martes, 28 de octubre de 2014

Être seul au monde avec un livre

"Être seul au monde avec un livre, seul avec lui c’est-à-dire seul face à lui, mais avec lui pour soi seul, être pour un livre le seul être au monde, le seul regard ami, le seul regard, le regard du seul lecteur, être celui dont l’existence d’un livre dépend, puisqu’un livre ne respire que si l’éventail des pages est par une main déployé, pour que les mots libérés, agités et retrouvant un souffle, fassent eux-mêmes respirer une conscience."

Alain Fleischer, Double vue, double jeu, double vie
Prefacio al libro de Robert Lebel, La Double vue

El testament

"Tota l’estança estava dominada pels ocres foscos i els ulls se li anaven, sense voler-ho, cap a la finestra de la dreta que, més que un punt de fuga, era l’indret per on entrava la llum potent, descarada, del sol que il·luminava la cambra i el personatge. Aquest, un filòsof, segons explicava el títol del quadre, era assegut davant d’una taula rodona amb faldilla i llegia un llibre immens ple de saviesa, aprofitant el bé de Déu de llum que venia de la finestra, des que Rembrandt el va pintar feia quatre segles. La barba del filòsof li arribava fins a mig pit i tot ell transmetia una sensació de calma, de placidesa..."

Jaume Cabré, Viatge d'hivern, p. 34

Rembrandt, Filósofo en meditación, 1632 (Le Louvre)



lunes, 27 de octubre de 2014

Opus pòstum

"Va inspirar un parell de vegades i començà amb els primers acords misteriosos de la nou-cents seixanta i pel públic es va estendre un calfred de pànic..."

"... va pensar que Laforgue sostenia que les tres sonates de 1828, les anomenades pòstumes, van ser escrites en un arravatament d'orgull en saber que Beethoven acabava de morir i el camí quedava lliure davant seu."

Jaume Cabré, Viatge d'hivern, p. 12, 13



Schubert - Sonata No. 21 in B-flat major, D. 960 (Maria João Pires)

bodegón de otoño


la enfermedad de la Razón

"Los seres humanos -piensa el gato- padecen una enfermedad congénita degenerativa que se llama Razón. Esa enfermedad afecta gravemente a la calidad de vida de los humanos y, si no se trata adecuadamente, sometiendo a la Razón a períodos más o menos largos de inactividad, puede ser letal para el espíritu."

"La mente de los seres humanos segrega constantemente unas sustancias tóxicas, llamadas ideas, que llegan a invadir todo el organismo. No hay persona humana que no arrastre el peso de un montón de ideas en la cabeza. En realidad, tener alguna idea no es malo; pero los humanos, en lugar de tener cada vez una sola idea, persistente y clara, como hacen los gatos, tienen muchas ideas a la vez, por un exceso de secreción de su mente. La abundancia de ideas hace que éstas se enmarañen y produzcan un estado de confusión permanente, aislamiento con respecto al entorno... Otra consecuencia de esa saturación de ideas en el cerebro es que los seres humanos son en general incapaces de hacer cosas tan sencillas como acomodarse y dejar la mente en blanco... Ni que decir tiene que eso les imposibilita para vivir el presente: su cuerpo está aquí y su cabeza está siempre en el lugar inexistente del pasado o del futuro adonde les llevan sus ideas."

Paloma Díaz-Mas, Lo que aprendemos de los gatos, p. 44-48


Viatge d'hivern

Jaume Cabré, Viatge d'hivern, Proa, Barcelona, 2013

Un homenaje literario a Schubert, a Bach y a la música, pero también a la pintura, simbolizada por Rembrandt. A la vez, es un repertorio de pasiones humanas, un repaso a la historia interior de Europa y un recorrido a través de su geografía... (de la contraportada)





Schubert · Winterreise

Bibliografía:
 
Mònica Ortiz de Pinedo Solé, Jaume Cabré: Literatura i Música, Tesi doctoral, Universitat Rovira i Virgil

los gatos nos educan

"... los gatos nos educan, nos acostumbran a pensar en esos detalles ínfimos en los que antes no reparábamos, a ser previsores de la comodidad de otros, a hacer o no hacer no sólo para lo inmediato, ni para nuestras propias necesidades, sino para el lujo superfluo de que ese animal se encuentre cómodo cuando él quiera."

