Porque cuando las gente está de acuerdo conmigo, empiezo a pensar que estoy equivocado.
Ni siquiera yo estoy de acuerdo conmigo mismo... y tampoco con esto que acabo de decir, que ni siquiera soy el primero en decirlo, pues lo puso Oscar Wilde en boca de uno de los personajes que dialogan en su ensayo The Critic as Artist.