Angelus Novus. Paul Klee (1897-1940)
“Hay
un cuadro de Klee (1920) que se titula Ángelus Novus. Se ve en él a un
Ángel al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava
su mirada. Tiene los ojos desencajado, la boca abierta y las alas
tendidas. El ángel de la Historia debe tener ese aspecto. Su cara está
vuelta hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena
de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que acumula sin cesar
ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. El ángel quisiera
detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una
tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y es tan
fuerte que el ángel no puede plegarlas… Esta tempestad lo arrastra
irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas mientras
el cúmulo de ruinas sube ante él hacia el cielo. Tal tempestad es lo que
llamamos progreso”.
(Walter Benajamin)
Se llama progreso. Se llama los mercados, la industria, los emprendedores, el bienestar... Ahora se llama también ecología, ecosostenibilidad, verde, bio...
Nuestra civilización del bienestar y del derroche se basa en la destrucción de continentes enteros, a cuya población, cientos de millones de personas como nosotros, hemos condenado al hambre y a la miseria. Ya hemos acabado con ellos y con sus recursos y ahora buscamos la forma de mantener este progreso explotando las últimas gotas de lo que queda en nuestro subsuelo, llámese shale gas, gas pizarra, de lutitas, fracking o como queramos. El hambre y la miseria ya llaman a nuestras puertas y empezamos a conocer en carnes propias lo que hace ya mucho tiempo que hicimos conocer a quienes tienen la piel más oscura que nosotros.
¿Estamos a tiempo aún de cambiar esta locura?