Paloma Díaz-Mas, Lo que aprendemos de los gatos, p. 93


domingo, 26 de octubre de 2014

Lo que aprendemos de los gatos

Paloma Díaz-Mas, Lo que aprendemos de los gatos, Anagrama, 2014

Porque... "los humanos parten de la absurda creencia de que son animales superiores, cuando todo el mundo sabe que los animales superiores son los gatos".


viernes, 24 de octubre de 2014

Insensatez

Horacio Castellanos Moya, Insensatez, Tusquets, 2013

Obsesión por la violencia en un país, Guatemala, en el que la violencia es reina y señora casi desde siempre... Alguien se dispone a hacer la manicura a las católicas manos que se disponían a tocarle los huevos al tigre militar... a cuidar de las manos que piadosamente se preparaban para apretarle los huevos al tigre... y asistimos perplejos, asombrados a algo que parece imposible que haya ocurrido, que ocurra, pero, sobre todo, perplejos por la manera de contar las cosas más terribles, explicando que "yo no estoy completo de la mente". El horror se mezcla con la vida cotidiana, con los deseos, los miedos, los arrebatos, las pasiones, la soledad, la tristeza, el sexo... y el horror se cuenta en forma de poesía...

Es una novela, es una ficción, pero también es una realidad. Porque la realidad supera a la ficción. Un supuesto corrector de estilo del informe REMHI nos descubre una realidad que, aunque algunas de sus víctimas piensan que quizá sea mejor olvidar -"que se borre el nombre de los muertos para que queden libres y ya no tengamos problemas-, hay que recordar, al menos, para que podamos conocer un poco más acerca de la crueldad de los seres humanos, de la inabarcabilidad del sufrimiento, del odio, de la violencia, del horror... Pero también hay que recordar, sobre todo, porque los asesinos, los torturadores, los criminales, los responsables de tanto horror todavía andan por ahí; porque todavía se encuentran situados en los puestos de máxima responsabilidad del estado... porque son una amenaza permanente. Porque "¡Todos sabemos quiénes son los asesinos!"

El libro termina con una especie de telegrama: "Ayer a mediodía monseñor presentó el informe en la catedral con bombo y platillo; en la noche lo asesinaron en la casa parroquial, le destruyeron la cabeza con un ladrillo. Todo el mundo está cagado. Da gracias que te fuiste".

El obispo asesinado era Juan Gerardi.


William Blake, El cuerpo de Abel descubierto por Adán y Eva (1826)
Tate Gallery, Londres

    LOS HERALDOS NEGROS
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!

César Vallejo, 1918




Bibliografía:


Dziekuje

"... me puse a pensar en el pianista de jazz Dave Brubeck, y en su gira polaca. En marzo de 1958, el gobierno estadounidense le patrocinó a Brubeck una gira de doce conciertos, en siete ciudades polacas... en el último concierto, en Poznan, cuando el público le pidió un bis, Brubeck salió al escenario y tocó por primera vez una pieza titulada Dziekuje (gracias, en polaco), que había compuesto o escrito en su cabeza esa misma tarde, mientras viajaba en el tren desde Lodz. Una pieza dulce, melancólica, nostálgica, más o menos modelada a semejanza de alguna de las melodías de Chopin, acaso alguno de sus nocturnos, acaso el Preludio en mi menor. Decía Brubeck que era su homenaje a Chopin..."

Eduardo Halfon, Monasterio, p. 75




pornografía de la bestialidad

"No sé por qué no me decidía a ir. ¿Miedo a Auschwitz? ¿Miedo a la palabra Auschwitz? ¿Miedo a viajar en tren a Auschwitz? ¿Miedo a volverme parte de las hordas del turismo que van a Auschwitz, de ese turismo deplorable, y amarillista, y que hasta podría decirse que rinde culto a la pornografía de la bestialidad?

