Se aproximan fechas en las que este sistema llamado democracia pretende hacernos creer una vez más que somos un rebaño de ovejas libres que podemos elegir a nuestros pastores, es decir, a quienes nos van a llevar a donde ellos quieran, como ellos quieran y cuando ellos quieran. Somos bastantes las personas que no queremos participar en este juego y algunas incluso ya lo hemos manifestado por medio de escritos dirigidos a las correspondientes oficinas del censo electoral para darnos de baja del mismo. Se ve que nuestra libertad no llega a tanto y no nos reconocen el derecho a renunciar a lo que dicen que es un derecho por lo que no nos descensan ni a tiros (perdón por la expresión pero se utiliza así en el lenguaje coloquial).
Saben que no nos acercaremos a sus llamadas mesas electorales... pero a pesar de todo es posible que nos quieran obligar a participar directamente como vocales o presidentes de mesa. En tal caso se nos presentan varias opciones: 1, renunciar a nuestras convicciones y jugar en el juego dócilmente para evitarnos problemas; 2, no hacer ni caso y no acudir sin dar explicaciones; 3, avisar previamente que no acudiremos y exponiendo nuestros motivos. Esta última opción parece la más coherente, no?
Más información: descensoelectoral.wordpress.com
Por qué y cómo hacer objeción de conciencia electoral