So we meet again, my heartache
So we meet again, my friend
I should've known that you'd return
The moment I was summoned
So we meet again, my friend
I should've known that you'd return
The moment I was summoned
So we meet again, my heartache
Like two lovers torn apart
Bound together by the breaking
Of a tired and torrid heart
Like two lovers torn apart
Bound together by the breaking
Of a tired and torrid heart
So we meet again, my heartache
Just as leaves begin to change
How you've made my life a story
Filled with whirls you've rearranged
Just as leaves begin to change
How you've made my life a story
Filled with whirls you've rearranged
So we meet again, my heartache
Come and join me in my pain
You're the reason I remember
Every sweet and sad charade
Come and join me in my pain
You're the reason I remember
Every sweet and sad charade
So we meet again, my heartache
Come and sit with me a while
Rest your head upon my shoulder
Hide your face beneath my smile
Come and sit with me a while
Rest your head upon my shoulder
Hide your face beneath my smile
So we meet again, my heartache
Hold the glasses stilled with wine
I hope you join me in my toast, my ghoulish host
And maybe stay a while this time.
Hold the glasses stilled with wine
I hope you join me in my toast, my ghoulish host
And maybe stay a while this time.
Así que volvemos a encontrarnos, mi angustia
Así que volvemos a encontrarnos, amiga mía
Así que volvemos a encontrarnos, amiga mía
Debería haber sabido que volverías
justo cuando estaba en vías de recuperación
justo cuando estaba en vías de recuperación
Así que volvemos a encontrarnos, mi angustia
como dos amantes desgarrados
Ligados juntos por el rompimiento
de un corazón cansado y ardiente
como dos amantes desgarrados
Ligados juntos por el rompimiento
de un corazón cansado y ardiente
Así que volvemos a encontrarnos, mi angustia
Tal como las hojas que comienzan a cambiar
Cómo tú has hecho de mi vida una historia
llena de remolinos que tú has reordenado
Tal como las hojas que comienzan a cambiar
Cómo tú has hecho de mi vida una historia
llena de remolinos que tú has reordenado
Así que volvemos a encontrarnos, mi angustia
Ven y únete a mi dolor
Tú eres la razón, te recuerdo
cada dulce y triste farsa
Ven y únete a mi dolor
Tú eres la razón, te recuerdo
cada dulce y triste farsa
Así que volvemos a encontrarnos, mi angustia
Ven y siéntate conmigo un rato
Descansa tu cabeza en mi hombro
y esconde tu rostro bajo mi sonrisa
Ven y siéntate conmigo un rato
Descansa tu cabeza en mi hombro
y esconde tu rostro bajo mi sonrisa
Así que volvemos a encontrarnos, mi angustia
Sujeta los vasos calmados con vino
Esperó que te unas a mí en mi brindis, mi morboso huésped
y quizá esta vez te quedes un poco más.
Sujeta los vasos calmados con vino
Esperó que te unas a mí en mi brindis, mi morboso huésped
y quizá esta vez te quedes un poco más.
Esto es lo que dice de Melody Gardot el autor del blog fatales espejos repetidos :
A los 19 años Melody Gardot pedaleaba por las calles de Filadelfia cuando un todoterreno (ya saben, esos coches diseñados para reforzar el ego de hombres dotados de miembros viriles casi imperceptibles para el ojo humano) se saltó un semáforo en rojo, la arrolló, le reventó la pelvis y le produjo múltiples traumatismos, algunos de ellos cerebrales.
Tardó meses en hablar de nuevo –su cerebro funcionaba, pero las palabras no conseguían escapar de su boca- y bastante más tiempo todavía en volver a caminar. Un neurólogo la animó a utilizar la música como terapia, así que canturreaba acostada en la cama y acabó grabando un disco allí mismo, más que nada porque le fallaba la memoria a corto plazo: era incapaz de recordar qué había hecho un rato antes.
Hoy todavía es hipersensible al sonido y la luz –de ahí sus gafas oscuras- y camina con un bastón. Uno de los doctores que la cuidaron comentó que no es posible separar su música del daño que sufrió. Al escuchar esa frase ella se queda un rato en silencio y replica: “¿Ray Charles era ciego, Ray Charles era músico o Ray Charles era un músico ciego? Creo que una puerta conduce a otra puerta. Estoy dónde estoy porque vengo de dónde vengo. Así que lo acepto de la mejor manera."
Es una estrella mundial del Jazz (o lo que sea) y canta como deberían hacerlo los ángeles si no estuviera seguro de que es imposible que ellos tengan la mitad del talento que ella derrocha en cada canción.
A los 19 años Melody Gardot pedaleaba por las calles de Filadelfia cuando un todoterreno (ya saben, esos coches diseñados para reforzar el ego de hombres dotados de miembros viriles casi imperceptibles para el ojo humano) se saltó un semáforo en rojo, la arrolló, le reventó la pelvis y le produjo múltiples traumatismos, algunos de ellos cerebrales.
Tardó meses en hablar de nuevo –su cerebro funcionaba, pero las palabras no conseguían escapar de su boca- y bastante más tiempo todavía en volver a caminar. Un neurólogo la animó a utilizar la música como terapia, así que canturreaba acostada en la cama y acabó grabando un disco allí mismo, más que nada porque le fallaba la memoria a corto plazo: era incapaz de recordar qué había hecho un rato antes.
Hoy todavía es hipersensible al sonido y la luz –de ahí sus gafas oscuras- y camina con un bastón. Uno de los doctores que la cuidaron comentó que no es posible separar su música del daño que sufrió. Al escuchar esa frase ella se queda un rato en silencio y replica: “¿Ray Charles era ciego, Ray Charles era músico o Ray Charles era un músico ciego? Creo que una puerta conduce a otra puerta. Estoy dónde estoy porque vengo de dónde vengo. Así que lo acepto de la mejor manera."
Es una estrella mundial del Jazz (o lo que sea) y canta como deberían hacerlo los ángeles si no estuviera seguro de que es imposible que ellos tengan la mitad del talento que ella derrocha en cada canción.