Eduardo Halfon, Monasterio, p. 107

Ramiro Pinilla


Nos quedan tantos kilos de tinta caracoleando por los miles de páginas de sus libros, que nunca nos dejará del todo. Biba Baskardo!!!

http://www.naiz.eus/eu/actualidad/noticia/20141023/fallece-a-los-91-anos-el-escritor-vizcaino-ramiro-pinilla

miércoles, 22 de octubre de 2014

Monasterio

Eduardo Halfon, Monasterio, Libros del Asteroide, 2014

Una jaula salió en busca de un pájaro (Franz Kafka)

"... un viaje conmovedor e intenso a las profundidades de la identidad, la intolerancia religiosa, y a los límites y ficciones que el hombre usa para entenderse y sobrevivir" (de la contraportada)




lunes, 20 de octubre de 2014

hombres de coraje

Mary Read fue una famosa pirata que operaba en el Caribe entre los años 1719 y 1720. Fue una de las dos únicas mujeres que fueron declaradas culpables de piratería durante el siglo XVIII. Tras su captura fue sentenciada a morir en la horca, pero falleció de unas fiebres en abril de 1721, con 24 años de edad, mientras se encontraba esperando la ejecución de la sentencia.

Mary Read, la mujer pirata del Caribe, según un grabado en madera del siglo XVIII

El año 2003 se publicó la novela de Zoé Valdés Lobas de Mar, que recrea la posible trayectoria vital de Mary Read, Anne Bonny y Calico Jack.

En 2007, se publicó un libro basado en ella, Mary tempestad de Alain Surget y en mayo del 2008 otro también basado en ella, Lady Pirata, de la autora Mireille Calmel.

En 2009 la autora gallega María Reimóndez publicó también una novela sobre esta famosa corsaria: Pirata.

Pero mucho antes, en 1935, Jorge Luis Borges la mencionó en uno de los relatos incluídos en su Historia universal de la infamia:

"... ha habido corsarias: mujeres hábiles en la maniobra marineras, en el gobierno de tripulaciones bestiales y en la persecución y saqueo de naves de alto bordo. Una de ellas fue Mary Read, que declaró una vez que la profesión de pirata no era para cualquiera, y que, para ejercerla con dignidad, era preciso ser un hombre de coraje, como ella."

Historia universal de la infamia

Jorge Luis Borges, Historia universal de la infamia, Destino, 2010

Breves relatos que, según afirma Borges en el prólogo a la edición de 1954, "son el irresponsable juego de un tímido que no se animó a escribir cuentos y que se distrajo en falsear y tergiversar (sin justificación estética alguna vez) ajenas historias".


La razón salvaje

Juanma Sánchez Arteaga, La razón salvaje, Ediciones Lengua de trapo, 2007

Una puesta en cuestión de la supuesta superioridad de la racionalidad tecno-científica de la modernidad por parte de alguien que practica activamente el difícil arte del desaprendizaje, porque, tal como él mismo confiesa, "la tarea de desaprender activamente algunos de los propios mitos puede convertirse en una simple cuestión de supervivencia".

Porque... "en una cultura que rechaza cada vez más patentemente toda concepción de las relaciones humanas con la naturaleza fuera de ese marco unidimensional de racionalidad utilitaria, resulta extremadamente difícil plantear el problema de las íntimas relaciones históricas entre la tecnociencia moderna y las instituciones contemporáneas de dominación social."


https://www.diagonalperiodico.net/saberes/cualquier-forma-creencia-no-se-cuestiona-puede-resultar-peligrosa.html

miércoles, 15 de octubre de 2014

Leyendas de Guatemala

Miguel Ángel Asturias, Leyendas de Guatemala, Ediciones Primera Plana, 1993

El Cuco de los Sueños va hilando los cuentos... cuentos soñados y sueños contados con una prosa poética deslumbrante, exhuberantemente tropical...

