Cuando te montes en tu coche,
piensa en el hormigón y el asfalto que han pavimentado todos los paisajes,
piensa en la contaminación de la atmósfera,
en la disminución de la capa de ozono,
en el calentamiento de la Tierra,
en la deforestación, en el cáncer,
en los ruidos, en los accidentes,
en los residuos, en los vertidos,
en las guerras por petróleo,
en el abandono de otros medios de transporte
más limpios y seguros,
en el poder político y económico que acumulan
quienes fabricaron tu coche.
Piensa que has cambiado tu salud
por la salud económica de las multinacionales,
o como hasta ahora, mejor
no pienses
y arranca
Antonio Orihuela, La ecología del capitalismo