"Cuando una manzana madura cae, ¿por qué cae? ¿Tal vez porque la tierra la atrae o porque esté seco
su tallo o porque pesa más calentada como está al sol? ¿Puede caer sacudida por el viento o porque el
chiquillo que está bajo el árbol quiere comerla?
Nada de eso es la causa; todo ello no es más que la coincidencia de circunstancias en las cuales suele producirse todo hecho vital, orgánico y espontáneo. Y el botánico que opina que la caída del fruto se debe a una descomposición de los tejidos celulares u otros similares tendrá tanta razón como el chiquillo que espera debajo del árbol y asegura que la manzana ha caído porque quería comérsela y pedía a Dios que la hiciese caer."
Liev Nikoláievich Tolstói, Guerra y paz, libro III, primera parte, cap. 1
Nada de eso es la causa; todo ello no es más que la coincidencia de circunstancias en las cuales suele producirse todo hecho vital, orgánico y espontáneo. Y el botánico que opina que la caída del fruto se debe a una descomposición de los tejidos celulares u otros similares tendrá tanta razón como el chiquillo que espera debajo del árbol y asegura que la manzana ha caído porque quería comérsela y pedía a Dios que la hiciese caer."
Liev Nikoláievich Tolstói, Guerra y paz, libro III, primera parte, cap. 1