"¡Qué mezcla esta mezcla de naturaleza tórrida, de botánica confusa, de magia indígena, de teología de Salamanca, donde el Volcán, los frailes, el Hombre-Adormidera, el Mercader de joyas sin precio, las bandadas de 'pericos dominicales', 'los maestros-magos que van a las aldeas a enseñar la fabricación de tejidos y el valor del Cero' componen el más delirante de los sueños!" (de la Carta de Paul Valéry a Francis de Miomandre)

martes, 14 de octubre de 2014

mis propios defectos

"A mí al menos me ha enseñado la vida que no me he liberado verdaderamente de los propios defectos, las propias manías o los propios pecados, hasta que dejan de irritarme cuando los veo en otros."

José Ignacio González Faus, Inquisidores, La Vanguardia 18/8/2008

domingo, 12 de octubre de 2014

Tierras de la memoria

Felisberto Hernández, Tierras de la memoria, Arca, Montevideo, 1967

Todo un descubrimiento... Llevo algún tiempo leyendo y releyendo algunos de mis autores sudamericanos favoritos. Cuentos y novelas de Bioy Casares, de Borges, de Onetti, de Cortázar... Casualmente encontré en algún artículo -creo que sobre Onetti- una referencia a Felisberto Hernández, un autor uruguayo totalmente desconocido para mí.

He empezado a leer su novela póstuma Tierras de la memoria, que desde sus primeras páginas me está conmoviendo profundamente... Desde su prmera línea: "Tengo ganas de creer que empecé a conocer la vida a las nueve de la mañana en un vagón de ferrocarril."

En la tercera página leo: "Yo tenía la mala condición o la debilidad de no poder aislarme del todo de las personas que me rodeaban. Al tenerlas cerca no podía evitar el trabajo de imaginar lo que ellas pensarían. Ellas, con su manera de sentir sus vidas, entraban un poco en la mía y según fuera la calidad de esas personas, así sería el sentido que tomarían los instantes que yo viviría junto a ellas."

...

"La menor de las hermanas tenía una manera muy querida de llevar para todos lados su cuerpo alto; y un descuido lleno de ternura en su manera de ser gorda."

...

"Era como la cara inmóvil de una cabeza que adentro tiene pensamientos que se están haciendo y uno no sabe cómo serán."
...

Ilustración de Julián Gutiérrez Vallejo

Tierras de la memoria

Para arrojar luz sobre la novela inconclusa Tierras de la memoria, hay que estudiar su complicada carrera editorial, con todo lo que ésta entraña de segmentación, capricho y disonancias. De ahí que fijemos tras este aviso el calendario de la obra citada. El 23 de junio de 1944 pudieron los lectores disfrutar de algunos de sus fragmentos en las páginas de El Plata. Tres meses después, hicieron lo propio quienes compraron los Papeles de Buenos Aires, y ya en diciembre, una parte del mismo relato ocupó las planchas de Contrapunto. Quienes deseaban gozar de la pieza en su totalidad debieron esperar dos décadas, pues Tierras de la memoria fue editada póstumamente, en la primera tirada de las Obras Completas de Felisberto Hernández, que Arca comercializó en 1965. En México, la colectánea de su producción salió a la venta en 1983, con el sello de Siglo xxi. Bajo el epígrafe de Tierras de la memoria, dicha edición incluía el relato homónimo más «El cocodrilo», «Lucrecia» y «La casa nueva».

