miércoles, 29 de abril de 2015

La isla del padre

Fernando Marías, La isla del padre, Seix Barral, 2015


"Los recuerdos son como los libros. Solo importan los que permanecen."

Fernando Marías se aventura en el terreno autobiográfico para contarnos "una historia verdadera", como la que nos contaba Philip Roth en Patrimonio. La muerte vive cuando la vida muere... La muerte del padre es algo que no solo nos conmueve sino que nos hace reflexionar sobre nuestra vida, sobre nuestra infancia y juventud marcadas por el padre presente o por el padre ausente...

Este libro, según su autor, "trata... del miedo mutuo que desde el primer  momento nos tuvimos mi padre y yo y de cómo logramos superarlo". Quizá todas las relaciones entre seres humanos consistan en eso, en superar el miedo que nos tenemos...

Este libro que es una autobiografía no es una autobiografía, y aunque sea también una biografía, tampoco es una biografía, porque cuenta muchas historias, pero sobre todo habla de sentimientos, de miedos, de anhelos, de lo que ocurrió, de lo que jamás ocurrió, de lo que nunca ocurrió y de lo que podría haber ocurrido pero no ocurrió...

La lectura de este libro invita a reflexionar sobre la importancia del azar en nuestras vidas. A mi me ha hecho pensar que quizá nuestras vidas, las vidas de todos, la historia... están más condicionadas por lo que no ocurrió pudiendo haber ocurrido que por lo que ocurrió realmente. Las infinitas cosas y situaciones que pudiendo haber sucedido no sucedieron son, quizá, las que configuran el futuro, las que hacen el presente tal como es...


FE DE ERRATAS de la primera edición (marzo 2015):

pag. 63, línea 22: Donde dice “ni muchos menos”, debe decir “ni mucho menos”
pag. 69, línea 6:  Donde dice “hallaría en ella”, debe decir “hallaría en ellas”
pag. 142, línea 9: Donde dice “hacer visto”, debe decir “haber visto”
pag. 246, línea 30: Donde dice “Me suelen miran”, debe decir “Me suelen mirar”

PELÍCULAS MENCIONADAS EN EL LIBRO:

Harry, el sucio  (p. 35)
2001: Una odisea del espacio   (p. 37)
La noche americana  (p.42)
Grupo salvaje  (p.62, p. 119, p. 121)
El puente sobre el río Kwai  (p. 79)
El Yang-Tsé en llamas  (p. 80)
El Álamo  (p. 80)
Beau Geste  (p. 80)
Lord Jim  (p. 97)
Solo ante el peligro (p. 109)
La jungla en armas (p. 109)
Las minas del rey Salomón  (p. 109, p. 176)
La pradera sin  ley  (p. 109)
Por un puñado de dólares  (p. 117)
La balada de Cable Hogue  (p. 119)
Hasta que llegó su hora  (p. 119)
Pequeño gran hombre  (p. 119)
Tambores lejanos  (p. 123)
Los pájaros  (p. 123)
Por un puñado de dólares  (p. 124)
Soldado azul  (p. 138)
Rebelde sin causa  (p. 144)
The French Connection  (p. 146)
Nicolás y Alejandra  (p. 148)
Patton  (p. 148)
El señor de la guerra  (p. 148)
Veracruz  (p. 176)
Mayor Dundee  (p. 176)
Fuego  (p. 212)
Dos hombres y un destino  (p. 214)
El golpe  (p. 214)
La terraza  (p. 242)


LIBROS MENCIONADOS:

Richard McKenna, “The Sand Pebbles”  (p. 84)
Richard Matheson, “Soy leyenda”  (p. 88)
James Hanley, “The Closed Harbour” (“Puerto cerrado”)  (p. 113)


Recupero aquí un artículo escrito por Fernando Marías y publicado en El Correo el 7 de agosto de 2006:

Mi abuela y Rafael Reig

Sabéis quién era Elizabeth Gautier Cottafava? Seguramente no, por eso os lo voy a decir: Elizabeth Gautier Cottafava era mi abuela materna, una mujer cabal y vehemente, cariñosa y sin dobleces, de armas tomar, hija de un francés y una italiana que llegaron a Bilbao a finales del XIX. Por tanto soy -es la primera vez que caigo en la cuenta de ello- descendiente de emigrantes. Ciertamente, ¿hay alguien que pueda asegurar que sus antepasados 'siempre estuvieron aquí'?

Debía de tener yo alrededor de diez u once años cuando una mañana de verano, en Lekeitio, camino de la playa de Karraspio, mi abuela, que por supuesto conocía mi pasión por el cine, me preguntó si de mayor no me gustaría ser actor; a lo que yo, instintivamente y supongo que por pudor, contesté que no, cuando tal vez la respuesta era sí. Hasta la fecha de hoy, y aunque me dedico efectivamente a esto de contar historias, jamás he interpretado papel protagonista o secundario en película, programa de televisión, drama teatral, ópera-rock o cualquier otra forma de ficción. Tenía ya totalmente asumido que aquel viejo sueño de mi abuela nunca se cumpliría... cuando en eso llegó Rafael Reig.

Su libro 'Manual de literatura para caníbales' (Debate) es una suerte de historia de la literatura española contada con el inimitable estilo humorístico de Reig en clave de ficción. Un libro para 'aprender deleitándose': contiene ejercicios prácticos y capítulos de título salgariano: 'La sublevación de los ornitorrincos', 'Cernícalos de rapiña', 'El abrazo de las anacondas'... Como dice el propio Reig, «una obra imprescindible para conocer la literatura española, a la par que una cumbre de esa misma literatura».

Pero, sobre todo, el libro contiene el impagable episodio 'La guerra de las Dos Marías', en la que se recrea una supuesta guerra entre los partidarios de la «literatura seria, la que no hace concesiones a los lectores» (capitaneados por Javier Marías, rey del Reino de Redonda) y los partidarios de «contar una historia» (bando de Fernando Marías, presidente de la República de Cuadrada). ¿Al fin, protagonista de un texto de ficción! Bueno, coprotagonista, que también sale Javier Marías: al rey lo que es del rey.

Me quedé sin abuela, pero tengo a Rafael Reig.