"Hay que tomar conciencia del gran dramatismo de esta guerra (habla de la guerrilla guatemalteca de los años 1960-1970), de la gran tragedia de las personas que luchan en ella. Es que los guerrilleros, en su mayoría, suelen proceder de la ciudad. Ciudad significa blancos y mestizos; y campo, indígenas. La ciudad ha vivido cientos de años del sudor y la sangre del campesinado indio. Ahora, el campesino indígena desconfía de la gente de la ciudad, la odia, ni siquiera conocen mutuamente sus respectivas lenguas. Y, de pronto, los guerrilleros -blancos y mestizos en su mayoría- luchan en defensa del campesino indio y mueren en esta lucha a manos del soldado raso guatemalteco que es un indígena al servicio de una dictadura sanguinaria que se alimenta de su propia miseria e ignorancia."
Ryszard Kapuscinski, Cristo con un fusil al hombro, p. 159