Al igual que Por los tiempos de Clemente Colling y El caballo perdido, este escrito forma parte del ciclo de evocación autobiográfica que vino a enlazar Felisberto. Cosa extraña: el autor no mostró un gran interés en dar vuelo editorial a su textos. Uno de sus principales analistas, José Pedro Díaz, revisó el epistolario con Paulina Medeiros del uruguayo, donde se advierte con claridad que ella buscó editor para la obra, e incluso anunció a su esposo —en las cartas del 22 de julio y del 2 de agosto de 1944— que la imprenta pronto lanzaría las primeras copias. Según indica Díaz, el escritor «no se preocupó; ni siquiera alude a ello en sus cartas. El hecho es sorprendente, porque no se trata de un autor que habitualmente diera tan poca importancia a sus publicaciones. Por otra parte su correspondencia pone en evidencia que, mientras tanto, ya estaba escribiento otra novela» (Felisberto Hernández: El espectáculo imaginario, Montevideo: Arca, 1991, p. 147). Concentrado en esa nueva obra, rotulada La novela del concierto y, en otra parte, El comedor, Felisberto no pareció interesado en concluir en un plazo razonable Tierras de la memoria. La última versión nos ha llegado deshilvanada, sin una estructura unitaria que comprometa sus episodios y les dé cuerpo. Por este escamoteo de los andamios, tan apropiado para despistar a la crítica, ni siquiera sabemos con seguridad qué enmiendas y retoques son los más precisos a la hora de fijar el material existente.

Al margen del extravío y de que varios de sus pasajes fuesen editados con título propio, parece claro que no se trata aquí de dar forma a lo informe. Muy al contrario: la coherencia temática y conceptual del texto queda delimitada por los recuerdos de una infancia enriquecida por tres actividades iniciáticas: la escuela, las clases de piano y las excursiones junto a los Vanguardias de la Patria. En palabras de Rocío Antúnez, «el desandar el camino supone una transgresión a las coordenadas de la existencia: el escribir los recuerdos la proyecta al infinito. La escritura opone un presente y un pasado eternizados en el repetirse incesante de las lecturas a la certeza de un devenir que acaba con la muerte» (Felisberto Hernández: El discurso inundado, México D. F.: Instituto Nacional de Bellas Artes, 1985, p. 38).

Observador perspicaz, atento a los detalles que la costumbre oculta, Felisberto Hernández expone sus espectros a ese fluir de la conciencia que, con cierta sensualidad, viene a identificar con el agua. Al desdoblarse en la narración, también revela cierto distanciamiento ante lo rememorado, e invita al lector a meditar sobre el fragmentario y huidizo entorno. Así, nos dice: «Tengo ganas de creer que empecé a conocer la vida a las nueve de la mañana en un vagón de ferrocarril». Y más tarde, formula una confesión llena de sentido: «Ahora pienso que en aquella época yo viajaba sin recuerdos: más bien los hacía; y para hacerlos intervenía en las cosas; pero mi acción era escasa comparada con la de mis compañeros; atendía la vida como quien come distraído».

Fuente: Centro Virtual Cervantes 

"Hernández apoya en lo vivido para recordar, y usa sus recuerdos como el material más inmediato, pero no para trabajar sobre lo recordado sino sobre los modos de su evocación, sobre la relación de su presente con lo evocado, sobre el modo de asirlo de que dispone." (José Pedro Díaz, "F. H.: Una conciencia que se rehúsa a la existencia")

sábado, 11 de octubre de 2014

Decálogo para escritores principiantes


 Decálogo más uno, para escritores principiantes

I. No busquen ser originales. El ser distinto es inevitable cuando uno no se preocupa de serlo.

II. No intenten deslumbrar al burgués. Ya no resulta. Éste sólo se asusta cuando le amenazan el bolsillo.

III. No traten de complicar al lector, ni buscar ni reclamar su ayuda.

IV. No escriban jamás pensando en la crítica, en los amigos o parientes, en la dulce novia o esposa. Ni siquiera en el lector hipotético.

V. No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la política ni al triunfo. Escriban siempre para ese otro, silencioso e implacable, que llevamos dentro y no es posible engañar.

VI. No sigan modas, abjuren del maestro sagrado antes del tercer canto del gallo.

VII. No se limiten a leer los libros ya consagrados. Proust y Joyce fueron despreciados cuando asomaron la nariz, hoy son genios.

