Al parecer la libertad de expresión tiene sus límites... Podemos reirnos de Mahoma y podemos hacer chistes con el asesinato de islamistas. Los medios más carcas del mundo entero se han vuelto repentinamente los máximos defensores de la libertad de expresión. Pero si alguien dice que lo de Auschwitz es un invento, que los nazis no mataron judíos o se le ocurre hacer algún chiste sobre judíos en cámaras de gas... que vaya preparando sus argumentos a favor de la libertad de expresión, pero que tenga mucho cuidado de exponerlos porque los considerarán como agravantes de un grave delito de negacionismo o de algo peor.
La libertad de expresión, como cualquier libertad, sólo es válida cuando nos interesa. Vivimos en un mundo tan libre, en el que se respetan tanto las libertades, que si una familia decide no enviar a su hijo a la escuela, el Estado todopoderoso se lo arrebata de las manos... Estas son las libertades que tenemos.
Si alguien publica un libro que se titula "Contra la democracia", o si le pillan leyéndolo, se convierte inmediatamente en sospechoso de terrorismo, como les ha ocurrido a las siete personas que continúan en prisión tras ser detenidas el pasado 16 de diciembre de 2014 en la denominada "Operación Pandora".