viernes, 27 de febrero de 2015

los motivos para odiar

"naturalmente no hay nada más fácil que inventarse un motivo para odiar y por lo tanto una justificación para el crimen: basta con atribuir a un grupo étnico o religioso o nacional menos numeroso uno de los vicios o defectos comunes humanos (ni siquiera tienen que ser pecados), como lo son por ejemplo la codicia, la avaricia, la estupidez o la afición a la bebida o lo que sea que se declara pecado mortal en este caso: así se han conseguido varias cosas indispensables parta poder llevar a cabo el crimen a priori justificado: se ha estigmatizado a la víctima (porque se ha equiparado el color de su piel o su fe con uno de los vicios comunes a todos, y ese vicio se ha elegido casi siempre arbitrariamente y en virtud de una marca externa que a veces puede ser completamente opuesta al contenido), y con ello se encubre este mismo vicio universal en aquel que estigmatiza, luego se apunta con el dedo a la víctima estigmatizada declarándola encarnación de uno o de varios vicios generales, y con ello se dejan las manos libres al atavismo refinado en el hombre que ya he mencionado, para que pueda desfogar sin estorbos sus bestiales pasiones destructivas y sádicas en todos aquellos que llevan el estigma del color de la piel, de la raza, de la fe o de la costumbre."

Danilo Kis, Salmo 44, p. 77-78