VIII. No olviden la frase, justamente famosa: 2 más dos son cuatro; pero ¿y si fueran 5?

IX. No desdeñen temas con extraña narrativa, cualquiera sea su origen. Roben si es necesario.

X. Mientan siempre.

XI. No olviden que Hemingway escribió: "Incluso di lecturas de los trozos ya listos de mi novela, que viene a ser lo más bajo en que un escritor puede caer."

fuente: http://www.onetti.net/es/advertencias/decalogo

viernes, 10 de octubre de 2014

no esteis de acuerdo conmigo, por favor

Porque cuando las gente está de acuerdo conmigo, empiezo a pensar que estoy equivocado.

Ni siquiera yo estoy de acuerdo conmigo mismo... y tampoco con esto que acabo de decir, que ni siquiera soy el primero en decirlo, pues lo puso Oscar Wilde en boca de uno de los personajes que dialogan en su ensayo The Critic as Artist.



miércoles, 8 de octubre de 2014

Ébola: crónica de un despropósito

La Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad emitió un comunicado el 7 de agosto pasado calificando de irresponsable la decisión del Ministerio y de la Consejería  de Sanidad de Madrid de repatriar al primer enfermo de Ébola, porque suponía “importar de forma premeditada lo que era el primer caso en el Estado español y en Europa, y someter  a un riesgo absolutamente injustificado a las trabajadoras y trabajadores del Hospital Carlos III y en general a toda la población”.

Dos meses después vemos confirmados nuestros temores. Desde hace muchos siglos se venía practicando el aislamiento de los lugares en los que se detectaban epidemias a fin de evitar la extensión de las mismas. Sin embargo las autoridades españolas no han atendido a las más básicas precauciones para evitar la propagación de una enfermedad de la que se desconoce casi todo.

La Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad ha emitido un nuevo comunicado en el que se ratifican en lo expuesto hace dos meses, en el que se hacen nuevas consideraciones y en el que se exponen algunos hechos muy preocupantes: "Apuntamos al respecto la coincidencia de este brote epidémico con la existencia de un laboratorio en el hospital de Kenema, en Sierra Leona, que estaba trabajando sobre el virus del Ébola y que colabora con el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas de la Armada de EE.UU, sobre armas biológicas."

domingo, 5 de octubre de 2014

caridad

"Es inmoral usar la propiedad privada a fin de aliviar los terribles males que resultan de la misma institución de la propiedad privada. Es a la vez inmoral e injusto."

Oscar Wilde, El alma del hombre bajo el socialismo

volar

"Como lo demuestran los sueños, como lo demuestran los ángeles, volar es una de las ansiedades elementales del hombre. La levitación no me ha sido aún deparada y no hay razón alguna para suponer que la conoceré antes de morir. Ciertamente el avión no nos ofrece nada que se parezca al vuelo. El hecho de sentirse encerrado en un ordenado recinto de cristal y de hierro no se asemeja al vuelo de los pájaros ni al vuelo de los ángeles. Los vaticinios terroríficos del personal de a bordo, con su ominosa enumeración de máscaras de oxígeno, de cinturones de seguridad, de puertas laterales de salida y de imposibles acrobacias aéreas no son, ni pueden ser, auspiciosas. Las nubes tapan y escamotean los continentes y los mares. Los trayectos lindan con el tedio."

Jorge Luis Borges, Atlas, El viaje en globo



viernes, 3 de octubre de 2014

La invención de Morel

Adolfo Bioy Casares, La invención de Morel, Alianza Editorial, 2013

Una extraña historia, como casi todas las que escribió Bioy Casares, en la que lo fantástico invade la realidad. Jorge Luis Borges dijo sobre esta novela: "no me parece una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta".


