porque aspiramos a esa abundancia interminable que, en términos de tiempo llamamos eternidad y en magnitud denominamos opulencia.
El derroche del verbo y la imagen, aún en la obra sencilla y escueta, se relaciona con la capacidad de las letras de decirlo y crearlo todo, de recrear lo que una vez existió y de dar al mundo lo que todavía no ha sido. En la literatura coexiste y se armoniza el cosmos, lo que fue, lo que es y lo que algún día será, con absoluta independencia de su realidad palpable. Encontramos fascinación en la literatura porque es, ya lo dijo Alfonso Reyes, el refugio de los pecadores, o como bien lo dijo Wilde, la sujeción a todas las tentaciones.
El niño y el hombre se vuelven lectores porque sólo en la lectura satisfacen su natural ansia de eternidad, y conjuran su innato y atávico terror por la miseria; nadie puede sentirse ni saberse más rico que el lector, porque puede ser dueño, amo y señor del universo que las palabras crean y los libros resguardan.
César Benedicto, "La Nino de Said, o la literatura como opulencia"
miércoles, 2 de julio de 2014
Sobre el teatro de marionetas
Hans Holbein el joven, Erasmo de Rotterdam
"Como el Erasmo de Holbein, tenía Adrián la costumbre de trabajar sobre una plancha colocada en disposición diagonal. Junto a ella, en la parte plana de la mesa, se encontraban algunos libros: un volumen de Kleist con la señal en el ensayo sobre las marionetas..." (Thomas Mann, Doktor Faustus, cap. XXX)
Hallándome en 1801 en X., donde pasé el invierno, una noche me encontré en unos jardines públicos con el señor C., quien desde hacía poco estaba en la ciudad como primer bailarín de la Ópera, en la que gozaba del más grande favor del público.
Díjele que me sorprendía haberle encontrado varias veces en el teatrillo de marionetas que en la plaza del mercado habían armado por entonces y que divertía a la plebe con pequeñas piezas burlescas, entreveradas de canto y danza.
Me aseguró que las pantomimas le placían mucho, y dió a entender con suficiente claridad que un bailarín que desee una buena formación podría aprender de ellas bastantes cosas.
Como aquella declaración, por el modo en que la hizo, me pareció algo más que una simple ocurrencia, decidí sentarme un rato con él para indagar las razones en las que pudiera apoyar tan curiosa afirmación.
Él me preguntó si, en efecto, no había encontrado muy graciosos algunos movimientos de danza de aquellas marionetas, en especial las de menor tamaño.
No pude negar ese detalle. Un grupo de cuatro campesinos que bailaban en corro con un compás muy rápido, no lo hubiera pintado más lindo el propio Teniers.
Pregunté acerca del mecanismo de las figuras y cómo era posible manejar sus miembros y sus demás partes según exigía el ritmo de los movimientos o la danza, sin tener en los dedos miles de hilos.
Contestó que no debía imaginarme que cada miembro tuviera que ser sostenido y accionado por el maquinista durante los diferentes momentos de la danza.
Cada movimiento, dijo, tenía un punto de gravitación; bastaba con gobernarlo en el interior de la figura. Los miembros, que no eran otra cosa que péndulos, seguían la acción de un modo mecánico sin tener que hacer nada por sí mismos.
Añadió que ese movimiento era muy fácil, que siempre que el punto de gravedad se movía en línea recta, los miembros describían ya líneas curvas, y que a menudo, y sacudido de manera puramente casual, el conjunto del muñeco comenzaba una especie de movimiento rítmico semejante a la danza.
Esta observación, así lo creí, arrojaba ya alguna luz sobre el placer que, según él declarara, hallaba en el teatro de marionetas. Mas, en tanto, me encontraba todavía muy lejos de suponer las consecuencias que el bailarín iba a sacar más tarde de todo aquello.
Preguntéle si creía que el maquinista que accionaba los muñecos
debería ser también bailarín o, por lo menos, tener alguna idea de lo
bello en la danza.
Repuso que si un asunto era fácil en su aspecto mecánico, no resultaba de ello que se pudiera practicar sin sensibilidad alguna.
Repuso que si un asunto era fácil en su aspecto mecánico, no resultaba de ello que se pudiera practicar sin sensibilidad alguna.
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