Nunca daremos la razón a los verdugos, porque los verdugos nunca tienen razón. Porque el fascismo se ha vestido el traje de la democracia y sólo hay un culpable: el Estado. Porque todos somos víctimas potenciales del estado policial y del crimen legal, de la llamada "seguridad ciudadana" y de las técnicas de represión avanzadas contra la población civil. Porque todos somos 4F, no olvidamos ni perdonamos.