Prólogo al libro La invención de Morel de Bioy Casares
Jorge Luis Borges

Stevenson, hacia 1882, anotó que los lectores británicos desdeñaban un poco las peripecias y opinaban que era muy hábil redactar una novela sin argumento, o de argumento infinitesimal, atrofiado. José Ortega y Gasset -La deshumanización del arte, 1925- trata de razonar el desdén anotado por Stevenson y estatuye en la página 96, que "es muy difícil que hoy quepa inventar una aventura capaz de interesar a nuestra sensibilidad superior", y en la 97, que esa invención "es prácticamente imposible". En otras páginas, en casi todas las otras páginas, aboga por la novela "psicológica" y opina que el placer de las aventuras es inexistente o pueril. Tal es, sin duda, el común parecer de 1882, de 1925 y aun de 1940. Algunos escritores (entre los que me place contar a Adolfo Bioy Casares) creen razonablemente disentir. Resumiré, aquí, los motivos de ese disentimiento.
El primero (cuyo aire de paradoja no quiero destacar ni atenuar) es el intrínseco rigor de la novela de peripecias. La novela característica, "psicológica", propende a ser informe. Los rusos y los discípulos de los rusos han demostrado hasta el hastío que nadie es imposible: suicidas por felicidad, asesinos por benevolencia, personas que se adoran hasta el punto de separarse para siempre, delatores por fervor o por humildad… Esa libertad plena acaba por equivaler al pleno desorden. Por otra parte, la novela "psicológica" quiere ser también novela "realista": prefiere que olvidemos su carácter de artificio verbal y hace de toda vana precisión (o de toda lánguida vaguedad) un nuevo toque verosímil. Hay páginas, hay capítulos de Marcel Proust que son inaceptables como invenciones: a los que, sin saberlo, nos resignamos como a lo insípido y ocioso de cada día. La novela de aventuras, en cambio, no se propone como una transcripción de la realidad: es un objeto artificial que no sufre ninguna parte injustificada. El temor de incurrir en la mera variedad sucesiva del Asno de Oro, de los siete viajes de Simbad o del Quijote, le impone un riguroso argumento.
He alegado un motivo de orden intelectual; hay otros de carácter empírico. Todos tristemente murmuran que nuestro siglo no es capaz de tejer tramas interesantes; nadie se atreve a comprobar que si alguna primacía tiene este siglo sobre los anteriores, esa primacía es la de las tramas. Stevenson es más apasionado, más diverso, más lúcido, quizá más digno de nuestra absoluta amitad que Chesterton; pero los argumentos que gobierna son inferiores. De Quincey, en noches de minucioso terror, se hundió en el corazón de laberintos, pero no amonedó su impresión de unutterable and self-repeating infinities en fábulas comparables a las de Kafka. Anota con justicia Ortega y Gasset que la "psicología" de Balzac no nos satisface; lo mismo cabe anotar de sus argumentos. A Shakespeare, a Cervantes, les agrada la antinómica idea de una muchacha que, sin disminución de hermosura, logra pasar por hombre; ese móvil no funciona con nosotros. Me creo libre de toda superstición de modernidad, de cualquier ilusión de que ayer difiere íntimamente de hoy o diferirá de mañana; pero considero que ninguna otra época posee novelas de tan admirable argumento como The turn of the screw, como Der Prozess, como Le Voyageur sur la terre, como ésta que ha logrado, en Buenos Aires, Adolfo Bioy Casares.
Las ficciones de índole policial -otro género típico de este siglo que no puede inventar argumentos- refieren hechos misteriosos que luego justifica e ilustra un hecho razonable; Adolfo Bioy Casares, en estas páginas, resuelve con felicidad un problema acaso más difícil. Despliega una Odisea de prodigios que no parecen admitir otra clave que la alucinación o que el símbolo, y plenamente los descifra mediante un solo postulado fantástico pero no sobrenatural. El temor de incurrir en prematuras o parciales revelaciones me prohibe el examen del argumento y de las muchas delicadas sabidurías de la ejecución. Básteme declarar que Bioy renueva literariamente un concepto que San Agustín y Orígenes refutaron, que Louis Auguste Blanqui razonó y que dijo con música memorable Dante Gabriel Rossetti:

I have been here before,
But when or how 1 cannot tell:
I know the grass beyond the door,
The sweet keen smell,
The sighing sound,
the lights around the soore…

