El
futuro no va a ser verde, confortable
ni
sostenible para diez mil millones de personas,
tampoco
habrá pértigas para saltar al otro lado,
no
hay otro lado, ni milagro,
ni
campo en el que cultivar tu propia comida,
ni
reductos de vida
donde
sobrevivan la belleza, la sensibilidad,
la
empatía.
Hemos
fracasado.
El
petróleo ha ganado.
Los
Mall han ganado.
La
alienación ha ganado.
La
indiferencia ha ganado.
El
fascismo ha ganado.
El
capitalismo ha ganado.
La
mitad del mundo lo consideró inevitable,
la
otra mitad lo consideró deseable.
El
capitalismo ha ganado
pero
no sobrevivirá a sí mismo.
Luchar
no tiene sentido,
abandonar
la lucha no tiene sentido.
De
ahora en adelante,
tendrás
que encontrar tus propios motivos para vivir,
para
dar sentido a tu vida, para la compasión,
para
sostener los vínculos,
para
seguir llamándote humano,
porque
esto se acaba
y
no vamos a dejar en herencia sino escombros,
habrá
que levantar, sobre ellos, la vida.
Antonio Orihuela. El amor en los tiempos del despido libre. Ed. Amargord, 2014