En español, son infrecuentes y aun rarísimas las obras de imaginación razonadas. Los clásicos ejercieron la alegoría, las exageraciones de la sátira y, alguna vez, la mera incoherencia verbal; de fechas recientes no recuerdo sino algún cuento de Las fuerzas extrañas y alguno de Santiago Dabove: olvidado con injusticia. La invención de Morel (cuyo título alude filialmente a otro inventor isleño, a Moreau) traslada a nuestras tierras y a nuestro idioma un género nuevo.
He discutido con su autor los pormenores de su trama, la he releído; no me parece una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta.
Jorge Luis Borges
Buenos Aires, 2 de noviembre de 1940

jueves, 2 de octubre de 2014

Una avanzada del progreso

Joseph Conrad, Una avanzada del progreso, Alianza Editorial, 1993

En el corazón de las tinieblas de la selva tropical africana... dos portadores de "civilización" se enfrentan a lo desconocido enviados por "El Director Gerente de la Gran Compañía Civilizadora (ya sabemos que la civilización sigue al comercio)".

"Hablaba abundantemente de los derechos y deberes de la civilización, de lo sagrado de la obra civilizadora, y ensalzaba los méritos de los hombres que iban por el mundo llevando la luz, la fe y el comercio hasta los más oscuros rincones de la tierra."

"Pocos hombres son conscientes de que sus vidas, la propia esencia de su carácter, sus capacidades y sus audacias, son tan sólo expresión de su confianza en la seguridad de su ambiente. El valor, la compostura, la confianza; las emociones y los principios; todos los pensamientos grandes y pequeños no son del individuo, sino de la multitud: de la multitud que cree ciegamente en la fuerza irresistible de sus instituciones y de su moral, en el poder de su policía y de su opinión."

"La sociedad, no por razones de ternura, sino debido a sus extrañas necesidades, había cuidado de los dos hombres, prohibiéndoles todo pensamiento independiente, toda iniciativa, toda desviación de la rutina; y se lo había prohibido bajo pena de muerte. Sólo podían seguir viviendo a condición de ser como máquinas."

miércoles, 1 de octubre de 2014

La oveja negra

En un lejano país existió hace muchos años una oveja negra.
Fue fusilada.
Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque.
Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura.

Augusto Monterroso, La oveja negra y demás fábulas, 1969


Satarsa

Adán y raza, azar y nada.
 
"... todo se le da a la manera de un espejo que miente y al mismo tiempo dice la verdad..."

"atar a la rata no es más que atar a la rata... No tiene ninguna fuerza porque no te enseña nada nuevo y porque además nadie puede atar a una rata. Te quedás como al principio, esa es la joda con los palindromas... Pero si lo pensás en plural todo cambia. Atar a las ratas no es lo mismo... te da Satarsa la rata... Ahora sabés que hay una rata que se llama Satarsa..."

"Atale, demoníaco Caín, o me delata"

Julio Cortázar, Satarsa (Deshoras)

María Wernicke, Ilustración para Satarsa

Botella al mar

"... como muchas cartas, como muchos relatos, también hay mensajes que son botellas al mar y entran en esos lentos, prodigiosos sea-changes que Shakespeare cinceló en La Tempestad y que amigos inconsolables inscribirían tanto tiempo después en la lápida bajo la cual duerme el corazón de Percy Bysshe Shelley en el cementerio de Cayo Sextio, en Roma."

Julio Cortázar, Botella al mar (Deshoras)

Full fathom five thy father lies;
Of his bones are coral made;
Those are pearls, that were his eyes;
Nothing of him that doth fade,
But doth suffer a sea-change
Into something rich and strange… 

Tu padre yace a cinco brazas bajo el mar,
de sus huesos se ha hecho coral,
lo que eran sus ojos ahora son perlas.
No queda nada en él
que el mar no haya transmutado
en algo precioso y extraño…

William Shakespeare, La tempestad (I , 2)

 Edmund Dulac, ilustración en una edición de La Tempestad de 1918

Lápida en la tumba de Percy Bysshe Shelley